Disertaciones Filosóficas: Entre Utopías y Distopías II

 

Belén Friera Álvarez

Profesora de Filosofía del IES Capellanía de Alhaurín de la Torre

 

 

PRÓLOGO

Los ensayos que siguen  a continuación constituyen la visión que un grupo de estudiantes de primero de bachillerato del IES Capellanía de Alhaurín de la Torre, tiene acerca de nuestra realidad circundante. La temática puede parecer diversa e inconexa pero hay un punto de unión entre todos ellos: los problemas actuales tratados desde una visión crítica e imaginativa y, en muchos casos, esperanzadora. Desde la clase de filosofía los alumnos han construido visiones del mundo con una cuidada pulcritud argumentativa y han demostrado que, contra las creencias imperantes, ellos no se han quedado sin discurso.

El amor, la muerte, la máscara social, el poder del dinero, la hipersexualización del cuerpo de la mujer, el yihadismo, los problemas bioéticos, la tecnología, la gestación subrogada, el problema de las minorías y las fronteras discriminatorias, los derechos de los animales, la crítica social y política.... Todos ellos conforman algunos de los temas sobre los que este grupo de talentosos jóvenes reflexiona y hace tan suyo el lema ilustrado del Sapere aude.

Este compendio se erige en una verdadera defensa del sentido y la utilidad de la filosofía, pero sobre todo, en descreer que estamos ante una generación perdida y desconcertada. Los autores de estas reflexiones demuestran que están muy presentes, que tienen inquietudes y mucho que decir. Muestran su preocupación por entender el mundo y, desde la honradez intelectual, disertan sobre ideales regulativos a los que los adultos también deberíamos tender.

Cuando a los jóvenes se les dan las herramientas para crear pensamiento crítico, cuando se les deja pensar por ellos mismos y, en definitiva, se confía en ellos, son capaces de construir nuevas y magníficas realidades que parten del diagnóstico más crítico de nuestro modo de vida. Muestra de ello son estas disertaciones y ensayos, tanto utópicos como distópicos, desde los que este grupo de adolescentes se enfrenta a la realidad con los mismos ojos del alma de los que nos hablaba Platón.
Como profesora de este extraordinario grupo, solo puedo darles las gracias por enseñarme tanto ellos a mí, y por hacer de las clases de filosofía auténticos diálogos socráticos.

Un honor haber compartido tiempo y filosofía junto a vosotros.
¡Salud!

 

1.- ¿ES LA TECNOLOGÍA UN AVANCE?

Mariam Alcaide Delgado

Si es que existe la vida y si es que existe una concepción del tiempo en algún plano junto al espacio, esta pasa demasiado deprisa. Aunque, pensándolo mejor, es absurda la idea de la existencia de un reloj que determine que todo va a seguir su curso. El viaje consciente de los seres vivos no es más que un conjunto de sucesos que se repiten a lo largo de la historia, obviamente de forma diferente, pero sobre una misma base.

Y si hablando de historia nos referimos a un hipotético tiempo cíclico, podríamos usar de base eterna las sabias palabras socráticas del siglo V a.C. Sócrates afirmaba que toda persona sabia, debía de ser buena y por tanto feliz. Esto no significa más que cualquier persona que tuviera la ridícula sabiduría mortal que él poseía, tendría también la capacidad de obrar correctamente, convirtiéndose en una persona “buena”, que gracias a las circunstancias que le surgían de estas consecuentes decisiones, le haría feliz.

Lo creamos o no, este fenómeno se repite una y otra vez a lo largo de la historia, incluso antes de que Sócrates lo obviara. Por tanto, si lo trasladamos a la actualidad, encontramos el siguiente escenario:

La gran preocupación social 26 siglos después puede ser resumida en única palabra, “tecnología”. Mientras escribo esta disertación, hay millones de personas realmente sabias, que buscan sin cesar un avance tecnológico más que exponer al mundo.

Es sencillo deducir que todos estos grandes sabios actuales, que se encuentran en facultades, laboratorios o asociaciones internacionales, buscan la felicidad obrando correctamente. Y me remito al comienzo para constatar que esta puede ser la base de la eternidad. Sin embargo, como maticé al principio, ocurre de forma diferente. En este caso, estos “superhombres” pretenden hallar un mecanismo que genere una felicidad común. Parece contradictorio usar este término nihilista a la par que el término felicidad, pero están de alguna forma conectados.

