¿Por qué leer a los clásicos?

Francisco Velasco Rey
Profesor de Lengua y Literatura - IES Antigua Sexi - Almuñécar (Granada)

En primer lugar, quiero que reflexionemos sobre el papel primordial y el peso pedagógico que la lectura sigue teniendo hoy, como elemento nivelador e integrador del currículum, porque es la herramienta que está al alcance de cualquiera. En este sentido, asumirlo desde una perspectiva holística sería lo ideal en cualquier Proyecto de Centro, pues los proyectos lectores o de innovación comunicativa deben implicar a toda la comunidad educativa si queremos que nuestros jóvenes lean, partiendo de que la realidad lamentablemente no es como quisiéramos, porque primero el docente debe ser un modelo de referencia y segundo porque la familia también debe acompañar en esa andadura de lectura como hábito y actitud positiva hacia la misma. 

¿Por qué Leer a los Clásicos? Porque como dice don Antonio Carvajal, para no repetir lo que ya se ha inventado, porque es saber nuestras raíces, de dónde venimos y adónde vamos culturalmente, porque es el sentimiento, la razón, la reflexión y el pálpito vital de la vida por hacer su belleza, y yo añadiría, para expresar lo que sentimos a nuestra manera, desde la vida que vivimos con su compromiso. En torno al “bienser” del que hablaba el ilustre Emilio Lledó para celebrar el Día del Libro en 2020. En esta época de confinamiento y pandemia, como expresaría el premio Cervantes Joan Margarit, nuestra librería es nuestra mejor libertad, es la que nos abre las puertas sin límites de ideas ni de sentimientos, o lo que es lo mismo, sin fronteras o espacios que no podamos atravesar. Una forma de amor y la razón de nuestra vida. La lectura sin dudas nos llevará por caminos indecibles y abandonados, ante una crisis que también es del alma; por eso hay que leer para ser más libres y educarnos en las emociones, que tanta falta nos hace, porque para superar esta crisis sanitaria y económica, hace falta también superar la crisis de valores y espiritual, para solidarizarnos con el dolor ajeno al más semejante estilo quijotesco. En este sentido de desubicación, querido desocupado y atento lector, os recomiendo buenos referentes a elegir, si podéis a bien considerarlo para nuestro día del Libro, y para los demás días del año. Entre otros, podrían ser como nos recomienda el Ministerio de Educación, y el que escribe:

-110 años del nacimiento de Miguel Hernández.

-110 años del nacimiento de José Lezama Lima.

-100 años de la muerte de Benito Pérez Galdós.

-100 años del nacimiento de Concepción Arenal.

-100 años del nacimiento de Miguel Delibes.

-100 años del nacimiento de Olga Orozco.

-100 años del nacimiento de Mario Benedetti.

-100 años de la publicación por entregas semanales de Luces de bohemia de Valle-Inclán.

-100 años del estreno de El maleficio de la mariposa, la primera obra teatral de García Lorca.

-100 años de la publicación de El metal de los muertos, de Concha Espina.

-100 años del nacimiento del poeta Marcos Ana.

-80 años de la publicación La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares.

-70 años de la publicación de Ángel fieramente humano, de Blas de Otero.

-70 años de la publicación de La vida breve, de Juan Carlos Onetti.

-60 años de la publicación de La sinrazón, de Rosa Chacel.

-60 años de la publicación de Poemas de Lázaro, de José ángel Valente

-60 años de la publicación de Las mocedades de Ulises, de Álvaro Cunqueiro.

-60 años de la publicación de La pell de brau, de Salvador Espriu.

-60 años de la publicación de Poesía urgente, de Gabriel Celaya.

-60 años de la publicación Hijo de hombre, de Augusto Roa Bastos.

-60 años de la publicación de El hacedor, de Jorge Luis Borges.

-50 años de la publicación de Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez.

-50 años de la publicación de El obsceno pájaro de la noche, de José Donoso.

-52 año de la Obra, con la certeza y sin temor a equivocarme, del mejor poeta nacional actualmente en vida, don Antonio Carvajal. Uno de los mejores artífices del verso pulido y de la métrica. Es una de las voces líricas más importantes, prolíficas y singulares, con un sello personal inconfundible desde que en 1968 irrumpe en el panorama poético con Tigres en el jardín

En definitiva, ahora que tenemos más tiempo en el sentido más amplio y que parece que ya no importa tanto la prisa, la lectura nos vendrá bien para amainarnos el carácter y aprovechar el tiempo que ya casi nunca le habíamos dedicado. Verdad machadiana: no perded contacto con el suelo al que yo añadiría también con el cielo  y nunca se tendrá valor más alto que ser hombre. Todo está en nuestras manos a la luz de las palabras de nuestra vida.