La gestión de la dirección escolar a través de comunidades profesionales de aprendizaje

La dirección escolar representa uno de los factores vinculados al éxito educativo, en la medida que la organización y el funcionamiento establecido repercutirá en los resultados planificados del proyecto  educativo. Desde esta perspectiva, la OCDE en el informe de Pont, Nusche y Moorman (2009) destaca la función crucial de la dirección escolar al influir en las capacidades y motivaciones de su profesorado. Bajo esta premisa, presentamos en el presente artículo el enfoque metodológico que un grupo de directivos de centros escolares estamos dinamizando a través de las Comunidades Profesionales de Aprendizaje (CPA), conocidas como “Professional Learning Community” (PLC). Se trata de una corriente europea centrada en favorecer cambios de mejora en la comunidad educativa que cada uno lidera, desde la propia gestión como espacios de intercambio, cooperación y liderazgo compartido.

María del Mar Gallego García | CEP de Málaga 
Amparo Cortés Vega | CEIP Lex Flavia Malacitana (Málaga) 
Carmen Cózar Navarro | CEIP Los Llanos (Álora) 
José Carlos Duarte Fernández | CEIP Rosa de Gálvez (Málaga) 
María Rocío Fernández Caro | CEIP Rafael Alberti (Málaga) 

Rocío del Carmen Soriano García | CEIP Ángel Ganivet (Málaga)

INTRODUCCIÓN

La segunda Cumbre Europea de Educación de 2019 celebrada en Bruselas puso de relieve la importancia  que tiene en el profesorado recibir una influencia directiva que favorezca el desarrollo de la gestión del proceso de enseñanza y aprendizaje del alumnado, en su entorno escolar y, por consiguiente, la responsabilidad que ejercen en mejorar sus resultados educativos. Sin embargo, la profesión del docente se ha vuelto increíblemente compleja por el ritmo vertiginoso de la sociedad. Es por ello que los influjos europeos, entre los que se encuentran las Comunidades Profesionales de Aprendizaje (CPA), conocidas como “Professional Learning Community” (PLC), pueden convertirse en una opción de cambio, esperando que los líderes escolares den forma a sus competencias hacia el liderazgo instruccional y el liderazgo para el aprendizaje (Muijs y Reynolds, 2017), ya que es la capacidad más prometedora para hacer que la escuela individual se convierta en un motor de aprendizaje (Senge, 2006). 

Desde esta perspectiva, cinco directoras y un director con inquietudes formativas nos hemos consolidado como un grupo de trabajo para mejorar nuestra práctica profesional, tomando como base dicho enfoque  (PLC) y que, a través de este artículo, describiremos.

Figura 1. Miembros del equipo de trabajo

OBJETIVOS 

Este grupo de trabajo surge por el interés y compromiso compartidos de un grupo de profesionales  docentes ocupando un cargo directivo en sus respectivos centros (colegios de Educación Primaria y Centro  del Profesorado de Málaga) centrado en favorecer cambios de mejora en nuestras comunidades  educativas, a partir de los entornos de aprendizaje generados por las comunidades profesionales de  aprendizaje. Para ello, los objetivos que nos hemos planteado son: 

• Establecer procesos de reflexión, análisis y mejora de las competencias docentes a través de las CPA.

• Favorecer la actualización metodológica, mediante estrategias basadas en la corriente europea de Professional Learning Community (PLC). 

• Desarrollar prácticas profesionales de gestión de equipos docentes para la mejora de la organización escolar: crear una red profesional basada en CPA de apoyo para el crecimiento profesional y colectivo de los miembros. 

• Unificar criterios de actuación, aprendiendo entre iguales, para establecer estrategias que mejoren los procesos de enseñanza-aprendizaje, a partir de una buena gestión de la dirección escolar.

• Elaborar o modificar protocolos de actuación existentes en nuestros respectivos centros, sobre la gestión de equipos: analizar las fortalezas y debilidades de cada una de nuestras instituciones para crear protocolos de actuación que incidan sobre las oportunidades de mejora. 

MÉTODO 

Partimos de la premisa de que el liderazgo escolar es un pilar en la creación de ambientes y entornos de aprendizaje, gestionando el funcionamiento y la organización del centro educativo, al tiempo que potencia el desarrollo profesional de su profesorado (Vanblaere y Devos,2016). Desde esta perspectiva, presentamos el método de CPA en el que se basa nuestro grupo de trabajo de directores, como agentes de cambio que lideran las oportunidades de mejora. 