Estas personas son capaces de captar el sentido de la vida, partiendo esta vez de una base racional y posteriormente abandonándola para darse cuenta, que este sentido reside en un organismo de felicidad común, que no se apoya en la felicidad en sí misma, sino en un eterno retorno, en el que a nivel global debemos aceptar todos los acontecimientos del mundo, pasados, presentes y futuros, que se repetirán para siempre, pero esta vez alterándolos levemente.

Por eso surge la tecnología.

Esta pretende sin duda facilitar nuestra vida, abrazarnos con cómodas almohadas de terciopelo para que nuestro cerebro tenga que pensar cada vez menos. ¿Es posible que estos grandes sabios hayan confundido el término felicidad con el crear una sociedad irracional?

Esta semana ha salido al mercado un frigorífico nuevo. Con estas palabras cualquiera puede imaginarse multitud de avances en el estado de congelación y conservación de alimentos, pero, esta vez todo eso va mucho más allá.

Este aparato es capaz de indicar gracias al control por voz y abasteciéndose con unas luces internas, dónde se encuentran los alimentos que solicitamos. Es fantástico, ¿verdad? Incluso este dispositivo posee la capacidad de hacernos la lista de la compra y mandarla online a nuestra tienda más cercana. ¿Conclusión?: no habrá necesidad de realizar ni el más mínimo esfuerzo.

Ya decía Lamarck en su fallida “Teoría de los caracteres adquiridos” de la evolución, que cualquier órgano que caiga en desuso tiende a desaparecer. Se repiten de nuevo los acontecimientos a manos de la madre naturaleza: al crear dispositivos cada vez más complejos, capaces de abastecer funciones que nosotros mismo podríamos cumplir, nos sustituyen en multitud de facetas, atrofiando cada vez más nuestro órgano racional más importante.

De modo que, ¿cuál es realmente el objetivo de este avance?

Los avances en el campo de la medicina nos han permitido curar, recomponer e incluso clonar a ciertos seres vivos, mas aún no hemos conseguido crear a partir de la nada uno de ellos. Quizá por eso los humanos nos dejamos llevar tanto por la idea de crear, conseguir dar vida a una máquina, la cual sí podemos manejar: robots. Es algo que nos llama muchísimo la atención.

Hoy en día existen robots para todo. A pequeñas escalas, existen robots para el funcionamiento facilitado de grandes industrias, y a grandes escalas, existen los que son capaces de comunicarse con nosotros, realizar tareas complejas o resolver problemas comunes, incluso ver una película o hacernos compañía, mientras nos alejamos cada vez más los unos de los otros. Sentimos la necesidad de crear vida y traducimos todo esto en felicidad.

Es probable que esta sea una de las últimas disertaciones que se escriban antes de que la tecnología llegue más lejos que nosotros. Puede sonar a ciencia ficción, pero cada vez estamos un paso más cerca de extinguirnos. ¿O no?

Si seguimos el hipotético modelo cíclico del que hablábamos, la sociedad terminará por caer en la más sencilla ignorancia que un hombre puede presentar, de modo que poco a poco iremos perdiendo el control de nuestras propias invenciones. En ese momento, dejarán de realizar todas esas funciones que obviábamos gracias a su servicio y no tendremos la capacidad intelectual para realizarlas. De modo que no es el fin de nuestra existencia, es solo un nuevo comienzo.

Creemos que estamos en el momento culmen del avance y es solo un retroceso, en el que tendremos que aprender a sociabilizar de nuevo, a mantener una conversación sin recurrir a un móvil creando una relación en la que no se puedan escribir más de 140 caracteres. Tendremos que aprender a juzgar y entender, a hacer predicciones por nosotros mismos y a sentir todo lo que la tecnología nos ha facilitado, a emocionarnos, a sufrir y a levantarnos.

Solo cuando consigamos volver a ser humanos, y no las máquinas que estábamos creando, solo así podremos avanzar.

 

Mariam (Foto Mariam.jpeg)

 

2.- EL DERECHO ANIMAL

Vanessa Gómez Escaño

Lo que diferencia al ser humano con respecto al resto de los animales es la capacidad de raciocinio. Este hecho, según mi parecer, ha provocado que nosotros nos sintamos superiores a los demás integrantes del reino animal, y que, por lo tanto, los tratemos de tal manera que para muchas personas sea considerado como un problema ético que carece de toda compasión, entre las cuales me incluyo a mí misma y es motivo por el que realizo esta disertación y posterior utopía, buscando ante todo el bienestar de todo ser vivo para vivir en armonía y tranquilidad.

