Francisco Vico: "Hoy en día, programar aporta una ventaja competitiva indiscutible"

Con motivo del próximo TXACkathon convocado por la Universidad de Málaga para la primera semana de marzo, nos ponemos en contacto con Francisco Vico, el gran impulsor del evento. Este ingeniero informático e investigador, catedrático de Inteligencia Artificial, se ha centrado en los últimos años en el desarrollo de tecnologías educativas y está convencido de los beneficios de aprender a programar desde edades tempranas. Así, la plataforma ToolboX.Academy, desarrollada desde la universidad malagueña, está ya implantada en más de 200 centros de Andalucía y ha sido seleccionada por el Banco Interamericano de Desarrollo como una de las 10 mejores propuestas (de entre casi 300 que se presentaron). Su último proyecto, la serie de televisión Txac Planetbasada en ToolboX.Academy para enseñar a programar a estudiantes de Primaria y Secundaria, ya se está emitiendo en Canal Sur TV y en otras televisiones autonómicas.


Empiezo preguntándote por el próximo evento: habéis convocado para principios de marzo un hackathon de programadores de nivel preuniversitario usando la plataforma ToolboX.Academy. 

En efecto, para la semana del 1 de marzo, con final el día 6. 

¿Qué acogida tiene este tipo de eventos si tenemos en cuenta las anteriores ediciones? 

La respuesta suele exceder las expectativas, al alumnado le gusta demostrar sus habilidades y medirse con otros centros; los premios son secundarios, es más una cuestión de reputación. En el TXACkathon de SIMO EDUCACIÓN celebrado en IFEMA, la primera convocatoria de este evento, ya participaron 3000 estudiantes, desde 1º de Primaria hasta 2º de Bachillerato, cada curso con un grado de dificultad adaptado a sus capacidades. La plataforma es (y será) gratuita, como la participación en este evento: nada que perder y mucha diversión que ganar. Seguro que al personal docente les va a impresionar el grado de compromiso que alcanza el alumnado durante los pocos días que dura este reto y el conocimiento que adquieren sin esfuerzo.

¿Qué papel cumple la serie TXAC Planet en el TXACkathon? 

La serie fue una iniciativa que surgió para dar más difusión a la programación y también para llegar a más hogares (Internet aún no tiene tanta cobertura como la televisión). Es cierto que son medios muy distintos, pues en la plataforma la programación es interactiva, pero hicimos una selección de tareas que hiciera pensar al espectador, suficientemente sencillas para entender el concepto o ver el error en poco tiempo. Creo que el resultado es muy bueno y las chicas y chicos disfrutarán aprendiendo sobre astronomía y programación.

Y la plataforma ToolboX.Academy está teniendo buena aceptación por el profesorado. ¿Qué grado de implantación tiene este curso en Andalucía o en otras comunidades? 

La adopción de ToolboX.Academy está creciendo mucho en los últimos cursos, siendo una alternativa a otras herramientas, como Scratch o Code.org, sólo que en este caso está basada en texto (no en bloques) y eso la hace más próxima a la forma en que codifican los profesionales. En Andalucía está bien implantada por ser la primera comunidad que empezó a utilizarla y en el País Vasco también se está utilizando mucho entre Ikastolas (existe versión en euskara). De los más de 200 centros que lo utilizan, hay en todas las comunidades autónomas.

Imagen del entorno de ToolboX.Academy

¿Existe también demanda internacional?

Ahora empieza a utilizarse en Colombia. Esperamos que tras ser seleccionada entre las 10 mejores propuestas (de entre 296) por el Banco Interamericano de Desarrollo, la expansión por Iberoamérica sea rápida. Por dar una idea, hasta el momento se han resuelto en la plataforma más de medio millón de tareas de programación, es un buen indicador de impacto. 

¿Crees que este tipo de iniciativas pueden contribuir a acabar con la brecha digital de género?

Sin duda. Es la mejor manera de atacarla. Las niñas y jóvenes necesitan modelos en los que inspirarse, pero no los encuentran en la televisión, ni en las redes, por lo que ven que programar es cosa de chicos (de "frikis"). Cuando ellas empiezan a programar en cualquiera de las plataformas existentes en línea, ven que progresan igual que los chicos, se convierten en sus propios modelos a seguir. Hasta ahora, hemos tenido más ganadoras que ganadores en los eventos que hemos convocado y los datos en nuestra plataforma demuestran que el desempeño no depende del género, como es de esperar.

Si una chica termina Bachillerato viendo que puede programa como cualquier chico, tendrá buenos argumentos para escoger carreras de ingeniería y eso le dará acceso a muchos puestos de trabajo bien remunerados, lo que incide no sólo en la brecha en STEM, también ayudaría a reducir la brecha laboral y salarial.

Siempre has sido partidario de que niños y niñas aprendan a programar desde edades muy tempranas. ¿Por qué es tan importante que lo hagan? ¿Cuál consideras que es la edad más adecuada para introducir a los pequeños en este lenguaje? 

En realidad, el pensamiento computacional se puede adquirir a cualquier edad, aunque es más fácil de asimilar si se empieza desde la infancia, como ocurre con el aprendizaje de los idiomas. El lenguaje de los ordenadores tiene la ventaja de ser muy sencillo gramaticalmente y sólo escrito (no hay que aprender nueva fonética). Hemos hecho experiencias desde preescolar y, aunque aún no conocían las letras, con algo de ayuda acababan aprendiendo las secuencias de teclas para dar comandos al robot y conseguir resolver las tareas. Si desde los cinco años ya saben los rudimentos de la programación, su mente empieza antes a imaginar qué se puede llegar a hacer con un ordenador.