A) Origen y Trayectoria 

Nuestro grupo de trabajo se enmarca en el III Plan Andaluz del Profesorado, centrándose en la formación y preparación del profesorado como eje transformador de los centros educativos para mejorar el rendimiento y el éxito del alumnado. Así, cada miembro de nuestro grupo ha asumido un rol complementario para el desarrollo del proyecto que nos une. Consideramos que la formación es una herramienta clave para el desarrollo profesional y desempeño de la función que nos ocupa, razón por la que mejorar el conocimiento profesional del profesorado, como establecen Ellerani y Gentile (2013), se convierte en un elemento crucial para transformar los centros educativos, y, por ende, el sistema educativo y el rendimiento del alumnado. 

El origen de nuestro grupo se remonta al curso 2019-2020, aunque previamente alguno de sus miembros había formado parte de otro que tenía la misma base: formación bajo el influjo de “Professional Learning Community”, compartiendo sus buenas prácticas y solucionando problemas rutinarios del día a día de  los centros educativos. 

B) Planificación 

Durante el desarrollo de este grupo, cada uno de los miembros se ha comprometido a realizar sesiones  conjuntas con una temporalización mensual documentada y registrada a través de un entorno virtual  basado en g.educaand, con la intención de poner a disposición pública los materiales y recursos que se  vayan creando, respetando los límites de la ley de propiedad intelectual. 

En cada una de las sesiones (quedando constancia en actas de reuniones) se ponen en común las tareas encomendadas de la sesión anterior, y que responde a lo planificado para el desarrollo del grupo. En este sentido, una muestra de las tareas que se han establecido queda recogido en la figura 2.

Figura 2. Tareas de desarrollo para el alcance de los objetivos 

C) Evidencias 

Las tareas que se han ido haciendo quedan recogidas en el espacio virtual, como pueden ser  fichas, reflexiones, o materiales creados, entre otros. Como muestra se presentan la siguiente figura 3 y 4: 

Figura 3. Tareas y evidencias 

Figura 4. Plantilla de ficha técnica 

CONCLUSIONES 

La repercusión que buscamos es poder analizar nuevas estrategias que mejoren la organización y el funcionamiento del centro mediante la gestión de equipos, favoreciendo un liderazgo pedagógico compartido que repercuta positivamente en la comunidad en la que cada uno es miembro. Consideramos  fundamental favorecer el buen hacer diario, sin olvidar que, además, la formación de los directivos repercute y enriquece la labor profesional de los mismos. Desde esta perspectiva, analizar mediante un DAFO las necesidades del Director/a (respecto a su centro) a partir de su Proyecto de Dirección y vincularlo a las CPA ha sido crucial para afianzar los logros y salvar las dificultades que cada uno de los miembros de nuestro grupo ha detectado en su comunidad educativa. En la figura 5 se muestra los resultados del DAFO realizado por el grupo. 

Figura 5. DAFO de análisis del Proyecto de Dirección acorde a enfoque CPA 

Desde esta perspectiva, es importante que el aprendizaje profesional incorpore actividades que  favorezcan el aprendizaje del conocimiento profesional del docente, así como el desarrollo de sus capacidades, competencias y actitudes, con la intención de generar cambios cualitativos y procedimientos efectivos para mejorar la enseñanza. Desde el perfil de la dirección escolar, se plantea como respuesta a los desafíos que la sociedad actual, que "requiere, no únicamente, la modificación estructural de los  sistemas educativos, sino contar con profesionales experimentados, convencidos de la importancia de su tarea y capaces de implementar las propuestas reformadoras y el cambio pedagógico y curricular necesario" (Martínez y Hernández, 2018, p. 387). 

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REFERENCIAS: 

Ellerani, P. & Gentile, M. (2013). The role of teachers as facilitators to develop empowering leadership and  school communities supported by the method of cooperative learning. Procedia-Social and Behavioral Sciences, 93, 12-17.

Martínez-Ruiz, M.A., y Hernández-Amorós, M.J. (2018). Motivación de acceso a la función directiva en los  centros de educación obligatoria: Una aproximación cualitativa. Revista Complutense de Educación, 29 (2),  385-405. 

Muijs, D. y Reynolds, D. (2017). Effective Teaching: Evidence and Practice. Sage, Newbury Park. Pont, B., Nusche, D. y Moorman, H. (2009). Mejorar el liderazgo escolar. Publicaciones OCDE. Senge, P. M. (2006). The fifth discipline: The art and practice of the learning organization. Broadway  Business. 

Vanblaere, B. & Devos, G. (2016). Relating school leadership to perceived professional learning community characteristics: A multilevel analysis. Teaching and Teacher Education, 57, 26-38.