Pedro Martos. Presentador, psicólogo, artista

Detrás de ese rostro familiar para gran parte de quienes nos dedicamos a la Educación, y que se asomó a la pequeña pantalla durante dieciséis años presentando experiencias de los centros educativos andaluces, no solo hay un psicólogo fascinado por el comportamiento humano sino un artista que escribe desde toda la vida y que pinta desde la espontáneidad, sin filtros. A pesar de  quitarle importancia a su faceta pictórica, ha realizado diversas exposiciones colectivas e individuales en Portugal y Andalucía. Como escritor ha publicado poemas y relatos, aunque no parece preocuparle demasiado el ver su obra impresa. Pero, sin duda, lo que más sorprende de Pedro Martos es su carácter entusiasta y genuino, además de su continuo interés por el crecimiento personal. Desde el año 2013 es redactor del programa "Destino Andalucía" en Canal Sur TV.

 

Usted estudió Psicología. ¿Qué le llevó a elegir esta carrera?

Puede sonar raro, porque yo era muy joven, pero recuerdo perfectamente que me fascinaba el misterio de dónde termina uno y empieza el otro. Hoy día, hay corrientes de pensamiento que defienden precisamente la idea de que todos somos uno.

Auque no haya hecho de ella su profesión, ¿para qué le han servido los estudios de esta disciplina?

Empecé como psicólogo clinico pero no era lo mío, fui profesor en la Universidad mucho después, de Psicología Social, ése es el campo en el que siempre he estado a gusto: la comunicación, los grupos, la psicología aplicada, ya fuera a la salud como como coordinador de educación sanitaria, o a la escuela, pero la psicología se aplica sobre todo a tu vida. No siempre con los resultados que uno quiere, claro, pero el "Conócete a ti mismo" está en la base de la vida de cada uno.

Llegó a ser orientador. ¿Qué destaca de esta experiencia?

Era la prehistoria, aún no existían los orientadores como los conocemos ahora, así que montamos un equipo de orientación entre tres psicólogos en el Instituto de Torremolinos. Nos pagaba la AMPA, bueno, los padres y madres que querían, voluntariamente. Era muy divertido, pasábamos tests, que era realmente lo que nos pedían, pero trabajábamos con el profesorado e intentábamos dinamizar el centro con la complicidad de los profes más progres, que eran quienes nos entendían mejor. A mí me dejaban hacer sesiones de psicomotricidad, nos inventábamos semanas temáticas… y los viernes después de clase nos íbamos con ellos al Bajondillo a comer pescaíto, cuando nos podíamos permitir ese lujo.

Pedro Martos 3 (yo foto 002.jpg)

 

 

 

 

"El campo en el que siempre he estado a gusto es la comunicación.

La psicología se aplica  sobre todo a tu vida.

El Conócete a ti mismo está en la base de la vida de cada uno".

 

 

 

 

 

 

 

 

Tengo entendido que usted llegó a la televisión por casualidad. ¿Cree en el azar?

Creo que hay una serie de casualidades en nuestra vida que si supiéramos su porqué, acabaríamos llamándolas “causalidades”. Nunca pensé en trabajar en la tele, mucho menos ser presentador, creo que eso es lo que más me ha ayudado a no poner demasiado ego en mi trabajo. Pero me presenté a un casting y me eligieron. Yo llevaba una melena por los hombros, creo que eso influyó.

Durante dieciséis años fue presentador y redactor del  programa de televisión sobre educación“ El Club de las Ideas” , de emisión diaria en Canal Sur2-Andalucía. Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo recuerda estos años?

Presenté el programa desde su inicio en 1996 hasta 2012, poco antes de que desapareciera de antena. Estuvimos en Canal Sur, en la 2, por la mañana, por la tarde, por la noche, se emitieron más de 3.000 programas, en fin, me siento muy contento de ser parte de ese proyecto en el que creíamos, muy agradecido, fue un privilegio estar ahí.

¿Cuál cree que fue el mayor logro de este programa?

Poner cara a la escuela andaluza de finales de siglo XX y principios del XXI, a la buena escuela pública, al buen profesorado. Con el tiempo se verá que es un retrato único de esa época, un archivo documental muy valioso.

¿Qué le aportó el contacto con los centros educativos que le brindaron estos siete años?

El contacto humano. Trabajábamos con un profesorado que hacía cosas que nos gustaban, y claro, generalmente a mí esas personas me gustaban mucho.

 

Pedro Martos 2 (IMG_6926 (2).JPG)

 

 

 

 

 

"El mayor logro de El Club de las ideas fue poner cara

a la escuela andaluza de finales de siglo XX y principios del XXI,

a la buena escuela pública, al buen profesorado.

Con el tiempo se verá que es un retrato único de esa

época, un archivo documental muy valioso"

 

 

 

 

 

¿Hubo en su educación algún profesor o profesora que ejerciera una influencia importante o que le ayudara a guiar sus pasos?