El primer caso a tratar es la experimentación animal, sufrida por unos 50 a 100 millones de animales vertebrados cada año. Se afirma que el principal objetivo de estos experimentos es el beneficio de la salud humana, pues permiten el desarrollo de vacunas y medicamentos, pero hay que recordar que también existe el testeo de sustancias para cosméticos, los experimentos militares, etc., los cuales causan el dolor de conejos, cobayas y otros mamíferos hasta el punto en que ellos mismos son capaces de romper su propia columna vertebral para intentar liberarse; esto, por ejemplo, demuestra cómo puede llegar a afectar este tipo de pruebas en los animales de manera muchas veces injustificada o innecesaria. Alteramos su material genético, los sometemos a privaciones de comida o a descargas eléctricas para comprobar su resistencia e incluso les aplicamos sustancias irritantes en los ojos y en la piel; ¿es esto justo?, pues son seres inocentes, con el mismo derecho a la libertad que tiene el ser humano, pero pensamos que podemos hacer con sus vidas lo que queramos, sin ningún tipo de límites y todo con una finalidad, generalmente en estos casos, científica.

Sin embargo, el ser humano no entra en contacto con los animales únicamente para fines científicos, también para su propio entretenimiento, como ocurre con la tauromaquia. Se podría decir que esta, en cierta parte, representa a España para la mayoría de los extranjeros, esto nos define totalmente como un grupo de personas insensibles, pues disfrutar de la muerte de un animal es tan cruel como aquel que disfruta de la muerte de otra persona, al que se le considera como 'enfermo mental' en la mayor parte de los casos. Entonces, ¿no nos convierte esto a todos nosotros en enfermos mentales también? Supuestamente no, pues la tauromaquia forma parte de nuestra cultura, y el toro es criado para tener ese final, o esa es la defensa utilizada por las personas a favor de esta insensata práctica. ¿No es triste pensar que el animal nace por y para capricho del ser humano? Eso mismo hemos establecido nosotros a lo largo del tiempo, y no hay más que observar las industrias de la carne: les alimentamos a base de antibióticos y hormonas e incluso hemos cruzado diferentes especies para conseguir una variedad muda y así evitar los llantos de dolor de los animales.

Todo esto demuestra que los animales, hoy en día, son tratados como objetos. En nuestro país se abandonan más de 137.000 animales de compañía al año, como el que decide tirar una vieja televisión, y los motivos suelen ser porque el animal “molesta” o simplemente el más pequeño de la casa se ha cansado de él. Tristemente, esto no tiene ninguna repercusión, y el número de abandonos incrementa año a año, desencadenando un mayor grupo de animales que sufren, pues sí, los animales son capaces de sufrir, sienten y padecen el dolor ya que poseen sensibilidad, algo que, según mi opinión, carece cada día más en los seres humanos, pero que compartimos con el resto de animales, y digo resto ya que nosotros mismos somos animales al igual que ellos. Por lo tanto, ¿por qué esta gran diferencia entre el dolor que ellos padecen, o mejor dicho, que les hacemos padecer, y que nosotros ignoramos o aceptamos sin más? Y no hablo solo de perros y gatos, sino de todos en general, pues visto, y demostrado está, que cada día contaminamos más y más, afectando así a todo tipo de animales, tanto terrestres, como aéreos y como acuáticos.

Atendiendo a todos estos factores, que en mi opinión, se están normalizando y conducirán por lo tanto a un final trágico, los solucionaría mediante una serie de métodos. El objetivo principal es tratar de manera adecuada a los animales, sustituyendo la experimentación animal con tejidos humanos (siendo así más eficaz pues experimentas directamente con algo procedente del ser humano, obteniendo resultados más fiables) y tratando más respetuosamente a los animales de las fábricas alimenticias, ya que es imposible conseguir que todo un mundo deje de comer carne tan rápidamente.

Otro método sería eliminar por completo cualquier fiesta o celebración en la que un animal sufriera, en esto incluyo la tauromaquia, y si se diera cualquier situación de maltrato animal, se penalizaría con una multa o incluso cárcel, dependiendo de la gravedad de la acción.

