La coeducación a través del teatro: "Don Juan debe morir"

La Literatura clásica debe girar en torno a la competencia comunicativa, el eje que articula el proceso de enseñanza-aprendizaje de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura en la ESO. La unión de los textos clásicos y el teatro permite una aproximación didáctica que favorece las competencias fundamentales, tanto las comunicativas como las culturales y artísticas. Así pues, revivir a “Don Juan” será el principal objetivo de esta experiencia coeducativa, bajo una perspectiva de género que acerque el clásico universal a la actualidad.

Mar Vega Fernández | IES Son Ferrer, Mallorca

LA LITERATURA CLÁSICA EN EL CURRÍCULO DE LA ESO 

La educación literaria en el currículo de la ESO implica la lectura, la comprensión e interpretación de los clásicos universales a través de las cuales se enriquecen sus propias posibilidades expresivas, críticas y creativas. 

Por otro lado, la comunicación oral, otro de los principios básicos del currículo, pretende facilitar estrategias para que el alumnado pueda hacer un uso adecuado de la lengua en las diferentes situaciones comunicativas en las que se pueda encontrar a lo largo de su vida personal, académica y profesional. 

Al unir ambos fundamentos de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura nos proponemos alcanzar la competencia en lengua castellana como vehículo de comunicación, para la construcción de los conocimientos, para el desarrollo personal y para la participación en las creaciones culturales. Además, fomentamos el gusto por la lectura, la comprensión de textos literarios representativos desde el Siglo de Oro hasta la actualidad y esperamos que valoren la intencionalidad, la relación con el contexto sociocultural como parte del patrimonio cultural. 

EL USO DEL TEATRO EN LA LITERATURA CLÁSICA 

Acercar la Literatura clásica a los más jóvenes a través del teatro supone una estrategia didáctica fundamental que favorece el desarrollo integral de las personas y el conocimiento del mundo que les rodea. Los clásicos siguen vivos porque traspasan el tiempo y nos siguen hablando de valores universales que siempre han preocupado a la humanidad. En el caso de “Don Juan Tenorio”, el amor y la muerte. Pero el método de acercamiento requiere una reflexión profunda. Si se quiere motivar e implicar al alumnado es imprescindible la búsqueda de intereses comunes, la creación de un vínculo que los una en un mismo reto . 

Por lo tanto, el enfoque del proyecto debe tener dos pilares. Por un lado, la adaptación del texto clásico y, por otro, la versión actual. 

Como nos recuerda Rosa Navarro Durán en su obra Una vez hubo un libro (Sobre las adaptaciones de los clásicos, 2007): “Dos son las condiciones indispensables para una buena adaptación: la fidelidad al original y la reproducción de la unidad de la obra.” 

Nuestro primer cometido será realizar una selección de las escenas claves que mantengan la unidad del texto, sin alterar datos o personajes, ni modificar la intención del autor clásico. 

El segundo paso requiere la creación de una versión actualizada de las escenas elegidas. En definitiva, se trata de volver a escribir las escenas desde una perspectiva actual, como si se tratase de un espejo temporal. El planteamiento es el mismo, los personajes tienen los mismos nombres con pequeñas modificaciones y la resolución de los conflictos es muy similar. 

Si se plantea la representación clásica de “Don Juan Tenorio” un 31 de octubre, pocos estarán dispuestos a participar en el proyecto. Imponerles la lectura del clásico de Zorrilla es un error condenado al fracaso. En cambio, proponerles una fiesta de Halloween en el cementerio resulta más interesante . 

La clave está en el “metateatro”, es decir, el teatro dentro del teatro. “Don Juan debe morir” es una obra que une el clásico de Zorrilla con una fiesta de Noche de difuntos. En ella un grupo de jóvenes que pertenece a una compañía de teatro se propone representar en el cementerio la última función de Don Juan. Mientras, un joven “Dj T.” ameniza la velada y cava su propia tumba. Así, entre djs, zombis, duelos a muerte y convidados de piedra, conseguimos captar el interés de unos chicos que tienen más que ver de lo que se imaginan con esos amantes que acaban “malamente”.

