Rocío Mármol, periodista y autora del libro 'Cuando los abrazos se volvieron invisibles'

La publicación de Cuando los abrazos se volvieron invisibles, el pasado mes de noviembre, ha supuesto un hito en la trayectoria profesional de Rocío Mármol, periodista sevillana que reside desde hace 13 años en San José de la Rinconada. Rocío, que se dedica al periodismo en activo desde el año 2002 y está especializada en los ámbitos económico, político y socio-laboral, con este libro hace su primera incursión en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Fue en la época más dura del confinamiento, durante los aplausos de las 8 de la tarde dirigidos al personal sanitario y observando las caras de niños y niñas que salían a los balcones, sonrientes a pesar de las contrariedades que les tocaba vivir, como le llegó la inspiración para escribir esta historia. Tras varias reimpresiones, en febrero de este año ha salido la segunda edición del libro, y ya va camino de la tercera. Pero esto no ha hecho más que empezar, los abrazos son cada vez menos invisibles...


¿Te esperabas esta repercusión del libro?

Para nada. Estoy abrumada y, sobre todo, muy agradecida a todas las personas que han confiado y siguen confiando en este ilusionante proyecto. Que mi libro esté en librerías de renombre al lado de los de Raquel Díaz Reguera, Anna Llenas o J. K. Rowling; que me escriban o me llamen de todas partes de Andalucía y de España para pedirme un ejemplar porque han oído hablar bien de ‘Cuando los abrazos se volvieron invisibles’; y, sobre todo, que las familias se pongan en contacto conmigo una vez lo han leído para decirme que a su hijo o hija le ha encantado y que quieren una segunda parte, es todo un regalo para mí.

La idea de escribir esta historia ¿es absolutamente tuya o hay personas a tu alrededor que te motivaron a lanzarte a esta aventura?

Pues mira, siempre que me preguntan eso los niños y niñas en las presentaciones que hago en los coles yo les digo que a muchos artistas o escritores los inspiraron las musas, pero que a mí me inspiraron ellos. Y es que la idea de escribir este libro surgió de una forma totalmente natural en la época más dura del confinamiento. En esos momentos, cuando no podíamos salir de casa y a las 8 de la tarde nos asomábamos a terrazas y ventanas para aplaudir a nuestro personal sanitario, yo veía a mi hija y a los niños y niñas de mis vecinos salir siempre con una sonrisa en sus caras, pese a que el mundo también había cambiado para ellos y, de un día para otro, no podían ir al colegio, ni al parque, y solo podían ver a familiares y amigos a través de una pantalla.

De pronto sentí la necesidad de plasmar esa valentía y responsabilidad que estaban demostrando, y una tarde comencé a escribir la aventura de ‘Cuando los abrazos se volvieron invisibles’. La historia iba fluyendo y casi se escribía sola. Cuando la acabé, se la leí a mi marido y a mi hija. A ambos les encantó y mi hija me dijo “mamá, esto tienen que leerlo todos los niños y niñas del mundo”. Ahí, empezó mi aventura.

Veo que estás haciendo una campaña muy activa de promoción del libro. ¿Cómo lo llevas?

Pues si quieres que te sea sincera lo llevo robándole horas al reloj, con mucha ilusión, e intentando dar lo mejor de mí misma porque me apasiona lo que estoy haciendo. Intento cuidar hasta el último detalle porque cuando no tienes detrás un gran sello editorial que se encargue de la promoción, es complicado llegar al público, y eres tú misma la que has de darte a conocer. Por suerte, tengo a mi alrededor a personas maravillosas que me ayudan a que la aventura llegue cada vez a más niños y niñas, y a muchas librerías como Verbo que, sin conocerme de nada, han apostado por mi obra desde el primer minuto. Les estoy muy agradecida.

¿Te gusta participar en encuentros con los pequeños lectores o lo ves como una exigencia inevitable?

Si me permites la expresión, es una PASADA, pero así, con mayúsculas. Si disfruté escribiendo la historia y maquetando el libro, el contacto con los niños y niñas es lo mejor de toda esta aventura. Me encanta, lo disfruto y creo que eso hace que ellos lo disfruten también. En función de la edad hago una dinámica u otra de presentación. Al principio les decía a los colegios que el libro estaba orientado sobre todo a niños de entre 2º y 5º de Primaria, pero la experiencia y el tiempo me han demostrado que, al ser un tema que conocen y con el que se sienten identificados, es válido para cualquier edad. Es más, en este tiempo he hecho presentaciones desde primero de Infantil hasta 6º de Primaria, y en todos los casos ha sido una experiencia inolvidable con la que tanto la comunidad educativa que ha asistido como yo lo hemos pasado genial.

Presentación en el CEIP Ángel Ganivet (Sevilla)

¿Cómo vives estos encuentros? ¿Alguna pregunta o comentario que te haya llamado especialmente la atención?

Me preguntan de todo, cuestiones relacionadas con el libro como que porqué lo he escrito, si me he inspirado en alguien, cuál es la parte que más gusta, o si los OPCF se van a embarcar en nuevas aventuras; y cuestiones más personales sobre mis gustos literarios, si he escrito libros anteriormente, cuáles son mis aficiones, o qué es lo primero que haré cuando todo esto pase. A esa última pregunta respondí que ir a casa de mis padres a darles un beso y un abrazo sin mascarilla y, sobre todo, sin miedo. En mi casa somos muy besucones y mi padre siempre le dice a mi hija que tiene guardados todos los besos que no le está pudiendo dar, así que el día que podamos volver a darlos seguro, que será muy especial.

