La brecha de género agrieta la Formación Profesional

La Formación Profesional (FP) está viviendo una modernización y expansión significativas con el apoyo de las administraciones a nivel nacional y autonómico. Esto se ha traducido en un aumento notable del alumnado en la última década en este tipo de enseñanza posobligatoria, que se divide en FP básica, Grado Medio y Grado Superior. Sin embargo, este aumento del alumnado no ha reducido la brecha de género presente en la FP. El análisis de la elección del itinerario formativo en FP por parte de mujeres y hombres muestra un pequeño conjunto de familias profesionales feminizadas y un gran conjunto de familias profesionales masculinizadas. Finalmente, se abordan posibles causas de esta desigualdad de género, así como algunas propuestas para fomentar la igualdad en la elección de itinerarios formativos y laborales.

Pablo Rodríguez Núñez
IES Zaidín-Vergeles, Granada

El auge de la FP

La Formación Profesional (FP) está llamada a ser un elemento fundamental en la modernización del sistema educativo y laboral en nuestro país. A nivel nacional, el Ministerio Educación y Formación Profesional (MEyFP) tiene previsto la aprobación de la primera Ley de Formación Profesional en 2021 (1), que pretende actualizar, adaptar y expandir esta etapa formativa. Por su parte, la Junta de Andalucía ha anunciado la mayor oferta de plazas de FP con hasta 240 ciclos formativos (2), acompañado de un notable aumento de puestos escolares en centros concertados y privados. En este sentido, el objetivo planteado por el MEyFP es el de aumentar la tasa de jóvenes matriculados en enseñanzas de FP en España, que es del 12% frente al 29% de la Unión Europea. La tendencia actual es clara: en el curso 2018-2019 había 838.764 alumnos matriculados en enseñanzas de FP, un incremento del 72% respecto hace una década (3), principalmente en Grado Superior (Imagen 1).

Imagen 1: Evolución de alumnos en FP

Desigualdad de género
No obstante, este incremento del alumnado no ha modificado la desigualdad existente en la FP en España. Esta es considerada una etapa educativa mixta, ya que la proporción de alumnas y alumnos (44% vs. 56%) en el curso 2017-18 se sitúa entre el 40% y el 60% que se acepta como equilibrada. Sin embargo, en la actualidad el itinerario formativo en función del género fractura a la FP en dos mitades asimétricas, existiendo un gran conjunto de familias profesionales masculinizadas y un pequeño conjunto de familias profesionales feminizadas, tal y como se extrae del informe Datos y Cifras Curso 2019/2020 del MEyFP (3).

En concreto, casi tres de cada cuatro alumnas se matriculan en 5 de las 27 familias profesionales: Imagen Personal, Servicios Socioculturales y a la Comunidad, Textil, Confección y Piel, Sanidad y Administración y Gestión (Imagen 2) (4). En promedio, las alumnas representan el 79% del alumnado matriculado de este pequeño conjunto de familias profesionales, representando más de 8 de cada 10 plazas en las familias profesionales de Imagen Personal y Servicios Socioculturales y a la Comunidad.

Imagen 2: Distribución por género en las familias profesionales de FP

Por el contrario, la presencia en la FP de alumnos está mucho más diversificada, ya que su presencia es mayoritaria en 15 de las 27 familias profesionales. Los alumnos copan las familias profesionales del sector tecnológico e industrial, representando más del 95% del alumnado en familias como Transporte y Mantenimiento de Vehículos, Electricidad y Electrónica o Marítimo-Pesquero y más del 90% en Informática y Comunicaciones o Energía y Agua.

En este sentido, como se observa en la Imagen 2, la presencia de alumnas en familias profesionales masculinizadas es mucho menor que la de alumnos en familias profesionales feminizadas.

Esta desigualdad caracteriza a todos los niveles educativos de la FP. El número de familias profesionales con brecha de género se acentúa cuando el nivel educativo es menor, ya que en los ciclos superiores, los ciclos medios y la FP básica existe, respectivamente, un 75%, 80% y 85% de familias profesionales masculinizadas o feminizadas.

Además, un reciente estudio ha detectado una disminución del porcentaje de alumnas en el total de enseñanzas de FP en comparación con 2011, aunque en los últimos cursos académicos este porcentaje se ha estabilizado (4).

En conclusión, el itinerario formativo en las enseñanzas de FP está claramente segregado por el género. Específicamente, la elección de la rama profesional por parte de las alumnas es mucho más limitada en comparación con los alumnos, cuyo espectro formativo abarca un mayor número de familias profesionales.