Si esta obra ha perdurado en el tiempo es porque el conflicto sigue vigente en esta sociedad. Después de haberse burlado de doña Ana, doña Isabel, Tisbea y demás doncellas, Don Juan se enamora contra todo pronóstico de una inocente doña Inés. De igual manera, un joven Dj “Tenorio”, ligón, divertido y encantador noctámbulo, se las lleva a todas de calle: a la novia de su amigo Luis, Anuska; a la Tisbi, la más malota del instituto; a Isa, la fashion victim; o a la Brigi, la “mejor amiga” de Inés. Este abanico de mujeres nos permitirá reflexionar sobre los estereotipos femeninos y masculinos que imperan en la sociedad de todos los tiempos. 

LA COEDUCACIÓN A TRAVÉS DEL TEATRO 

Solo falta ponerse “las gafas lilas”, como diría Carmen Ruiz Repullo, y releer la obra con una mirada coeducativa. No cabe duda de que el mito de Don Juan ha traspasado nuestras fronteras. Sin embargo, llama la atención que un personaje que se presenta como un asesino en serie y un burlador de mujeres desde la primera escena, se haya convertido en un referente universal del mito del amor romántico. El objetivo de esta actividad, por tanto, será replantearse los valores que deseamos inculcar a nuestro alumnado sobre las relaciones amorosas y las consecuencias de las relaciones tóxicas. 

La experta socióloga nos advierte en su estudio La construcción social de las relaciones amorosas y sexuales en la adolescencia: «Graduando Microviolencias Cotidianas» (2014) del incremento exponencial de la violencia de género entre las relaciones de pareja de los adolescentes. 

Es de vital importancia incluir la educación afectivo-sexual en el currículo de la ESO. No solo se trata de desmontar estos mitos, sino de formar una sociedad más justa e igualitaria. La propia Ley 11/2016 de Igualdad de mujeres y hombres indica en el capítulo dedicado a la educación que la Administración educativa debe garantizar que haya una persona responsable de la coeducación en todos los centros educativos, encargada de impulsar la igualdad de género, que facilite un mayor conocimiento de los obstáculos y las discriminaciones que dificultan la plena igualdad entre hombres y mujeres. Hace ya tiempo que algunas comisiones pedagógicas trabajamos estos temas, pero el camino es lento y cargado de voluntariedad. La Ley Orgánica 2/2006 de Educación (LOE) ya explicitaba la necesidad de una formación equitativa en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en la igualdad efectiva de oportunidades entre hombres y mujeres. De igual modo, la Ley Orgánica 8/2013 (LOMCE) mencionaba ya la necesidad de que a través de la escuela se desarrollasen los valores que fomenten la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como la prevención de la violencia de género. 

Con este proyecto teatral se fomenta la construcción de las relaciones igualitarias de las mujeres y los hombres sobre la base de criterios de igualdad que ayudan a identificar y eliminar las situaciones de discriminación por orientación sexual y las violencias machistas. Asimismo, se podrán desarrollar muchos aspectos de las competencias básicas de manera transversal: la competencia en comunicación lingüística, la competencia cultural y artística, la competencia social y ciudadana, la competencia para aprender a aprender y la competencia en autonomía e iniciativa personal. Todas ellas son muy importantes en el desarrollo educativo de las personas pero, sin duda, la competencia social es la que más se trabaja. El enfoque teatral social, planteado por Tomás Motos, es el que más nos interesa. No se trata de un modelo de teatro como materia curricular basado en épocas, autores y géneros teatrales. Igual que somos conscientes del error que supone la obligatoriedad de las lecturas clásicas, también vemos que ese tipo de material curricular aporta escaso beneficio competencial en la formación integral de nuestros jóvenes. Así pues, se busca la creación de un trabajo colectivo en el que la participación de todos les permita encontrar nuevas formas de vivir juntos y crear nuevos modelos de comunidad plural. Se trata de presentar un proyecto ilusionante y de que todos se sientan parte fundamental en el desarrollo del mismo, protagonistas de su propia formación y orgullosos del resultado final que se compartirá con el resto de la comunidad educativa. 