Por último, y a mi parecer más importante, al igual que existe la ética en la educación como mecanismo para que los niños y adolescentes aprendan cómo tratar a los demás de manera adecuada, incluir charlas con frecuencia para que además aprendan que hay que tratar de manera respetuosa a los pequeños animales que nos rodean, pues la educación juega un papel esencial en la formación de la identidad de los más pequeños.

Si mi utopía se llevara a cabo, la balanza entre el ser humano y el resto de animales estaría más equilibrada, se viviría en una sociedad más evolucionada pero manteniendo las pautas del correcto comportamiento hacia los animales, teniendo ellos una vida más parecida a la que tendrían si vivieran en total naturaleza.

 

Vanessa (Foto Vanessa.JPEG)

 

3.- FRONTERAS DISCRIMINATORIAS

Pedro Martín Muñoz

Antes de comenzar a desarrollar el tema, lo primero que hemos de saber es ¿qué significa ‘nacionalismo’?, según la R.A.E, dice así: ‘’Sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su realidad y con su historia’’ Una vez aclarado el significado prosigamos con el tema en cuestión. En primer lugar, me llama la atención en la definición dada, ‘’sentimiento fervoroso’’, es decir, celo ardiente y entusiasmo puesto en ello.

Aprovechando el actual tema de política dado en filosofía, me gustaría explicar la historia del sentimiento nacionalista: se robusteció a raíz de las revoluciones liberales burguesas, en lugar de los vínculos personales en que sustentaba la lealtad al señor feudal o la sumisión al monarca absoluto, se abrió camino un nuevo tipo de relación, la del ciudadano libre dentro del marco del Estado-nación formado por una unidad compuesta de elementos comunes como la lengua, cultura y la historia. Con la Restauración el nacionalismo constituyo una fuerza opuesta a los intentos de una ordenación artificial de los estados; ocurrió con los belgas incómodos en su integración con Holanda; también con los polacos, que rechazaron la dependencia del imperio ruso… Hasta la segunda mitad del siglo XIX el nacionalismo fue promotor de movimientos de liberación nacional (Irlanda frente a Gran Bretaña, las colonias americanas frente a España…) pero a partir de la segunda mitad del siglo XIX fue transformando cada vez más en una ideología de carácter.

Una vez puestos en situación, apoyaré mi tesis en Arthur Schopenhauer, con su cita: ‘’Cuantas menos razones tenga un hombre para enorgullecerse de sí mismo, más suele enorgullecerse de pertenecer a una nación’’, es decir, sentir orgullo por algo en lo que no tienes la mínima capacidad de decisión parece ridículo y si me permite de acomplejado, ya que no ha supuesto un mínimo esfuerzo y sacrificio, me atrevo a creer que no tiene demasiadas experiencias de las que sentirse orgulloso.

Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos todos hemos nacido libres e iguales, tenemos libertad de movimiento, derechos que mantenemos sin importar donde vayas, ¿pero esto se cumple? La respuesta es un rotundo no, se haned llevado a cabo nacionalismos hasta un extremo que, resulta peligroso, sé que hablar de los nazis está muy visto, pero es muy aclarador, estos creían ser una raza superior, por el simple hecho de haber nacido en un lugar determinado, incluso tenían su propia raza, la raza aria, paradójicamente Hitler no reunía las características exigidas (rubio, alto, sangre pura…)

Incluso gracias a nuevos estudios de genética, se ha podido saber analizando el ADN mitocondrial proveniente su familia paterna que Hitler tenía raíces judías y africanas, cuanto menos interesante, aunque cabe destacar que la raza aria… era parte de su plan  de manipulación mediante la propaganda de la cultura alemana. Pero si comentamos hechos más actuales nos percatamos del retroceso humano, manifestándose en el llamado Brexit (la salida británica de la UE) o la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos son una muestra más de que se está construyendo nuevas barreras entre personas, culturas… y en definitiva son barreras artificiales. ¿Hablamos de racismo, de egoísmo, de hipocresía al cerrar las fronteras de un país desarrollado cuando tus padres o tus abuelos fueron inmigrantes? Me atrevo a pensar que simplemente es miedo a lo desconocido, a lo diferente. Retomando el tema de cultura, muchos resaltan más las diferencias que lo que nos une, a menudo estos políticos se aprovechan de la incultura para manipular al pueblo, el cual está guiado por las opiniones, con un único fin, sacar provecho de la situación, su política realmente es simple demagogia, y sí, me refiero tanto a Artur Mas, como a Donald Trump, Sabino Arana… Muchos hablan de culturas muy diferentes, aunque seamos occidentales, tengamos costumbres parecidas, misma religión… por ejemplo,  se centran en la lengua, ¿acaso es la lengua cultura? Soy consciente de que esto causa mucha controversia, pero la lengua es fruto del aislamiento humano en siglos, por ejemplo, los romanos impusieron el latín en toda Europa, tras la caída de este, Europa se fragmentó en diferentes regiones, en España se asentaron los visigodos, aunque posteriormente los musulmanes, en Gran Bretaña los anglos y los sajones…fruto de ese aislamiento de los pueblos en la Edad Media, que en mi opinión es un período de retroceso en todos los aspectos, surgieron las nuevas lenguas romances (castellano, catalán, portugués…); están lenguas no deben ser fomentadas, ya que el verdadero fin de la lengua es la comunicación, por lo tanto hemos de impulsar una lengua común en el mundo, o para ser un poco más realistas en Europa, ya sea el esperanto, el inglés…

A modo de conclusión, yo veo a personas, no países, me gustaría sentirme orgulloso no por ser español, sino por ser ciudadano de un mundo libre, sin barreras impuestas por políticos corruptos movidos por la codicia, sé que actualmente parece irrealizable, pero también lo era la abolición de la esclavitud y finalmente se consiguió. Podemos fomentar el internacionalismo, promovido por Marx, el cual se opone rotundamente a una globalización estrictamente económica que niegan el valor de la cultura y las diferencias entre las naciones; como dijo Galeano:

Para qué sirve la Utopía…para caminar

 

4.- PARÓN Y LA LUCHA DE CLASES

José Molina Rodríguez

Una vez que el ser es consciente del sufrimiento en el mundo, o se vuelve loco o acude a una terrible falta de empatía

(Noches de pluma y vela)

 

En el lugar del que hablamos la sociedad es esclavista, considera a los esclavos como seres que sólo son esclavos, los sometidos son de otros planetas, en Parón, el planeta metrópoli, las gentes viven colmadas de riquezas, esta especie relaciona la abundancia con la felicidad de forma biológica, es decir, no es por cómo está construida su sociedad, es algo que llevan en el ADN. Viven con grandes comodidades y visten elaborados ropajes, tienen el cuerpo colmado de adornos de piedras preciosas, dibujan en sus cuerpos delicados diseños, insertando polvo de caros minerales bajo la piel. Hace millones de años vivían peor, los ciudadanos sufrían por la escasez de comodidades pero llegó Tims-mada un gran pensador que ideó la forma de organizar el planeta para colmar las calles de bienestar y mejorar la vida de los habitantes, a través de esclavizar a la población de otros astros lo cual estaba justificado con la necesidad biológica de su especie de vivir en la opulencia. Todo esto estaba reflejado en La Naturaleza De La Riqueza De Parón. Donde hablaba del derecho de los ciudadanos a la felicidad, al principio fue discutido entre los habitantes de Parón pero los peces gordos de la economía del planeta fueron manchando la imagen de los grupos que no estaban de acuerdo con Tims-mada acusándolos de atentar contra las necesidades de la especie.

Se produjeron ciertos movimientos revolucionarios en los planetas sometidos llamados interplanetarios, el primero fue el más puro ya que demostraba que quería liberar del yugo de Parón a los planetas que formaban esa lucha, el segundo interplanetario acabó en una lucha entre planetas sometidos resultando en una masacre entre esclavos, el tercer interplanetario acabó siendo dirigido por un líder nefasto y absolutista llamado Fisoi que se acabó pareciendo más a los líderes de Parón que al libertador que decía ser. Un líder revolucionario fundó el cuarto interplanetario en respuesta al absolutismo del tercero y fue asesinado por orden del Fisoi, que aniquilaba toda forma de oposición. Un mercader venido a menos lo asesinó, irónicamente con un pico con el que se extraían minerales para Parón.

