José Luis García y el Proyecto Heimdall, innovación educativa a través de un casco inteligente

Quizá la metodología que mejor define al proyecto Heimdall es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), puesto que el objetivo final es la construcción de un casco inteligente que pueda ser útil para cuerpos de bomberos, fuerzas de seguridad, sector minero o equipos de rescate en general, pero al mismo tiempo es difícil encontrar una metodología innovadora que no esté presente en este proyecto encabezado por José Luis García (@profesorjlarcía) desde el IES Los Cerros de Úbeda. Además del reconocimiento en la última edición de los premios Grandes Iniciativas, de la Fundación Atresmedia, acaba de recibir la Peonza de Bronce en los últimos Premios Espiral, y José Luis está encantado, porque el bronce es una aleación de metales, del mismo modo que el desarrollo de su proyecto representa una combinación de metodologías.

¿Cuál de los  dos premios te hace más ilusión? 

Cada uno de ellos tiene gran importancia porque, por ejemplo, la Peonza de Bronce de los XIV premios Espiral 2020 que recientemente hemos recibido ha supuesto una experiencia muy especial, ya que el jurado que otorga el premio está compuesto por docentes como nosotros, profesionales que conocen nuestro día a día y las complejidades que encierra desarrollar experiencias como esta. Me consta que el jurado no lo ha tenido fácil a la hora de decidir entre los diferentes proyectos presentados, han sido más de 100.

También hay que tener en cuenta que esta edición ha tenido un marcado carácter social y, quieras que no, un proyecto como el nuestro, que es más técnico y quizá tenga menos parte social en ese sentido, hace que el logro sea un poco más valioso.

Por otro lado, la mención de honor de los 7º premios “Grandes Iniciativas” de la Fundación Atresmedia, quizás sea más mediática o con una visibilidad complementaria y, aunque se ha fallado hace unos poquitos días, hasta septiembre no será la ceremonia de entrega de premios en Madrid. Se han presentado más de 500 experiencias y proyectos en diferentes categorías, a nivel nacional. Así que para nosotros es un orgullo haber llegado hasta aquí. El objetivo era que Heimdall saliera del aula, dar visibilidad a nuestro trabajo en FP y que tuviera trascendencia.

Hablemos un poco del proyecto. Estoy viendo los cascos desde aquí… Esos cascos tienen una larga trayectoria, ¿en qué fase os encontráis ahora?

Como siempre digo, comenzamos este proyecto en el IES Oretania de Linares allá por el año 2016 y allí desarrollamos este casco, el modelo azul y rojo. Fue el primero de ellos. Gracias al CEP de Linares pudimos imprimir en 3D las diferentes partes, por medio de nuestra alumna Lucía, que se encontraba desarrollando su periodo de FCT en dicho Centro de Profesorado.

Pasado un tiempo, ya en el IES Los Cerros desarrollamos el segundo prototipo, el negro y rojo. En este hemos incorporado e integrado los diferentes avances de todos estos años.

Por así decirlo, el casco es un medio a través del cual he intentado ir desarrollando diferentes contenidos de algunos de los módulos profesionales del ciclo o ciclos en los que hemos aplicado esta experiencia. En definitiva, se trataba de conseguir un producto final y hacer que este tuviera realmente cierta calidad y un aspecto atractivo visualmente.

Tras los primeros años, era necesario provocar en el alumnado ese efecto “wow” que les incitara a participar. Además de que fuera atractivo, buscaba un medio para enseñar de otra manera, para trabajar el mayor número de disciplinas y que les llamara la atención, que los motivara, que nos permitiera investigar y mejorar como docentes. Además, ha sido muy interesante que el producto incorporara elementos muy relacionados con sus aficiones y gustos: el cine, los videojuegos, nuevas tecnologías, etc.

Y para darle un valor añadido, debía tener el objetivo de ser útil realmente. No deja de ser una idea, un prototipo, pero este conjunto de elementos nos ha ofrecido muchas facilidades para desarrollar de una manera más atractiva contenidos como redes de telecomunicaciones, gestión de bases de datos, programación, sistemas operativos, hardware, gestión de servidores, electricidad y electrónica, cultura MAKER, impresión en 3D y un largo etc.