ANÁLISIS DE NECESIDADES DEL GRUPO 

La planificación y la distribución de todo el trabajo final requiere un gran esfuerzo de organización previo. Desde el inicio del proyecto debemos tener en cuenta la diversidad de la clase y de la etapa. Se debe realizar una Evaluación Inicial de Nivel nada más comenzar el curso. Ella nos permitirá repartir de manera equitativa los papeles asignados según el perfil del alumnado. Nuestro objetivo es que toda la clase participe pero, evidentemente, el grado de implicación no será el mismo en todos los participantes. 

La lectura inicial del libreto clásico nos descubrirá el nivel de comprensión lectora de cada grupo. La complejidad del texto clásico se aclarará a través de una puesta en común. Así serán conscientes del esfuerzo requerido nada más comenzar y ya podrán elegir un personaje principal o secundario para trabajar la obra completa. 

La adaptación moderna del texto será el elemento motivador para aquel alumnado que muestre más reticencias con el proyecto. Una vez adjudicados los papeles clásicos a una clase, se efectuará una segunda lectura del libreto para el resto de los grupos. A pesar de que la representación no es el objetivo principal de esta propuesta, plantear la actuación como una recompensa final motivará a todas las clases a la hora de participar en la obra teatral. 

El aliciente moderno supone una adaptación acorde con sus intereses. Por eso, tanto el enfoque lúdico y cómico como el registro juvenil deben estar presentes en las escenas actuales. Sin duda, hay que buscar fuentes en sus referentes culturales con los que se sientan identificados. En muchas ocasiones, los guiones se vuelven a reescribir con sus sugerencias, tanto en el ámbito léxico como audiovisual. Las modificaciones enriquecen el trabajo y aportan frescura y originalidad. Además, eso les permite sentirse coautores del resultado final de la obra.

Petra-Jesús Blanco Rubio, en su artículo "El teatro de aula como estrategia pedagógica" (2001), sostiene que “gracias a la experiencia teatral se mejora la capacidad de escuchar y de exponer”. Así se consigue ampliar la expresividad de nuestros alumnos y su tolerancia ante la diversidad. Elevar la autoestima y la autoconfianza en el alumnado forma parte de los objetivos generales de este proyecto. No obstante, crear un marco de convivencia y coeducación entre toda la comunidad educativa es quizás el objetivo principal de esta idea. La participación en esta obra será una de las experiencias más enriquecedoras de su etapa educativa y permanecerá en su memoria de por vida. 

Por lo tanto, se necesita la implicación de todos y de cada uno de ellos. Se realizarán las modificaciones que sean oportunas para que se cubran las necesidades de todo el alumnado. Incluso aquellos que no deseen formar parte de la representación final, deberán trabajar en el proyecto, bien sea como ayudantes de dirección, de imagen, de sonido o de puesta en escena. 

SECUENCIACIÓN 

“Don Juan debe morir” se desarrolla a lo largo de todo el curso escolar. Afecta a diferentes áreas de la programación anual y, por lo tanto, la distribución de contenidos aparecerá cada trimestre. Como ya se ha mencionado, la planificación es fundamental para cumplir los plazos y llegar a buen puerto. 

ACTIVIDADES INICIALES: EL TEXTO 

Durante el primer trimestre se toma contacto con el texto escrito, tanto el clásico como el moderno. Las actividades se centran en la expresión y comprensión de los textos: lectura comprensiva, lectura dramatizada, puestas en común, etc. Todas estas tareas tienen como objetivo alcanzar la competencia en lengua castellana y literatura como vehículo de comunicación hablada y escrita. No debemos olvidar que se trata de que reconozcan la pervivencia de los personajes tipos, los temas y las formas a lo largo de varios periodos histórico-literarios hasta la actualidad. Así pues, la comparación de ambos libretos, clásico y moderno, les permitirá observar, analizar y reflexionar sobre los diferentes puntos de vista según la época o la cultura ante un mismo asunto. Todo ello encaminado a despertar su espíritu crítico ante lo que leen y lo que ven. 

Entre las actividades previas también debemos incluir las referentes a la coeducación. Pueden ser enfocadas de manera interdisciplinar, en tutorías o en la propia materia. 

En primer lugar, hay que detectar las actitudes, los valores y los pensamientos del alumnado para plantear posibles estrategias de transformación. Una vez planteados los mitos en torno a las identidades femeninas y masculinas que más atraen, se necesitará desmontar esos modelos de atracción que se van incorporando en la educación de los jóvenes a través de diferentes vías. Entre los recursos utilizados, de nuevo la guía didáctica de Carmen Ruiz Repullo “Graduándonos la mirada” será la base de las dinámicas de actuación: “¿Por dónde andamos?”, “Ser chica o chico en el siglo XXI”, “Dime con quién andas y …” , “Modelos de pareja”, “Mujeres, Hombres y … Estereotipos”, “¿El chulo hasta en la sopa?”. Cualquiera de ellas nos permitirá tomar conciencia de los prejuicios que se tienen sobre las relaciones amorosas y despertar el espíritu crítico de los jóvenes ante el mito del amor romántico.

La experiencia nos dice que las chicas son más receptivas y descubren rápidamente las grietas que presenta ese tipo de relaciones tóxicas. Ellos, sin embargo, suelen ser más reacios al cambio y cuesta más trabajo convencerles del desequilibrio emocional que se establece entre las parejas. Una asignatura pendiente a la que debemos prestar la máxima atención es la implicación de los chicos en esta lucha por la igualdad. Quisiéramos demostrar que este tipo de historias no solo afecta a las mujeres, sino que también perjudica seriamente a los hombres. La transformación de la sociedad y el camino hacia la igualdad no es una tarea exclusiva de las mujeres. Sin ellos no hay cambio posible. 

Una vez descubierto el texto, se debe dar paso al reparto de personajes. Ellos mismos deben decidir qué personaje les gustaría interpretar según el grado de implicación que deseen tener. No todos se sienten capaces de realizar un personaje principal o un personaje cómico. Así pues, se hará una selección de escenas en las que cada uno pueda elegir aquello que más le guste representar. 

Entre las escenas elegidas, hay que incluir una en la que aparezca un monólogo protagonista, otra con un diálogo de secundarios y por último, una protagonizada por el coro. 

La inclusión del coro en la obra nos permite dar a conocer los orígenes del teatro y la función del mismo. Con estas escenas, además de presentar y cerrar la función, reforzaremos el mensaje que se pretende transmitir y orientaremos al público ante la reacción que se espera de él. Las túnicas y máscaras facilitarán la implicación de todos aquellos alumnos que no se sienten cómodos en un escenario. El asesoramiento del departamento de Clásicas será fundamental, tanto para la estructura formal del texto como para la puesta en escena. 

Imagen del coro

Todos deberán memorizar al menos una escena y, a partir de los resultados, se hará el reparto. El método de evaluación será doble. Por un lado, el alumnado se encargará de evaluar a sus compañeros y, por otro, el profesorado realizará una prueba final a partir de la selección realizada por la clase. Es conveniente que ellos mismos se consideren responsables de la obra. Desde ese momento, el compromiso de cada uno de ellos con su papel es fundamental para encarar la siguiente fase del proyecto. 

ACTIVIDADES CENTRALES: LOS ENSAYOS 

A lo largo del segundo trimestre debemos poner en pie el texto. Se trata de convertir la palabra en gesto y, por lo tanto, las orientaciones, acotaciones e interpretaciones deben ser estudiadas con el mismo esmero. 

De nuevo, una buena organización y distribución de las escenas entre los diferentes grupos será necesaria. En definitiva, el calendario de ensayos marcará la pauta de la siguiente fase de la obra. Es recomendable que una misma clase se encargue del libreto clásico. Eso nos permitirá dar unidad al proyecto y una mejor comprensión del contenido del mismo. 

Los ensayos irán alternando escenas principales y secundarias, de tal manera que en cada sesión participe el mayor número de alumnos posible. Es decir, cada día se realizan al menos dos piezas. Por ejemplo, un diálogo entre los protagonistas y una actuación del coro.

Las sesiones serán evaluadas por los compañeros que no participen en las escenas ensayadas. Todos deben estar implicados en la actividad de alguna manera. La observación es fundamental para la mejora tanto individual como colectiva del proyecto. Sorprende gratamente descubrir cómo se corrigen unos a otros: “no vocalizas y no se te entiende”, “no des la espalda al público, no se oye lo que dices”... Poco a poco desarrollan su expresión corporal y mejoran su expresión oral. Además, aprenden a manifestar sus sentimientos y emociones a través de los personajes, aprenden a ponerse en la piel del otro y a respetar las producciones de los demás. 

