Durante el curso 2017-2018, y dentro de las actividades que nuestro centro programa anualmente con motivo de San Alberto Magno, el departamento de Ciencias ideó una exposición que conjugara importantes avances en diferentes campos de la ciencia y el papel de la mujer, tan injustamente tratado hasta no hace mucho, en esos avances. Con ello se pretende dar visibilidad a estas mujeres y alentar a nuestras jóvenes alumnas a seguir sus pasos.

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Empieza un nuevo curso escolar, el curso 2017-2018. Nervios, nuevos compañeros, nuevos alumnos y alumnas dando vida a nuestro pequeño instituto. Primera reunión de departamento y, entre otras cosas, se pone encima de la mesa la tradicional celebración de San Alberto Magno, patrón de ciencias… otro año más que nuestro alumnado y sus familias esperan con ilusión y cierta intriga las actividades que se habrán diseñado para este curso. ¿Habrá concurso de fotografía? ¿Carrera de las ciencias? ¿Experimentos curiosos?

Se acerca el 15 de noviembre, se acerca la semana se la ciencia en el IES Torreolvidada y el alumnado, junto al profesorado, empieza a trabajar en nuestra semana de la ciencia. El departamento de ciencias, en particular, lleva preparando, entre otras cosas, una exposición que no va a dejar indiferente a nadie…

¿Cómo empezó todo?

La directora en aquel curso, Dña. Araceli Peña Aranda, miembro del departamento como profesora de biología y promotora de esta semana de la ciencia en el centro, sugirió la posibilidad de, además de otras actividades, diseñar una exposición que diera visibilidad al papel de la mujer en la historia científica. Ella, junto a los profesores y profesoras del área de ciencias, se pusieron manos a la obra. Búsqueda de información, selección de mujeres importantes, selección de imágenes y textos que conformarán el núcleo central de lo que para nosotros, como profesores, creímos en una exposición curiosa, novedosa y que resaltará el papel de la mujer en el ámbito científico.

¿Cómo se eligió a las mujeres de la exposición?

Se procedió a un intenso trabajo de búsqueda de datos y documentación por parte de los implicados en el proyecto, se seleccionaron muchas mujeres –más de las que esperábamos– por lo que hubo que elegir a las más relevantes, y se acordó trabajar con estas nueve mujeres por su relevancia en diferentes campos de la ciencias y, al tiempo, por ser grandes desconocidas: Katherine Johnson, premio Nobel y matemática de gran reputación; Hedy Lamarr, actriz e ingeniera; Rosalind Franklin, biofísica y cristalógrafa; María Goeppert-Mayer, física teórica; Jocelyn Bell, astrofísica; Gertrude Belle Elion, bioquímica y farmacóloga; Barbara McClintock, bióloga y botánica; Asunción Catalá, astrónoma y matemática y Lisa Meitner, física.

El diseño de las láminas para la exposición…

El diseño para la exposición se convirtió en un quebradero de cabeza. Nosotros queríamos que fuera impactante, llamativo y que para el alumnado, en especial para las chicas, supusiese una inspiración y una motivación. Sabemos de las dificultades que las mujeres tienen en el ámbito laboral y académico, y pensamos que mostrando la difícil vida de estas científicas en diferentes momentos de la historia y en diferentes países supondría un estímulo. Pensamos que si son capaces de ver cómo otras mujeres como ellas, inteligentes, trabajadoras, luchadoras aunque sin demasiados recursos y con mucha presión social, habían sido capaces de lograrlo, ellas podrían lograrlo también. Una vez que sabíamos el impacto que se quería lograr, Araceli, nuestra directora, se enfrascó en buscar un diseño que no fuera uniforme y tradicional, sino que buscó algo más cercano y llamativo para el alumnado, con muchas imágenes y textos en colores llamativos. Tenía en mente dónde quería hacer la exposición y ahora ya sabía cómo iba a presentarla…

Llega la semana de la ciencia, llega la hora de la exposición…

Queda poco para el gran día. La directora muestra el trabajo que ha hecho con el diseño de los carteles para la exposición y, ciertamente, el resultado nos causa impresión. Nos explica cómo ha pensado preparar la exposición y, junto a los profesores implicados, procedemos la montaje, no sin los típicos miedos antes del gran día. ¿Les gustará? ¿Entenderán el motivo de la exposición? ¿Se interesarán por conocer a estas mujeres? ¿Habrá algún calado en los chicos y chicas?

El día 13 de noviembre, lunes, se inicia la semana de las ciencias en nuestro centro, la semana de San Alberto Magno y allí, en el recibidor, el corazón de nuestro instituto, en carteles de grandes dimensiones y nada más entrar, vemos cómo se levantan las imágenes de nuestras nueve heroínas, las nueve mujeres científicas que van a ser las que reciban a todos aquellos que, durante esa semana, visiten el centro. Así, alumnado, profesorado, padres y madres van a poder visitar, conocer y acercarse a la vida de nuestras protagonistas. Es el primer día y las impresiones no pueden ser mejores. “Enhorabuena”  –nos comentan desde el departamento de humanidades –. “Gran trabajo”  –nos comentan los amigos matemáticos–; “Well done”,  –desde el departamento de idiomas… Nos sentimos emocionados y reconfortados. Ahora, solo falta ver la reacción de nuestro alumnado, verdadero objetivo del proyecto.

Siguiendo el horario, cuidadosamente diseñado por el entonces jefe de estudios, nuestro chicos y chicas visitan la exposición, leen los datos, miran curiosamente las fotos y cuchichean: “qué vieja es esta”, “vaya ropa rara”, “Eh, aquí sale lo del wi-fi”… pero también hay momentos para preguntas ante algo que ha despertado su curiosidad: “Esto del cuásar ¿qué es?”, ¿qué es la fisión?”, “¿Cómo te dan un premio Nobel?”, “¿Estructura helicoidal?” que nos hacen pensar que nuestro esfuerzo ha tenido recompensa.

A lo largo de la semana se han sucedido numerosas visitas en el centro, padres y madres en busca de alumnos y alumnas enfermos, proveedores, miembros del AMPA invitadas a la exposición, etc. que se han detenido unos minutos para observarla, intrigados por conocer quiénes eran esas mujeres allí expuestas, qué las hacía acreedoras de haber sido seleccionadas para esa exposición. Las caras y gestos de aprobación han sido el mejor pago a nuestro trabajo y esfuerzo.

Seguiremos trabajando por y para la ciencia y, en especial, por dar visibilidad a la mujer en el ámbito científico, para lograr que un día se hable del científico como persona, no como hombre o mujer, ambos iguales en importancia. Como dijo Marie Curie: “Sería bueno sentir menos curiosidad por las personas y más por las ideas”.