Actualmente, en Parón no se discute la esclavitud ya que se ha tomado como una necesidad más, no se cuestiona ni en los planetas sometidos a los que Parón ha “consentido” ciertas comodidades, una vivienda (a veces digna) y un abastecimiento de recursos básicos, siempre que trabajes para ellos de manera obediente y sumisa, si no trabajabas para ellos, antes, te ejecutaban, pero para calmar las oleadas revolucionarias causadas por estas medidas impopulares se cambió por la exclusión social y la inmediata “expropiación” de todos tus bienes dejándote morir en la calle. Las sociedades de los planetas sometidos son homogéneas, ya que están ideadas por Parón para hacer creer a sus habitantes que viven bien y que quien quiere cambiar el sistema sólo quiere destruirlo. Si alguien recuerda con añoranza los interplanetarios y se considera contrario a la forma de obtener la riqueza de Parón, los mismos pueblos sometidos le hablan de Fisoi y de que los que intentan enfrentarse a Parón acaban convirtiéndose en monstruos absolutistas. En los planetas-colonias de Parón hay una política donde reina una libertad figurada ya que en la educación se muestra a su metrópoli como el Planeta Madre que les ha dado todo lo que tienen, todo esto es una estructura ideada por Parón para que los mismos esclavos defiendan la esclavitud mientras creen vivir de manera digna. Tims-mada ya habló de este orden llamándolo El equilibrio de los estómagos vacíos.

Pero en El Planeta Madre nadie se preocupa de los demás, cegados por su bienestar no ven el sufrimiento de los ajenos, literalmente no lo ven ya que en los demás planetas siempre existe una ciudad que se parece a las de Parón ya que ofrece muchas comodidades, estas ciudades están hechas para alojar a los habitantes de la metrópoli en sus largos viajes para conocer los demás planetas, pero lo único que conocen allí es una opulenta fachada que esconde la miseria de los pobres, una miseria de la que los ciudadanos del Planeta Madre son conscientes pero que ignoran ya que los sometedores y sometidos están convencidos de que es necesaria para el bienestar de todos.

Cualquier parecido con la realidad es puramente intencionado.

 

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5.- MIEDO A LA MUERTE

Carlos Ortega Postigo

Desde muy pequeños nos han relatado cuentos en los que aparecían diversos príncipes y monstruos que vencer, los cuales nos causaban terror. No obstante, conforme crecemos, nos percatamos de otros tipos de miedo, temores que en situaciones nos producen un horror mayor. Uno de ellos es la muerte.

Alguna vez hemos pensado en ella y en lo que acarrea, quitándonos tiempo para disfrutar. Por ello, vengo a defender que las personas debemos privarnos de cavilar acerca de la muerte y vivir cada instante al máximo.

Hay varias causas por lo que temer a la muerte y la primera es cuándo. Pues bien, nadie sabe con exactitud el momento preciso en el que una persona dejará de respirar, por lo que si llevamos una vida saludable y realizamos lo mejor para nosotros, podremos aumentar nuestra calidad de vida, así que esto no debería ser un problema.

¿Qué pasará después? Es una pregunta que nos formulamos. Todos tenemos el pensamiento de que cuando nos vayamos, dejaremos a todos nuestros seres queridos para siempre. Sin embargo, esta suposición podría ser falsa. Existen estudios que declararían que la vida tras la muerte es cierta, pero aun así sigue habiendo personas que se aferran a la biología, a la física y a la tecnología para desmentirlo. Por esta razón, voy a rebatir sus argumentos a través de estas ramas de la ciencia mencionadas: nuestro cuerpo está formado por energía y, tras fallecer, esta se traspasa a la tierra, quedando finalmente ahí, no desaparece.

Según la RAE, la definición de energía es: “la capacidad y fuerza para actuar física y mentalmente”. Al poder intervenir esta misma sola y de forma natural, aparecería lo que se conoce como “espíritu”. Y esto nos lleva a otra cuestión: ¿quién es capaz de sentir esto? La respuesta podría ser sencilla. Cuando nacemos, cada persona posee un cierto nivel de sensibilidad con el entorno, o nivel de receptividad. Hay individuos que nacen con un grado mayor, los cuales captan la energía de nuestro alrededor con más facilidad. Es como cuando alguien nace alto o bajo, pero de manera sensorial.

Sin embargo, también existe una teoría “más mística” que sustenta sus bases en la creencia de que cuando alguien muere, el alma se separa de su cuerpo y se queda anclada a la tierra, capaz de actuar por sí misma.