En esta segunda etapa, prestaremos especial atención a fechas conmemorativas como pueden ser el 25N, “San Valentín” o el 8M para abordar, una vez más, las actividades de coeducación. Debemos incluir en el proyecto de centro intervenciones externas con profesionales especialistas en este ámbito, bien sea a través de talleres afectivo-sexuales o con la participación en cinefórums, charlas o exposiciones que pongan de manifiesto la implicación de toda la comunidad educativa: familias, profesorado y alumnado en un cambio de rumbo orientado hacia la igualdad. 

Como ya se había mencionado anteriormente, el libreto moderno de “Don Juan debe morir” debe reflejar los intereses de los jóvenes y, en ocasiones, se cambia el registro de los diálogos para hacerlos más suyos. De igual modo, se incluyen conversaciones surgidas en los talleres realizados sobre el mito del amor romántico. Sin duda, el refuerzo externo de los especialistas nos servirá para impulsar esta tarea encaminada hacia una sociedad más justa e igualitaria. 

ACTIVIDADES FINALES: LA REPRESENTACIÓN 

La última fase llega ya cargada de nervios e ilusión. Las ganas de ver el trabajo realizado sobre un escenario se multiplican y las cuestiones se centran en qué día será la función, quiénes serán los espectadores, cómo se organizará el evento, etc. 

Otro de los aspectos que suele aparecer a estas alturas de la obra también es la puesta en escena: la música, el vestuario, la imagen y los efectos sonoros. 

La selección de la música es una ardua tarea, ya que debemos combinar la música clásica con la actual y los resultados pueden ser alucinantes. Pero no debemos olvidar que el objetivo principal es promover la reflexión sobre la conexión entre la literatura clásica y la actualidad. En consecuencia, el descubrimiento del arte, la música o la pintura de otras épocas nos permitirá valorar las manifestaciones artísticas como expresión del sentimiento humano en cualquier momento de la historia. 

Una vez que ya conocían la obra clásica de “Don Juan Tenorio”, el visionado de la ópera de “Don Giovanni” resultó sorprendente. Hasta tal punto les impresionaron algunas piezas que la música elegida para la introducción de las escenas clásicas fue el dueto de la obra de Mozart “La ci darem la mano”. 

Unido a la música aparece el baile como colofón de la actuación. Parece un ingrediente imprescindible que además suele despertar el interés de muchos jóvenes desde el comienzo de los ensayos. No es necesaria una gran coreografía, pero sí es oportuno que implique al mayor número posible del elenco. Servirá de saludo y despedida de todos los participantes en la representación. Como contraste final, la música seleccionada por el propio alumnado fue “Run the World (Girls)” de Beyoncé.

Para acabar, los ensayos generales se realizarán con todos los componentes programados, incluida la escaleta de efectos especiales, luces, sonidos y música que supondrá otra actividad indicada para el grupo de alumnos que no actuará, pero sí participará en la representación. Recordemos que la finalidad de “Don Juan debe morir” es crear un proyecto común . 

CONCLUSIÓN 

La huella que esta obra puede dejar en el alumnado nos invita a reflexionar sobre la necesidad de buscar estrategias para acercarles la Literatura clásica y el arte en general. Las actividades literarias, teatrales y coeducativas han sido diseñadas para mejorar la asimilación de contenidos curriculares y las competencias lingüísticas, pero también para abordar las competencias sociales y culturales, cuyos objetivos son la formación de futuros individuos empáticos y solidarios. Es un reto ambicioso y que requiere un gran esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa. Pero sin duda, merece la pena, sobre todo si así conseguimos aportar con ella nuestro granito de arena para crear una sociedad más justa e igualitaria. 

Cartel

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BIBLIOGRAFÍA

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Navarro Durán, Rosa. (2007). Una vez hubo un libro (Sobre las adaptaciones de los clásicos).

Ruiz Repullo, Carmen. (2014). La construcción social de las relaciones amorosas y sexuales en la adolescencia: «Graduando Microviolencias Cotidianas».