Porque el proyecto lo abarca todo…

Intentamos mantener abierta la puerta a la mayor cantidad de áreas posibles. No obstante, no todo es idílico, pues no siempre es posible conseguir que ese departamento o docente que te gustaría tener en el proyecto disponga del tiempo o la posibilidad para unirse a la experiencia.

Siempre estamos abiertos a nuevas colaboraciones y desde aquí va mi invitación a cualquier docente, centro, institución o empresa para que colaboren con nosotros. Ahí sí que creo que incluyendo a otros compañeros y compañeras de otras áreas se enriquece una barbaridad el proyecto y podría serles útil.

Entonces lanzamos el guante, ¿verdad?

Sí, sí, cualquier centro que esté interesado y que entienda que un proyecto como este puede aportar una mejora en la motivación de su alumnado o desee encontrar una colaboración dinámica e interesante pueden contar con nosotros para encontrar opciones de colaboración. De hecho, a diferentes niveles, han sido tres centros los que han colaborado en este proyecto y, lógicamente, nos vendrá muy bien.

Una curiosidad: ya que te veo con los cascos ahí, además de esos, ¿hay físicamente otros ya fabricados?

Actualmente sólo existen estos dos. El Heimdall I (azul y rojo) está previsto utilizarlo el próximo curso para las fases de entrenamiento y primeras pruebas.

Normalmente, suelo empezar a trabajar el proyecto con los alumnos de primer curso del ciclo de grado superior y medio, dependiendo de los módulos profesionales que tenga asignados en cada curso. Aún así, mi filosofía es que esté presente en el mayor número de mis módulos profesionales. Como decía, en primero solemos empezar el entrenamiento y primeros subproyectos y cuando pasan a segundo, se les propone que trabajen de una manera más específica en cada parte del casco. La intención es que cuando afronten el módulo profesional de proyecto, bien porque lo hayan propuesto ellos, o bien porque nosotros lo hayamos recomendado, que elaboren un proyecto centrado en una parte o varias del casco.

Pero eso sí, teniendo en cuenta que el resultado pueda integrarse de manera efectiva en el prototipo. Es decir, que todo su trabajo tenga visibilidad en el producto final. De hecho, los dos proyectos que se han presentado a finales de junio y que estaban directamente basados en Heimdall, han obtenido unos resultados de gran calidad, tanto académica como técnicamente. En un futuro muy cercano esperamos que sean integrados en el próximo prototipo en el que se centrará uno de los próximos proyectos.

Ha habido buena cosecha…

Podemos decir que sí. Es innegable la influencia del COVID19 y el confinamiento, pero quizá nos ha permitido afrontar el proyecto de una manera distinta y enriquecedora. Como indicaba anteriormente, los resultados a nivel de proyectos de 2º curso han sido estupendos y las actividades desarrolladas con el alumnado de primero han permitido ver el potencial que el proyecto puede ofrecer online.

Es curioso que, siendo ya un casco la idea primera, todo lo que ha sido la producción del movimiento maker se ha centrado en esta parte del cuerpo, en cubrir la cabeza, con pantallas protectoras, por ejemplo. Entonces, ¿en qué medida el hecho de que ya estuvierais trabajando con eso ha facilitado luego vuestra participación en el movimiento maker cuando se ha desatado el Covid?

Mucho. Cuando nos encontrábamos en un proceso de invención como este y se produce la pandemia, todos hubiéramos deseado tener terminado un dispositivo que fuera útil de algún modo ante el COVID19.

No obstante, había que aprovechar lo que sabíamos de diseño e impresión en 3D para colaborar con el movimiento MAKER que surgió casi espontáneamente para fabricar pantallas de protección facial. Esos conocimientos nos han dado la oportunidad de entender la dificultad por la que pasábamos y lo importante que es lo que podíamos llegar a hacer cada uno desde casa.