Por otro lado, el último motivo sería el cómo. Es cierto que todos queremos morir de una forma tranquila e indolora, pero nadie puede controlar las circunstancias de la vida. Por lo tanto, si llevamos una vida normal, sin correr algún tipo de peligro, reduciríamos las posibilidades de una mortalidad prematura. No obstante, aun así desconocemos la causa de nuestro fallecimiento, por lo que no debemos darle vueltas a algo que ignoramos y que nunca sabremos con certeza hasta que llegue el momento.

Un filósofo antiguo, Sócrates, defendía que nadie podía saber que había tras la muerte, pero teniendo en cuenta que en aquellos tiempos no existía tecnología alguna que pudiera demostrar algo sobre esto, no se podía probar la tesis que defendía. Sin embargo, estamos en el siglo XXI y gozamos de multitud de herramientas para hacer estudios y exponer suposiciones más concretas acerca de lo que ocurre tras este hecho.

El resumen de estas razones es la ausencia del saber sobre lo que no conocemos. No tenemos conciencia ni de qué forma ni cuándo llegará el momento. Con estas soluciones, todos podríamos dejar de pensar en la muerte de la manera en la que la hacemos ahora, dejándonos así ver a la vida como algo prioritario.

En el futuro, y aunque ahora suene a utopía, todos conocerán los remedios para dejar a un lado un temor que no requiere tanta atención como otros y solventar los problemas que de verdad son necesarios para ayudar al mundo. El miedo a la muerte será encerrado en un cajón con llave que será lanzada al mar. Veremos la muerte como algo que algún día llegará, pero que no nos quitará el sueño y en ese preciso instante se habrá transformado un miedo en una despreocupación.

6.- ¿SE PUEDE MEDIR EL AMOR?

Ana Rascado Fernández

La homosexualidad proviene del término griego ὁìüò (igual) y del latín ‘sexus’ (sexo), siendo esto una atracción romántica o sexual hacia personas del mismo sexo.

De la homosexualidad se lleva hablando desde que el mundo es mundo, incluso los filósofos que estudiamos los cuales ya sabían de su existencia e incluso la practicaban -aunque claro, la homosexualidad femenina no estaba bien vista porque “la mujer era para la reproducción, y el hombre para el placer”. Gracias Safo por no corroborar esa teoría.

Aunque, durante los siguientes siglos a la época grecolatina, la homosexualidad será perseguida, castigada, burlada… hasta nuestros días, en los que aún sigue sucediendo.

¿Es justa la forma en la que es tratado el colectivo? ¿Es sensato? ¿Hay solución?

No es la primera vez que se habla de la homosexualidad en el campo de la ética. El personaje más destacado es Pablo Vidarte con su ensayo Ética Marica en la que expone, tanto como filósofo y como activista gay, la creación de la conciencia respecto a este tema.

“La lucha contra la homofobia sólo es posible y realmente eficaz dentro de una constelación de luchas conjuntas solidarias en contra de cualquier forma de opresión, marginación, persecución y discriminación…”

¿Por qué es tan importante la lucha contra esta desigualdad?

Podríamos empezar con números: 76 países la consideran ilegal, 8 países la condenan con pena de muerte, 34 países la consideran una situación agravante en caso de crimen de odio…

También tenemos el atentado que ocurrió en Orlando, Florida, en junio de 2016 el cual se llevó por delante la vida de 50 personas, porque son personas, no son alguna anomalía extraña ni “una enfermedad” como estaba calificada hasta el 1973, cuando decidieron eliminarla del “Manual de Diagnóstico de Trastornos Mentales”.

En Brasil, el año pasado se llevó más de 350 víctimas por violencia homofóbica, lo que supone un asesinato cada 25 horas. Esta cifra ha subido porque solo en los 22 primeros días de 2017 han sido documentados más de 23 asesinatos, más de uno diario.
¿Sigue haciendo falta que explique el porqué de la necesidad del cambio?

El cambio no es imposible, pero en esta sociedad llena de prejuicios, sería difícil. Aunque si queremos cambiar las cosas, deberíamos ir añadiendo granito de arena a granito de arena, hasta conseguir estos tres pasos que harían de la sociedad un lugar mejor: desaprender, aprender y actuar.

1. Deberíamos desaprender todos aquellos comentarios peyorativos que la sociedad ha creado como maricón o bollera. Son comentarios que los niños pequeños se acostumbran a oír y los tomarán como palabras normales como podría ser bonito o cielo. Esas cosas deberían cortarse de raíz.