En cuanto a los comentarios que me hacen los niños en los encuentros, me encanta cuando los más peques me preguntan que cuándo voy a volver a contarles otra historia porque esta les ha encantado. Ha habido niños de segundo de Infantil que me han emocionado cuando me han dicho “Seño, te Quiero” al acabar la presentación, y chicos de 6º de Primaria que me han dejado sin palabras porque al preguntarles que por qué pensaban que su cole había elegido su curso para la presentación, me han dicho: “porque nos lo estamos perdiendo todo”.

También me gustó mucho la respuesta que una chica de 5º curso me dio cuando les pregunté sobre qué pensaban que significaban las siglas OPCF: “Operación Para Conseguir Felicidad”, me dijo. Las siglas significan otra cosa pero, sin duda, ese es el objetivo de la Pandilla, así que la respuesta me encantó.

Cuando los abrazos se volvieron invisibles es una historia llena de valores. ¿En qué lugar colocas estos valores al escribir la historia? ¿Es lo más importante o pones por delante otros aspectos como la diversión o el entretenimiento?

Pues es que es una historia entretenida y divertida llena de valores que se evidencian tanto en la forma como en el contenido. Por ejemplo, he jugado mucho con la maquetación del libro y con la tipografía, y palabras como trabajo en equipo aparecen destacadas sobre las demás. El libro es un valor en sí mismo porque la historia que cuenta tiene muchos mensajes directos a sus lectores, como la importancia de la amistad, o de ayudarnos unos a otros.

¿Recomiendas el libro como lectura escolar? 

Claro que sí y ¿sabes por qué? Pues porque aún no te he contado que la pandilla de los OPCF no está sola en esa aventura, sino que está acompañada por sus profesores y profesoras, y que el colegio y su biblioteca juegan un papel muy importante como punto de encuentro en la ejecución del plan que, juntos, y organizados en escuadrones, deciden poner en marcha. De hecho, los protagonistas son los niños y niñas de una clase de Primaria. Además, aunque no puedo contar mucho para no desvelar uno de los secretos mejor guardados de esta aventura, te diré que en el libro no solo están los OPCF, sino que aparecen otros niños y niñas que los lectores descubrirán quiénes son en un sorprendente final que aúna pasado, presente y futuro.

¿Cómo ha sido tu experiencia con la edición? 

De aprendizaje. Todo ese mundo era nuevo para mí y he aprendido mucho en muy poco tiempo. Aunque agradezco la oportunidad que me han brindado todas las editoriales a las que gustó mi proyecto, finalmente decidí arriesgar y optar por la autoedición. Todo tiene sus ventajas e inconvenientes y, aunque como te comentaba antes a mi día le faltan horas, poder tener el control de principio a fin de algo a lo que le he puesto tanto cariño es muy gratificante. En cualquier caso, también te digo que no cierro la puerta a nada porque, viendo lo que gusta el libro al público infantil y juvenil que lo lee, mi objetivo es que, como me dijo mi hija, lo lean todos los niños y niñas del mundo.

Tu historia ha surgido de la experiencia vivida durante esta pandemia... ¿Cómo viviste personalmente, tanto tú misma como las personas de tu entorno más cercano, la época más dura del confinamiento? 

Pues la viví con incertidumbre, supongo que como la mayoría de las personas, y sobre todo con preocupación por mis padres y por muchas personas de mi familia que trabajan en el ámbito sanitario o en actividades esenciales que no han parado en ningún momento. Pero a un año vista, me quedo con lo bueno de aquellos días, como tener más tiempo para compartir con mi marido y mi hija que, a veces, por los ritmos de vida que llevamos, es complicado, jugar al Monopoly, hacer bizcochos caseros, o grabar videos divertidos y de felicitaciones para los amigos y la familia. Y, por supuesto, me quedo con la solidaridad y la complicidad que se creó en el vecindario para hacer más llevadera la situación. Sin duda, el confinamiento también nos ha dejado momentos únicos e inolvidables..

¿Eres optimista? ¿Crees que volveremos pronto a una relativa normalidad?

Ojalá pudiera saberlo a ciencia cierta y que fuese cuanto antes porque estamos ya todos muy cansados, pero es lo que nos ha tocado vivir y hay que sobrellevarlo lo mejor que se pueda y buscar alternativas que, dentro de las normas sanitarias vigentes, nos den esos momentos tan necesarios de felicidad. En eso también creo que los niños pueden ayudarnos mucho, porque tienen una imaginación infinita y ya sabes lo que dicen de que la necesidad agudiza el ingenio.

¿Puedes contar a grandes rasgos cuál es tu relación con el periodismo y con la literatura?

Me gusta escribir desde siempre. Cuando cumplí nueve años me regalaron un diario y a partir de ahí ya no paré. No obstante, yo quería ser pediatra, y no fue hasta segundo de bachillerato cuando decidí que iba a estudiar Periodismo. Estaba en clase de Informática y nos mandaron hacer un trabajo que consistía en escribir y maquetar un periódico digital con noticias del instituto y, de pronto lo tuve claro, fue como una revelación. Soy periodista por vocación y me encanta mi profesión, con todas sus ventajas e inconvenientes. