Medidas proactivas para la mejora de la convivencia
Son habituales los problemas de convivencia por cuanto somos seres sociales y existen diferentes formas de abordar su resolución en los centros educativos. En el presente artículo abogamos por un enfoque competencial, partiendo de una perspectiva positiva del conflicto. Frente a las connotaciones más negativas del término, es posible considerarlo como “una oportunidad de mejorar” si es abordado diseñando propuestas que doten al alumnado de las habilidades, recursos y estrategias necesarias para su resolución antes de que estalle la violencia, y en las que se prime el aspecto reeducativo y reflexivo sobre el sancionador.
La mejora de la convivencia es uno de los retos que debemos afrontar desde los centros, constituyendo un objetivo extensamente recogido en la normativa educativa, tanto en los principios y fines que sustentan la Ley Orgánica de Educación como en nuestra normativa autonómica:
f) Convivencia como meta y condición necesaria para el buen desarrollo del trabajo del alumnado y del profesorado, (…). (Art. 4. Principios de la Ley Educativa de Andalucía).
j) Promover la cultura de paz (…) y favorecer la búsqueda de fórmulas para prevenir los conflictos y resolver pacíficamente los que se produzcan. (Art. 5. Objetivos de la LEA).
g) (…) fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática y de la cultura de paz (Funciones del profesorado: art. 91 – LOE y art. 9. - D. 327/2010).
Para una mejora de la convivencia hemos de tomar como referencia el enfoque adoptado por el centro para la resolución de los conflictos, concretado en su Plan de Convivencia. Es en la adopción de este modelo o enfoque cuando hemos de considerar la necesaria fundamentación teórica, para desarrollar diferentes medidas acordes con un enfoque competencial de la enseñanza y será el profesor de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona, D Francisco Cascón Soriano, el que nos ponga en la pista desde el análisis del término “conflicto” y de su prevención.
De manera general, asociamos el término “conflicto” a connotaciones negativas, sin embargo, desde la Educación para la Paz, se ha venido trabajando en las últimas décadas para centrar el término desde una perspectiva más positiva, aportando alternativas a posturas violentas, de evasión o sumisión para enfrentarlo.
En la medida en la que el conflicto es consustancial a las relaciones humanas, este autor señala que hemos de considerarlo desde una perspectiva positiva, puesto que la diversidad y la diferencia se constituye como un valor que nos enriquece y solamente a través del conflicto podemos avanzar, convirtiéndose en una oportunidad de aprendizaje.
El reto será cómo aprender a enfrentar y resolver los conflictos de una manera constructiva y no violenta. Surge aquí el término “prevención”; no obstante, frente al mismo, Francisco Cascón Soriano nos habla de “provención”, pues alude a un proceso de intervención antes de que el conflicto estalle y que permita:
- Una explicación adecuada del conflicto, desde la dimensión humana.
- El conocimiento de los cambios estructurales y organizativos necesarios en los centros para eliminar sus causas.
- Una promoción de las condiciones que favorezcan unas relaciones cooperativas entre el alumnado, aprendiendo a tratar y solucionar las contradicciones antes de que se conviertan en antagónicas.
En este sentido, la prevención a nivel educativo significa intervenir en el conflicto cuando está en sus primeros estadios, sin esperar a que llegue la fase de crisis. Se trata de favorecer y proveer de una serie de habilidades y estrategias que nos permitan enfrentar mejor los conflictos.
Desde esta perspectiva, se hace necesario contextualizar nuestro centro educativo, su entorno sociocultural y las necesidades detectadas para la mejora de la convivencia y en definitiva la reducción tanto del número de apercibimientos escritos como la duración de las expulsiones que se generan.
El instituto Francisco de los Cobos se ubica en pleno casco histórico de Úbeda, atendiendo a una amplia población escolar de los barrios periféricos más deprimidos socioculturalmente, motivo por el que es centro de educación compensatoria, siendo en 1º y 2º de ESO donde se concentra la mayor parte del alumnado desmotivado por la cultura escolar.
Cinco han sido los pilares básicos para la mejora de la convivencia: la participación en el programa “Escuela, Espacio de Paz” y la creación del Departamento de Convivencia, la transformación del centro en “comunidad de aprendizaje”, la formación del profesorado, la difusión de buenas prácticas y una mayor participación de las familias.
Tras unos primeros años de formación en el CEP de Úbeda, comenzamos a coordinar y sistematizar nuevas actuaciones para el fomento de la convivencia, enfocadas desde esta perspectiva positiva del conflicto.
Desde el Departamento de Convivencia, con el apoyo del equipo directivo, se han ido implementando diferentes actuaciones en función de las necesidades detectadas. Para los primeros días de clase, un Plan de Acogida que diera respuesta a las necesidades del alumnado, con la participación de toda la comunidad educativa.
Plan de Acogida
Para los cambios de clase un “Carnet por Puntos” desde una perspectiva reeducativa, por lo que frente a la sanción se prima la recuperación de puntos mediante actividades de reciclaje, pequeños trabajos o la participación en el programa “AulaDeJaque”. Recuperando puntos, el alumnado puede evitar sanciones y así conseguimos la autorregulación de su comportamiento. Al finalizar el curso se entregan premios y diplomas en función de los puntos conseguidos.
Carnet por puntos
Durante los recreos se ha disminuido el tiempo ocioso incrementando las actividades ofertadas. Junto a “AulaDJaque”, el alumnado puede optar por el tenis de mesa o la práctica de diferentes deportes gracias a la compartimentación de la pista polideportiva, incrementado así también la participación deportiva femenina.
AulaDJaque
Cuando el alumnado es quien busca la expulsión, se ha organizado un sistema de reparación del daño causado, de manera que, con profesorado voluntario, realizan tareas de reflexión durante los recreos. En otros casos son derivados al Aula de Convivencia, si bien en el centro nos gusta hablar de “Aula de Reflexión”. Una vez más, la voluntariedad del profesorado es fundamental.
Estas medidas han permitido al centro reducir el número de expulsiones, así como la duración de las mismas, mantener un mayor número de contactos con las familias, o la firma y el seguimiento de compromisos de convivencia.
En otros casos resulta conveniente el desarrollo de la “Tutoría Compartida”, fomentando la empatía y la consecución de pequeñas metas asequibles para el alumnado, como la puntualidad, la mejora del vocabulario social o el aprovechamiento del horario de estudio.
En el centro se trabaja también la educación en valores de forma transversal, tomando como referencia las “efemérides educativas” y las actividades de tutoría, coordinadas por el Departamento de Orientación. Íntimamente relacionado destaca el Plan de Igualdad, con actividades desarrolladas a lo largo de todo el curso.
Todas estas actuaciones hacían evidente la necesidad de dotar de una mayor implicación al alumnado en el funcionamiento del centro y en la resolución de conflictos, por lo que llevamos varios cursos formando al “Alumnado Mediador”, si bien pronto nos dimos cuenta de la versatilidad de este alumnado, por lo que desde el curso pasado se desarrolla también el programa de “Alumnado Ayudante”.
Alumnado Mediador
Buena muestra de la participación del alumnado en la vida del centro lo constituye la celebración del Día Escolar de la Paz, coordinando al conjunto de los centros de educación primaria de la localidad para la realización de una marcha por la Paz, con actuaciones y talleres dirigidos por nuestro alumnado, que se complementan con un concurso de dibujo organizado por las Asociaciones de madres y padres.
Finalmente destacar la formación que actualmente desarrollamos en materia de “educación emocional” para poder impartir el próximo curso escolar en 1º y 2º de la ESO, una materia optativa centrada en la “Educación Emocional y la resolución de conflictos”.
Todas estas actuaciones le han valido al centro su certificación como “Centro Promotor de Convivencia Positiva” desde el curso escolar 2015-2016, por lo que el trabajo desarrollado ha constituido mérito suficiente como para recibir el tercer premio en los premios a la “Cultura de Paz”, que convoca la Consejería de Educación para el curso escolar 2020-2021.
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Referencias bibliográficas
Cascón Soriano, F. (2001): “Educar en y para el conflicto”. Cátedra Unesco sobre Paz y Derechos Humanos. Universidad Autónoma de Barcelona. http://pacoc.pangea.org/documentos/educarenyparaelconflicto.pdf