Causas de la desigualdad y algunas propuestas
¿Por qué a pesar de que existe un número similar de alumnas y alumnos de FP, estos se concentran en familias profesionales diferentes? Este hecho podría ser el reflejo de lo que ocurre en nuestro mercado de trabajo, muy vinculado a esta etapa educativa. Según recoge María del Mar Maira de distintas investigaciones, el mercado laboral en España y la Unión Europea presenta un importante desequilibrio entre hombres y mujeres, ya que menos de un 20% de la mano de obra estaba trabajando en ocupaciones en las que había paridad en 2011 (5). De manera análoga a lo analizado en las enseñanzas de FP, existe una concentración de mujeres en un pequeño conjunto de ocupaciones, ya que en 2011 la mitad de las trabajadoras se concentran en 13 de las 169 ocupaciones recogidas por el Instituto Nacional de Estadística. Por otro lado, más de la mitad de los hombres trabajaban en ocupaciones en las que más del 70% son varones (ocupaciones masculinizadas)(5).

La relevancia de estos datos es crucial, ya que se ha demostrado que el factor con mayor peso explicativo de la brecha salarial entre hombres y mujeres es que los géneros se concentren en diferentes ocupaciones (6), acompañado de una posterior brecha de las pensiones en España (7).

Algunos autores afirman que la segregación de género en las enseñanzas de FP podría explicarse con el proceso de socialización que experimentan las personas desde que nacen, con un papel importante de la familia, el sistema educativo y la sociedad. De esta manera, desde la infancia, la construcción cultural del género conduce a que las personas jóvenes asuman determinados roles sociales, condicionando la percepción de que los estudios y oficios tienen género (4). Ambas cuestiones son el origen de la aparición de los estereotipos de género, que a posteriori podría contribuir a que las mujeres se concentren en itinerarios formativos y ocupaciones relacionadas con el cuidado (Servicios Sociales, Sanidad, Educación) y los estereotipos de género (Imagen Personal, Textil…).

Tras este análisis expuesto, es evidente que se necesita un cambio social que propicie una igualdad real en la elección de itinerarios formativos y laborales que a día de hoy está lejos de alcanzarse.

Para ello, la primera propuesta, a la que pretende contribuir este trabajo, es la realización de un diagnóstico sobre la brecha de género en las enseñanzas de FP por parte de la comunidad educativa y las distintas administraciones que nos permita abordar y tratar esta realidad que lastra la igualdad de oportunidades.

En segundo lugar, es necesario promover iniciativas educativas en los colegios e institutos que minimicen los estereotipos y las expectativas laborales asociadas al género. Una medida influyente podría ser visibilizar las alumnas y alumnos de FP que se encuentren, respectivamente, en familias profesionales masculinizadas y feminizadas, al igual que trabajadoras y trabajadores que estén en minoría en sus ocupaciones laborales.

En tercer lugar, y fuera del ámbito de este artículo, sería deseable que las administraciones, a través de la legislación e incentivos de distinto tipo, contribuyan a cambiar una realidad en España: las mujeres se concentran en un pequeño conjunto de ocupaciones laborales con mayor precariedad, lo que genera una brecha salarial y de pensiones.

La acción educativa y política ha de ser la herramienta para construir una sociedad más justa a través de la igualdad real en la elección del itinerario formativo y laboral en nuestro país.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y WEB

1. https://www.educacionyfp.gob.es/ca/prensa/actualidad/2020/12/20201217-leyfp.html

2. https://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/educacion/161341/FormacionProfesional/FP/Educacion

3. Datos y cifras. Curso escolar 2019-2020. Ministerio de Educación y FP (2019).

4. Aguado Hernàndez, Juli Antoni; Cano Montero, Francisco Javier y Sánchez Pérez, María José (2020). "Segregación por género y Formación Profesional: aportaciones al debate sobre la situación actual". Revista de Sociología de la Educación-RASE, 13 (3), 308-327. http://dx.doi.org/10.7203/RASE.13.3.16583.

5. Maira, María del Mar (2017): “La segregación horizontal por género y sus consecuencias en la ocupación masculinizada de mecánico/a en el subsector de reparación de vehículos en España”. Laboreal, 13 (1), 9-23. DOI: https://doi.org/10.4000/laboreal.1796.

6. Blau, F., & Kahn, L. (2000). "Gender differences in Pay." Journal of Economic Perspectives, Vol. 14, 4,75-99. https://doi.org/10.1257/jep.14.4.75

7. CCOO (2018). La brecha de género en el sistema de protección social (desempleo y pensiones). Madrid: Secretaría de Políticas Públicas y Protección Social CS de CCOO.