2. Al haber desaprendido estas, lo siguiente sería aprender a tomar conciencia de lo que una vez hicimos mal para no volver a repetirlo, pensar en todo aquello irrespetuoso y comenzar a comprender qué es lo que hacíamos mal.

3. Y por último, actuar. Tomar acción y comenzar a modificar el mundo, haciendo de este un lugar un poco mejor. Si vamos poco a poco y todos nos concienciamos y ponemos de nuestra parte, podríamos lograr realizar un gran cambio.

 

Quién tiene el control (FullSizeRender.jpg)

 

7.- CRÍTICA AL MUNDO REAL

Manuel Sola Molina

Antes de nada quería decir que yo quería hacer una distopía, pero al recoger las ideas de esta me di cuenta que tenía muchas cosas en común con el mundo en el que vivimos actualmente, por lo que para no hacer una burda descripción de la actualidad hago mejor una utopía.

Para empezar la descripción de mi mundo ideal he de decir que su forma de gobierno se trata de una  república en el que los máximos dirigentes sean votados democráticamente por toda la población que tenga la ESO. Las políticas de este gobierno deberían servir en su mayoría para intentar lograr la máxima igualdad económica posible, ya que sería estúpido poner leyes que solo hicieran que las familias que tengan menos renta económica alcanzarán un alto nivel de pobreza, mientras que las familias con una renta económica elevada, fueran cada día más ricas. Me veo en la obligación de decir que obviamente a cualquier político o empresario que haya sido arrestado por corrupción irá a la cárcel y deberá devolver todo el dinero robado. Los circos, zoológicos o cualquier actividad de ocio que esté vinculada al maltrato animal y nos haga cuestionarnos en que época de la historia estamos, serán prohibidas.

La educación será laica, gratuita y obligatoria. Todos los ciudadanos deberán especializarse mínimamente en un campo en concreto, ya que así tendrán trabajo seguro. Los criterios de evaluación de los alumnos no se regirán a exámenes que solo sirven para descubrir qué alumno tiene la mejor memoria de la clase, sino que se expondrán proyectos relacionados con el tema que estén dando, que les sirva para saber cómo moverse en el mundo laboral.

La religión estará excluida del Estado y de la educación. La religión es necesaria, ya que ha existido desde tiempos inmemoriales y eso nos demuestra que sirve para tranquilizar a los ciudadanos acerca de los sucesos que pueden suceder tras la muerte, pero esta se deberá practicar en privado y no se podrá inculcar a los hijos u otra gente, ya que ellos tienen derecho a elegir la religión que quieren seguir o simplemente ignorar estas. Se tolerarán todas las religiones y no habría guerras entre estas ya que “mi amigo imaginario no es mejor que el tuyo”.

La sociedad perfecta sería una en la que no existiría la codicia, ni la hipocresía. Todos los ciudadanos saben que todo el mundo nace libre y tiene derecho a la vida, por lo que se comportarán de forma pacífica y las adversidades que se planteen se solucionarán mediante el uso de la ética y la moral, siempre se va a tratar de ayudar a los más desfavorecidos, ya que la gente comprendería que son iguales a ellos. Se tolerarían todos los pensamientos que no hagan un indicio a la discriminación o al odio. Nadie es mejor que nadie. El respeto hacía la persona se gana con bondad y no con dinero.

Deseo una sociedad en la que la gente no se deje llevar por modas estúpidas que hacen replantearse si de verdad somos la forma de vida más inteligente del planeta, simplemente quiero ver a las personas ser ellas mismas y que disfruten siendo lo que son, sin miedo a lo que puedan opinar los demás de ellos. Deseo una sociedad que no tolere que se hagan canciones con mensajes discriminatorios solo “porque tienen buen ritmo”. Deseo una sociedad que no se preocupe de si Messi tiene un tatuaje en el glúteo menor o de que Alejandro Sanz comió en el “Bar Manolo”, quiero una sociedad que se preocupe por sus derechos y que si ve que los máximos dirigentes del país se están riendo de ellos en su cara, salga a la calle a protestar y pedir un trato justo. Deseo una sociedad que luche por la igualdad de género y raza, pero que luche bien, no subir una foto al Facebook de un lacito rosa y quedarse a gusto todo lo que queda de año. Deseo una sociedad que no se vea obligada a irse de su tierra para encontrar un trabajo digno. Simplemente deseo que la gente utilice la razón y tenga un mínimo de sentido común.

¿Tan difícil es?