Carlos Álvarez Novoa, Actor

Introducción

PERFIL

 
Aunque de origen asturiano, Carlos Álvarez Novoa ha hecho de Sevilla su ciudad de adopción. Fue periodista, profesor, maestro de actores, director de teatro y dramaturgo aunque en la actualidad su vida gira en torno a la interpretación, alternando el cine con el teatro. Consiguió el Goya al mejor actor revelación por la película Solas, con la que alcanzó la popularidad. Obtuvo además, por ese mismo personaje, el premio al mejor actor en el Festival internacional de Tokio y el de mejor actor en el Festival Internacional de cine de Moscú por la película Las Olas, del director Alberto Morais, que se presentó en el  pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla. Ha colaborado como actor en varios cortometrajes por puro amor al arte, algunos de ellos a las órdenes de sus hijos. El pasado mes de marzo vovió a la gran pantalla con la película De tu ventana a la mía, de la directora Paula Ortiz. En la actualidad recorre los escenarios españoles representando al personaje de Max Estrella
Entrevista

¿Cómo es la experiencia de hacer una función sólo en el escenario?

Llevo una lentillas opacas para no ver nada y, como escucho las voces de otros personajes, a veces se me olvida que estoy sólo en escena. Es un trabajo de concentración muy fuerte. Pero la función se me pasa en un suspiro.

Parece que el personaje de Max Estrella le persigue...

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Si, sin duda es mi personaje. Hice la tesis sobre él porque tenía interés en mostrar el Esperpento no solo como una manifestación esteticista sino como un alegato contra el régimen imperante.

Usted estudió Derecho. ¿Llegó a ejercer esta profesión?

No. Hice la carrera porque mi padre era juez, un juez honesto, liberal, que creía que no debía mezclarse en política. Acabé la carrera por respeto a él. Pero cuando la acabé me puse a trabajar en Radio Oviedo. Luego hice Filosofía y Letras, me echaron de Radio Oviedo por expresar mis ideas políticas y me fui a la emisora La voz de Madrid.

Ha sido un hombre muy comprometido políticamente...

Sí, siendo muy joven comencé a participar en movimientos estudiantiles de izquierdas. Formé parte de una generación culturalista, en la que leíamos a Camus, Sartre... En el 69 no tenía una militancia pero estaba vinculado a partidos de izquierda y me presenté al Congreso por el PT que por entonces no estaba legalizado.

¿Cómo fue su primer contacto con el teatro?

Fué por casualidad, en la Universidad. El director del TEU me dijo "Tú eres Jasón". Y así empecé, en el 58. Desde entonces y hasta la actualidad, no ha habido un año en el que no haya hecho una, dos o tres obras de teatro, como actor o director.

¿Qué es lo que más le atrae del trabajo del actor?

Inevitablemente, hay una dosis de vanidad ya que el actor se expone al público, pero en mi caso no es lo que más me motiva, sí que noto la satisfacción en el aplauso y todo eso, pero lo que más me interesa es la posibilidad de sentir y vivir tantas cosas ajenas a uno.

¿Qué cualidades debe tener un buen actor?

La generosidad. Su entrega debe ser total, aún cuando no esté en plano, si hablamos del cine

Para un actor, sobre todo si se trata de un actor de teatro, supongo que debe ser todo un reto representar a cualquiera de los personajes centrales de los dramas de Shakespeare? ¿Con cuál se queda?

El Rey Lear, sin duda.

Usted fue director del ya desaparecido Instituto del Teatro de Sevilla. De allí han salido actores y actrices que han alcanzado la popularidad, incluso algunos, como Paz Vega, han dado el salto a Hollywood. ¿Le gustaría formar parte del "star system"?

No me negaría, pero no es mi sueño. Aspiro a seguir trabajando, mientras no me falle la memoria. Seguir eligiendo papeles.

¿Es muy selectivo en su trabajo?

No, no lo soy, pero no haría nada que fuera en contra de mis principios, ni ninguna cosa que fuera una vanalidad.

En la reciente película de José Luis García Sánchez "Los muertos no se tocan, nene" hace un personaje de caracterización en el que su físico está bastante "disfrazado". ¿Le gusta interpretar a este tipo de personajes?

Sí, disfruté mucho haciendo este personaje tan diferente a lo que hago habitualmente.

Y hablando de personajes, ¿qué proceso suele llevar a cabo para recrear a los personajes que interpreta?

Yo me he formado en el método (Stanislavski) pero adaptándolo

¿Cree que hay algo que diferencie a los actores que se dedican al teatro de aquellos que optan por el mundo del cine? Hay actores de cine que no superarían la prueba de fuego de subirse a un escenario...

Y también al revés. En el teatro hay que impostar más la voz, exagerar el gesto y esto no funciona en el cine.

¿Algún actor al que le hubiera gustado parecerse?

De joven a James Dean, Marlon Brando me parecía excesivo para mí. Ya  de mayor he admirado a los actores ingleses, y de los españoles, a Fernando Rey, Fernando Fernán Gómez...

Ha sido actor, periodista, profesor, director, dramaturgo...

Sí, pero a partir de 1997, cuando cerraron el Instituto del Teatro, ya me dediqué exclusivamente a mi faceta de actor.

Sin embargo no hace muchos años escribió una excelente versión para teatro del Quijote

Sí, fue una versión muy respetuosa, los cambios que introduje eran absolutamente cervantinos.

¿Que recuerdos guarda de su etapa como docente?

Yo me retroalimentaba continuamente de mi alumnado. Siempre valoré el respeto del profesor por el alumno y la ilusión por enseñar. Me gustaba mucho explicarles lengua y además hice muchas actividades extraescolares con mis alumnos

¿Conserva alguna relación con compañeros o compañeras de su etapa docente?

Sí, trabajé con Jorge Thuillier muy estrechamente en el IES Becquer y además fue mi alumno. Y Luis Garzón, Paco Blesa, o José Martos entre otros.

Y de su época de estudiante, ¿recuerda algún profesor o maestro que le dejar huella?

Aparte de un profesor de inglés que tuve en Los Maristas, absolutamente "oscarwildiano", recuerdo a un profesor de Lengua que tuve en bachillerato y posteriormente en la facultad, José María Martínez Cachero. Él me transmitió el rigor y el amor al trabajo, y vino desde Oviedo para estar presente en la lectura de mi tesis.

Usted se hizo muy popular a partir de Solas ¿Es difícil sobrellevar la popularidad?

En el nivel en el que yo me muevo, no. Ha sido muy agradable. A partir de Solas me paraban por la calle, en países como Argentina o Finlandia. La gente tiende a confundir al personaje con el actor. Nos debemos a los espectadores y también a los medios.

¿Cuál cree que fue el gran acierto de esa película?

La humanidad de los personajes y el tratamiento certero de una realidad en todos sus aspectos, esa manera tan lucida, real y ajustada de calibrar emociones y desencantos. El arte de Benito reside en su intuición, sobre todo para penetrar de forma tan honda en el mundo femenino. Esa película podría perfectamente haber estado dirigida por una mujer.

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