Cuando empezó el movimiento, que al principio parecía ciertamente caótico, la comunicación entre los diferentes “productores” se basaba en grupos de Telegram, intentando llegar a un modelo de pantalla que garantizara alguna protección y que pudiera ser aceptada por sanitarios, fuerzas de seguridad y demás personas que necesitaran protegerse. La verdad es que ahí hubo un momento complicado y necesitábamos coordinarnos.

Fue entonces cuando surgió una iniciativa para coordinar esfuerzos por parte de un conjunto de empresas e instituciones de la zona de Jaén, concretamente de Linares y Mengíbar. Se creó una infraestructura que nos consiguió organizar. De dicha unión surgió un sistema online para gestionar la oferta y la demanda, facilitar los modelos 3D de pantallas válidas para imprimir, una logística que permitía recoger la producción y hacerla llegar a quien lo iba necesitando. Además, a cada productor se nos hizo llegar material PLA para poder seguir imprimiendo. Y aunque lo fabricado no estuviera homologado, en aquel momento no había existencias casi de nada y les vino muy bien.

Quizá uno de los elementos más buscados fueron los acetatos transparentes que se montaban junto con los soportes impresos, y ahí estábamos todos intentando hacernos con ellos. Las dudas y consultas entre los makers se sucedían: que si este modelo tarda una hora y media, que si este tarda cuatro, cómo solucionar las averías que se iban planteando...

Las impresoras echaban humo día y noche. Y eso había que contárselo a nuestro alumnado y hacerles ver que lo que aprendían en el centro podía tener una utilidad real en casos como este. Lógicamente, te trasladaban que para ellos era un gesto que valoraban muy positivamente. Y sabíamos hacerlo, porque sabíamos impresión 3D, sabíamos diseño, sabíamos reparar impresoras 3D en caso de fallo, a no ser que fuera un fallo importante como el que nos ocurrió con la nuestra... Fue muy emocionante ayudarnos en comunidad, definitivamente ha sido un honor haber podido colaborar.

Por cierto, el casco, tal y como es ahora mismo, ¿podría usarse en una situación de pandemia?

Justo en este momento, no. No es hermético actualmente, aunque algunas de las funciones que estamos incorporando podrían ser útiles.

Sería una posible mejora, ¿verdad?

Sí, sí. Siempre que hablamos del casco, cuando lo hemos llevado a congresos, jornadas o ponencias, surge la típica pregunta: “Qué pasada… ¿pero es operativo?” Y siempre hago hincapié: "tened en cuenta que lo que estáis viendo es un prototipo, está creado para poder trabajar en él un grupo de alumnado, es decir, abrir el casco y empezar a conectar cableado, sensores, leds, etc". Aún no es un dispositivo que haya pasado por un proceso de preparación para su fabricación industrial. Entonces, al ser un prototipo, sus funciones han de ser operativas pero podemos ir añadiendo o quitando cosas, modificar su comportamiento, imprimir nuevas piezas que puedan integrar otros sensores o cualquier otro elemento. Estamos en contínua evolución.

Como indicaba antes, hay que tener en cuenta que está fabricado en PLA, que es un plástico con ciertas limitaciones térmicas/mecánicas y que nos permite velocidad de prototipado, pero que para lograr un casco seguro habría que hacer un estudio mucho más exhaustivo en lo que a materiales se refiere y su proceso de fabricación. Aún queda mucho por hacer, como ves.

Bueno, está bien que haya un camino que recorrer, lanzamos otro guante para alguien que se quiera implicar en el tema de fabricación y comercialización…

Claro, además, ese guante lo tenía apuntado. Porque, claro, uno quiere para su proyecto lo mejor, ¿no? Echo de menos, y supongo que será un paso posterior, el llegar a algún tipo de contacto con empresas que nos pudieran ayudar o acompañar en ese sentido.

Hace un tiempo, en uno de los congresos en Jaén, alguien apuntaba: “¡Esto hay que patentarlo!”. Al principio, al tratarse de un proyecto educativo, te lo piensas y dices: “hombre, a lo mejor está exagerando”, pero según van pasando los años —son cuatro, casi cinco años ya—, me pregunto: ¿y si sí?, ¿y si lo analizáramos desde ese punto de vista? A lo mejor su aspecto cambiaría totalmente, pero ¿y si llegase a convertirse en algo que pudiera ser fabricado aquí en Andalucía?

Y si nos detenemos a reflexionar, este puede ser un camino válido que permita amortiguar los efectos negativos que otros sectores pueden estar sufriendo en estos momentos. El germen está sembrado en el alumnado, de eso se trataba. Y yo decía antes que el casco era una vía para llegar al alumnado, pero también para inculcar en ellos ese espíritu de inventar, de innovar, de buscar y de investigar cosas nuevas. Esto podría convertirse, si a lo mejor algún día llegamos a conseguirlo, en algo que se fabrique aquí en Andalucía, con las garantías, con los estándares, con lo que sea necesario.

FINANCIACIÓN

Claro, si no este casco, una variante o una evolución del mismo… es verdad que precisamente ahora que se habla tanto del declive del turismo y que hay que apostar por otras industrias, innovación y demás, que los chavales puedan aprender directamente con un proyecto como este, con este producto o cualquier otro, verdaderamente tendría mucho interés, estoy convencido…

Efectivamente, eso es crear en ellos una idea diferente de hacia dónde pueden encaminar sus pasos. En algunas ocasiones, cuando hablo con el alumnado sobre su futuro, existe cierto desaliento pensando en que deben marcharse para poder prosperar. Estaría bien invertir de alguna manera esta situación y quizá la innovación tecnológica pueda ser una de las claves para ello.

Respecto a la financiación, indicar que un proyecto como este es relativamente económico si hablamos desde el punto de vista educativo. No obstante todos los años se necesitan nuevos sensores, materiales, cableado, etc y requiere de una pequeña inversión. Nos hemos estado “nutriendo” de la dotación económica que se obtuvo cuando este proyecto fue autorizado como Proyecto de Innovación Educativa y Desarrollo Curricular de la Consejería de Educación en 2017, pero hasta la fecha ya se ha invertido dicha dotación y es a través de fondos del centro con lo que nos estamos financiando.

Es en este punto cuando la ayuda de nuestra administración, empresas o patrocinadores se convierte en fundamental. Cualquier sensor, cámara, microcontrolador o dispositivo con los que trabajamos tienen costes relativamente asequibles, pero para obtener resultados de cierta calidad dichos dispositivos deben tener fiabilidad y para ello hacen falta recursos, los institutos hacemos lo que podemos. Pero sí, no nos vendría mal alguna aportación adicional.

COMUNICACIÓN Y "DIVISIONES"

Pues nada, otro guante lanzado… Hablando de la Administración, yo te he conocido en el programa de innovación Comunica, y también estás en el programa Innicia. ¿Cómo es esa relación?

Comunica me ha dado la oportunidad de estar en un equipo espectacular, cada vez que nos reunimos, me hace especial ilusión reencontrarme con todos, porque son profesionales de primer orden y se aprende muchísimo.

Siempre que he podido he intentado integrar programas como Comunica, Innicia, AulaDCine, etc. en nuestro proyecto. Considero que todos estos programas son una propuesta muy acertada y que cubre múltiples aspectos que los centros necesitamos desarrollar con nuestro alumnado. Además, ofrecen una potencial para unir muy importante. Innicia aporta el emprendimiento, la innovación, ese contacto con la empresa, darle al proyecto un halo de... “industria tecnológica”, intentamos llevar esto casi como si fuera una empresa. Ten en cuenta, por ejemplo, la forma en la que el proyecto se ha organizado ha sido por divisiones, hablamos como en una multinacional: “este equipo pertenece a la división de Telecomunicaciones, o pertenece a la división de Imagen y Sonido…” Da mucho juego en la organización y los chicos y chicas ya hablan en ese mismo lenguaje: “Yo pertenezco a la división de Telecomunicaciones, o tenemos que contrastarlo con la división de Visión Artificial…” y se sienten dentro del proyecto, en un lugar, saben que ellos tienen que estar trabajando en ese área, que se pueden conectar con otras áreas, pero todos con un objetivo común. Se convierte en un elemento más de motivación.

La interconexión entre divisiones y que estas cooperen es otro elemento muy motivador, sobre todo cuando hay un problema y alguien no puede solucionarlo. Es muy curioso, darle ese formato de empresa hace que entiendan que al final forman parte del equipo y, en este caso, integrar Comunica o Innicia y hacerlo así es porque es necesario que se integren en equipos que van a trabajar juntos... y en el sector informático esto es imprescindible. Por ejemplo, Comunica nos ofrece la posibilidad de lograr una comunicación mucho más efectiva a la hora de concretar objetivos, discutir aspectos, exponer ideas, realizar documentos o difundir el trabajo. Por otro lado, Innicia nos aporta un punto de vista empresarial y el desarrollo de las SoftSkills, tan importantes hoy en día.

Porque los alumnos también lo cuentan.

Creo que es básico. A lo largo de estos años fomentamos que existan momentos en los que el alumnado deba exponer a sus compañeros cuál es el estado de sus subproyectos, por dónde van, qué dificultades están teniendo, a quiénes piden su colaboración o ayuda, poner ideas en común, plantear mejoras… En definitiva, la dimensión comunicativa es indispensable y complementa al proyecto estupendamente.

Pues me alegro mucho, porque era otra de las preguntas que te iba a hacer: por qué un informático como tú ha ido a parar a un programa en principio tan "lingüístico" como Comunica y ya me estás dando la respuesta. Pero además, hay más vínculos con la parte lingüística porque traducís los mensajes del mismo software a otros idiomas, incluido el chino, que se imparte en vuestro instituto.

Sí, la cuestión es intentar unir a cuanto más profesorado y más áreas, juntos somos más fuertes. Recuerdo que desde el IES Los Cerros se iba a realizar un viaje a China y me propusieron llevar de alguna forma nuestro proyecto. Nos pusimos manos a la obra y encargamos al alumnado de Chino curricular y de Inglés el análisis y traducción de diferentes elementos del proyecto. Para ello, ofrecí al alumnado una charla divulgativa sobre el proyecto y cómo se estaba desarrollando para, finalmente, solicitarles su colaboración. La verdad es que tuvo una acogida muy buena, les gustó mucho el proyecto e incluso pudieron ver el casco in situ. Fue ilusionante. Hacer que otros colaboren y que vean que son útiles es muy importante.

Hay que ver la mezcla de metodologías que tienes montada: aprendizaje interdisciplinar, cooperativo, flipped classroom… ¿Hay alguna que te quede por usar? Pero te felicito, de verdad, si a alguien le quedan dudas de la utilidad que pueden tener estas metodologías, pues ahí lo tienes…

A ver, no se aplican todas de golpe, lo que pasa es que, cuando lo resumes en una página web o en un vídeo, tienes que nombrarlas, porque en realidad las estás utilizando en mayor o menor medida. Siempre tienes la responsabilidad de intentar utilizarlas de la mejor manera posible. No obstante, cada una de esas metodologías las puedes aplicar con tu propio criterio, pero siempre intentando ser relativamente riguroso y fiel a su filosofía o estructura. Hay algunas que trabajo más frecuentemente, otras las controlas mejor y luego hay metodologías que son las que te surgen, o son adaptaciones de otras metodologías... no es fácil. Y en ciertos momentos resulta hasta arriesgado. De todos modos, hay que intentarlo porque cuando funcionan se obtienen resultados impresionantes y el alumnado lo valora.

Hablamos de futuro y de perspectivas… para empezar, ¿crees que el proyecto podrá seguir tanto de forma presencial como online, si fuera necesario?

La presencialidad en este proyecto es un factor muy importante, pero lo primero que tenemos que tener en cuenta es la seguridad del alumnado y el profesorado. Nosotros nos basamos para trabajar en una Raspberry Pi, que es un microordenador pequeñito, además de sensores. No sería extraño plantear la posibilidad de trabajar desde casa con dichos dispositivos de algún modo. Asignar a los diferentes equipos las tareas o áreas en las que deben trabajar y que se coordinen con los medios que hemos venido utilizando durante el confinamiento. Es posible ingeniar maneras de hacerlo.