Y en el caso de los mayores, ¿cualquier edad es buena para empezar a programar o se corre el riesgo de quedarse desfasado si uno empieza tarde?

Respecto a adultos, el "reskilling" y "upskilling" son formas de reciclaje profesional que surgen por la transformación digital, un proceso general que afecta a la mayoría de las empresas e instituciones, en cualquier sector. Dentro de este reciclaje, conocer el lenguaje de las máquinas es esencial, permite automatizar procesos y hace a las empresas más competitivas. Cualquier edad es buena para empezar, sólo hay que elegir las herramientas (plataformas, vídeotutoriales, lenguajes, etc.) adecuadas.

En tu opinión, ¿tenemos en las aulas andaluzas bien integrado el aprendizaje de la programación en el currículum o queda más bien como una opción extraescolar? ¿Qué habría que hacer para mejorar esta implantación? 

Andalucía está bien posicionada curricularmente, con dedicación a TIC desde los últimos cursos de Primaria y toda la Secundaria. El esfuerzo que se está haciendo actualmente para dotar de medios (ordenadores y acceso a Internet) a los centros es notable y tendrá una repercusión muy positiva en la mejor formación tecnológica de alumnado.

Y la plataforma permite también hacer un seguimiento del progreso del alumnado, ¿verdad?

Sí, el profesorado ve el desempeño de sus estudiantes en la plataforma mediante curvas de progreso e incluso se detectan posibles casos de necesidades educativas especiales en función de su actividad.

Curvas de progreso en ToolboX

¿En general el profesorado cuenta con suficiente formación para llevar la programación a sus clases?

Desde el inicio de PRODIG (ahora Transformación Digital Educativa) se ha llevado a cabo una apuesta firme por difundir opciones educativas entre el profesorado y fomentar la participación. Sin embargo, hay que ser realista: si la implantación de un segundo idioma exigió la acreditación del profesorado para impartir clases en modalidad bilingüe, una buena enseñanza de la programación también requeriría que el profesorado tuviera sólidos conocimientos informáticos (lo que no ocurre en la mayoría de los casos, de hecho hasta para las empresas es muy difícil encontrar programadores). ¿Cuál es la solución rápida y económica? Seguramente delegar más responsabilidad en el ordenador. A fin de cuentas, programar consiste en hablar con el ordenador, dejemos por tanto que sea él quien enseñe este lenguaje, siempre con la monitorización y orientación del profesorado, pero sin exigirle un nivel alto de conocimientos. ToolboX.Academy, además de tareas para resolver, proporciona al docente un solucionario, de este modo es sencillo abordar la programación. La tecnología se adapta a las necesidades del alumnado y profesorado, en lugar de esperar que estos se adapten a la tecnología.

Aprender programación tiene una indudable aplicación en disciplinas científicas. ¿Crees que también puede ayudar al alumnado en otras disciplinas, como las humanísticas?

Hoy en día, programar aporta una ventaja competitiva indiscutible. Es difícil imaginar a un biólogo sin conocimientos de programación en la era de la genómica y la proteómica, o a un epidemiólogo que no pudiera simular la evolución de una pandemia. Estos profesionales pueden, por supuesto, utilizar software libre o comercial al nivel de usuarios, aunque obtendrán mucho más beneficio si pueden editar código existente o hacer el suyo propio, ahí no existen límites. Pero también en las humanidades. Pongamos, por ejemplo, un abogado que busca jurisprudencia entre miles de textos jurídicos. Si no existe un paquete a medida (o no lo puede pagar), hacer un script (un pequeño programa) que recorra los textos en busca de palabras clave es casi inmediato, basta con un comando desde una terminal en Linux (un sistema operativo gratuito). Mi percepción es que, en breve, saber programar será más valorado que un segundo idioma.


"Mi percepción es que, en breve, saber programar será más valorado que un segundo idioma".

 

Al hilo de la pregunta anterior, personalmente me fascinan los avances que se producen en el terreno del procesamiento del lenguaje natural (reconocimiento del habla, síntesis de voz, generación de textos, traducción…) Sin embargo, algunos docentes ven en esta tecnología a un enemigo, más que un aliado. Por ejemplo, profesores de idiomas que se escandalizan cuando sus alumnos utilizan traductores. ¿Qué opinas al respecto?

También la calculadora es vista como un enemigo en clases de matemáticas. Y, aunque es cierto que el alumno debe adquirir competencias de cálculo, la realidad es que hay servicios online que realizan gratuitamente complejos cálculos numéricos y simbólicos, y no esperaría que en el futuro un profesional prefiera hacer esta tarea "a mano", sin duda va a recurrir a la capacidad de los ordenadores para solucionarle el problema. En el caso de Lengua, existe una disciplina académica especializada en esto: lingüística computacional. Y no es realista poner puertas al campo. Esas herramientas se utilizarán en el futuro masivamente, igual que el procesador de texto ha sustituido casi por completo al texto manuscrito. Quizás dictar sea más rápido que escribir (como hago yo ahora) y traducir más práctico que aprender idiomas, pero cuidado, eso introduce una dependencia de la tecnología que debe gestionarse adecuadamente. Y ese es el desafío para el profesorado: saber cómo y cuándo hacer uso de las nuevas tecnologías, sin miedo, con originalidad, confiando en la buena intuición de sus estudiantes para proponer alternativas. El reto está dentro de cada móvil que hay en cada mochila.