Sin duda, mi tutora en la Universidad Laboral de Málaga: Pilar Rubira, profesora de Literatura, una gallega de Vigo que amaba su profesión y que amaba a “sus niños”, con la que siempre tuve una relación especial y a la que quiero mucho. ¿Sabes esa sensación de que un profesor te quiere y te valora? Eso lo es todo para un adolescente. Ella fue la que me animó a escribir y seguimos en contacto después de 40 años. Todo el mundo debería tener una Pilar Rubira en su vida.

Además de su trabajos en televisión, escribe y pinta.  ¿Cuál es su auténtica vocación?

Todas mis vocaciones son auténticas, así que si quieres puedes llamarme artista, Y también hago un arroz con bogavante que me sale para chuparse los dedos… es que es lo mismo, se trata de desarrollar el arte, la creatividad, en cada área de tu vida. Pero bueno, escribir es para mí lo más cómodo, lo que llevo haciendo toda la vida.

Qué diferencia encuentra entre estas dos formas de expresión. la escritura y la pintura?

Para mí la escritura requiere más estructura, es pensamiento hecho palabras y ya sabemos que nuestros pensamientos (lo que decimos y nos decimos) crean nuestro mundo, así que procuro ser cuidadoso con lo que quiero “crear”. La pintura, al contrario, al menos la que yo hago, no pasa tantos filtros, me conecta directamente con el inconsciente, sale casi por su cuenta, es sorprendente.

¿Cree que puede ser perjudicial para la creatividad el hacer de ella un medio de vida?

Lo que no es posible es ser creativo por decreto, aunque sea un decreto interno. La creación es un acto de libertad, de incertidumbre, de conexión. Si no es eso, no es creatividad, es oficio.

¿Qué opinión le merece la televisión que se hace hoy día?

No me gusta mucho, la verdad, no me importa decirlo abiertamente. Salvo excepciones, claro. Yo ahora trabajo en un programa de turismo: Destino Andalucía, que está bastante bien; siempre he tenido la suerte de trabajar en proyectos en los que creo. Pero si hablamos del “modelo de televisión”, hay que saber que las televisiones son empresas que atienden a una cuenta de resultados y por lo tanto, su primer objetivo es que lo que ofrecen sea consumido. Pero ¿acaso no tiene la televisión una responsabilidad social? Para eso, en teoría, existe la televisión pública.

 

Pedro Martos (IMG_5460 (2) (2).JPG)

 

 

 

 

 

 

"Todos los programas educan, transmiten valores y modelos de

comportamiento, no hay ninguna comunicación aséptica, neutra.

Y esto se puede aplicar a las tres funciones de los medios:

informar, formar y entretener (que yo cambiaría por divertir)"

 

 

 

 

 

¿No cree que a veces nos rasgamos las vestiduras en exceso ante el hecho del consumo de programas basura cuando casi todos, en mayor o menor medida, los consumimos, o al menos parecen proporcionarnos un cierto grado de bienestar al igual que puede ocurrir con la comida rápida  y  o la música fácil, por poner algún ejemplo?

Bueno, es que a mí no me gusta la comida basura. No por una decisión mental, es sólo cuestión de gustos, no quiero jugar al buenismo ni  parecer impoluto. Yo tengo mi parte oscura que pide ser alimentada, como todo el mundo, pero es eso, mi parte oscura. Y te das cuenta de eso cuando apagas la tele después de una hora de Sálvame, se hace el silencio en la habitación y… uf, respiras de alivio. Aunque luego te preguntes: ¿Y ahora qué hago?

¿Se le ocurre alguna buena fórmula para un programa de divertimento que a la vez pueda ser "educativo"?

Hay que recordar que todos los programas educan, transmiten valores y modelos de comportamiento, no hay ninguna comunicación aséptica, neutra. Y esto se puede aplicar a las tres funciones de los medios: informar (con la “honrada subjetividad” de la que habla Iñaki Gabilondo), formar (que va mucho más allá de instruir o aleccionar) y entretener (que yo cambiaría por divertir).

¿Cómo debería ser la ética del mundo de la televisión?

Yo creo que los programadores podrían pararse a pensar si el producto que están ofreciendo y que llega a tantas personas, ayuda al crecimiento o por el contrario fomenta al embrutecimiento.

¿Engancha mucho trabajar en televisión?

Desde el ego uno se puede enganchar a todo, a una relación tóxica, a los halagos, al poder, a las sustancias, esto lo vemos en todos los ámbitos de la vida y en todas las profesiones. Yo he tenido la suerte de trabajar en un sitio que nunca había previsto, un regalo inesperado que empezó hace 20 años y lo que me ha enganchado siempre es sentir que estoy haciendo algo que tiene una  trascendencia. Luego ya, que te reconozcan por la calle, no es algo que me ponga. Mi ego, que lo tengo, va por otros caminos.

¿Cuál sería el formato del programa que le gustaría hacer?

¡Pero si yo lo que quiero es dejar ya de trabajar!