Y sobre el futuro… si no recuerdo mal, existen entre ocho o nueve subproyectos y nuevas prestaciones a incorporar en el casco o sus accesorios, preparadas para que el próximo año los diferentes equipos empiecen a trabajar sobre ellas. A éstas habrá que añadir las que el propio alumnado proponga y espero que así sea.

¿Un detector de Covid, por ejemplo?

Bueno quizá a tanto no lleguemos, pero este año se ha logrado detectar con visión artificial si un individuo lleva o no la mascarilla puesta, o su rango de edad e incluso reconocimiento de personas. Tenemos que intentar que eso que tenemos en esa lista de cosas no solamente lo realicemos nosotros sino que haya centros que quieran unirse. Por ejemplo, que haya centros que se planteen: vamos a trabajar en el giroscopio que está por perfeccionar, o el visor HUD (Head Up Display) que llevaría en la parte frontal que también está en fase intermedia, elementos relacionados con el Covid como el termómetro infrarrojo sin contacto, etc. Estos y otros están por desarrollar e intentaremos sacarlos adelante.

Por el visor te iba yo a preguntar: una vez que se pone uno el casco ¿qué visión se tiene?, ¿es similar a unas gafas de realidad virtual o aumentada?

La primera idea era esa: vamos a intentar proyectar en la visera del casco datos como temperatura, niveles de toxicidad del aire, si estamos grabando imagen, etc., pero ese sistema es muy complejo y los dispositivos de proyección requerían de una inversión considerable. Cuando se expuso el proyecto Heimdall en SIMO EDUCACIÓN 2017, en el que fuimos galardonados con el premio a “Mejor experiencia MAKER”, tuvimos la oportunidad de analizar las gafas de realidad virtual de Microsoft, aunque la viabilidad de aplicación a nuestro casco estaría por determinar.

Ahora mismo estamos trabajando con una pequeña pantalla de 1,8 pulgadas en la que representamos información básica, quedando pendiente construir el visor en su totalidad y determinar qué información se va a desplegar en dicho dispositivo. Creemos que la comunicación por audio es más operativa en ese sentido.

Tanto la información por audio, como la mostrada a través del visor, se complementa con un accesorio que estamos creando, se trata de un brazalete que tiene un receptáculo para un smartphone que integra un software de control de funciones del casco, telecomunicaciones, geolocalización y visualización de datos. Aquí se nos ha presentado la oportunidad de trabajar la programación de dispositivos móviles. Otra área muy interesante y con gran proyección.

CONEXIONES

…Cuando uno tiene una pasión por algo siempre intenta buscar lo mejor para crecer. Es verdad que la administración nos ha apoyado y nos lo ha reconocido siempre que ha podido, pero considero muy útil promover la interconexión entre experiencias similares a través de congresos, encuentros, jornadas o ferias.

Nosotros así lo hicimos justo antes del confinamiento con el IES Jándula, al que nos desplazamos con el alumnado para aprender de los compañeros que habían fabricado el vehículo ecológico Lince. Como sabemos, el profesor Barbero lleva trabajando con bachillerato de una manera muy parecida a nosotros, siendo casi once años lo que llevan desarrollando este impresionante proyecto. Para nosotros era necesario aprender de ellos y poner en común puntos de vista e ideas.

Es cierto que en Andalucía hay bastantes proyectos de este estilo y se pueden buscar esas conexiones, ¿verdad?

Yo lo veo fundamental. Existen muchos formatos para ello y de esta interconexión pueden surgir oportunidades muy interesantes.

También estás relacionado con el IES los Remedios, de Ubrique

Sí, este instituto fue uno de mis primeros destinos como docente y le tengo un especial cariño. Tengo grandes compañeros en este centro y les propuse colaborar en el proyecto en la parte asociada al control del giroscopio.

Lógicamente, cuando propones a otros compañeros que integren un proyecto en sus clases no es fácil. Hay que analizar hasta qué nivel quieren llevar esa colaboración, con qué grupos de alumnado, qué conocimientos técnicos son necesarios, con qué área quieren trabajar, etc.

Por lo general, siempre intento preparar materiales o plantear opciones que tengan ese mínimo para empezar y a partir de ahí evolucionar... Se trata de aprovechar el tirón del proyecto y que los alumnos disfruten.

COORDINACIÓN Y ORGANIZACIÓN

Imagino que toda esa coordinación también es complicada.

Aunque es algo inherente al proyecto, organizar todo y coordinarlo se torna complejo en algunas ocasiones.

Quizá lo más complejo es el comienzo cada curso con el alumnado de primero. Lograr despertar la chispa de motivación para empezar a trabajar es un gran reto para mi. Pero conseguir que los equipos estén equilibrados, que acertemos con la división asignada y mantener el nivel de interés son cuestiones que hay que cuidar mucho.

Pensemos en que el alumnado desarrolla Heimdall durante dos cursos y cuando se encuentra en 2º curso, existen múltiples factores que atenúan el ímpetu con el que comenzaron esta aventura. Es ahí donde el apoyo y trabajo del docente se hace más complejo. A esto hay que añadir también que, a lo largo del desarrollo de cada subproyecto, se plantean dificultades técnicas que es necesario ir solventando, cuestión que también requiere de un esfuerzo en investigación y orientación del docente que, si no se realizan adecuadamente, pueden desembocar en una pérdida de interés del alumnado.

Pero lo mejor de todo, y en esto creo que todos los docentes estarán conmigo, es poder dar un paso atrás en tu clase y ver cómo tu alumnado funciona autónomamente. Es la satisfacción más grande que puede tener un docente, el ver cómo entre ellos se coordinan, se comunican, debaten, se complementan, se corrigen, colaboran y avanzan, eso me encanta.


"Dar un paso atrás en tu clase y ver cómo funcionan solos es la satisfacción más grande que puede tener un profesor, el verlos cómo entre ellos se coordinan, debaten, se complementan, se corrigen, colaboran y avanzan, eso me encanta".


Si es que al final aprenden ellos…

Así es. Nosotros somos un guía o un facilitador. Como indicaba anteriormente, nuestro papel tiene gran trascendencia, pues hemos de estar muy atentos a los cambios, las necesidades, las dificultades o los diferentes ritmos de nuestro alumnado.

Que no pierdan el ritmo, que cuando un alumno plantea una duda hay que irse a casa e investigar (a veces muchas horas), para al día siguiente ofrecerles una solución viable que les permita continuar. Porque hay momentos en que les surgen dificultades técnicas que hay que solucionar o plantear alternativas y, si el docente está ahí para apoyarles o darles esa solución, el alumnado lo valora enormemente y te permite compartir con ellos sus éxitos.

Toda esta labor debe estar apoyada en un conjunto de instrumentos que permitan una evaluación, un análisis de lo que está aconteciendo al inicio, durante y al finalizar cada año la experiencia. Estos instrumentos nos permiten organizar los datos obtenidos, extraer conclusiones y tomar decisiones de cara al futuro. Es imprescindible medir el impacto.

FUTURO Y FORMACIÓN

Y además del casco, ¿tienes alguna otra idea para el futuro?

El campo de los drones (drónica educativa) me resulta muy atractivo. Aunque creo que tardará un poco en llegar y veremos cómo integrarlo en nuestros ciclos.

No quiero dejar pasar la oportunidad de destacar que la formación técnica o específica del profesorado de Formación Profesional es muy necesaria. Valoro muy positivamente la labor que nuestra Consejería y los Centros de Profesorado están realizando en este sentido, pero el profesorado de FP necesita cursos específicos. Me consta que se hacen esfuerzos, pero hemos de seguir trabajando en la actualización del profesorado.

Así, con este último “guante”, terminamos la conversación, y José Luis se encarga de dedicar unas palabras a la revista, que no me resisto a reproducir: “Gracias a vosotros, Andalucía Educativa hace un trabajo excelente, yo le tengo un especial cariño a la revista por todos estos años que lleváis dando difusión a los proyectos que se hacen en las escuelas, hay muchas cosas y muy buenas que se hacen, enhorabuena por seguir ahí. Aunque sea en formato digital, siempre estaremos pendientes de lo que publicáis”. La verdad es que sienta muy bien escuchar estas palabras para terminar. Sienta como un guante...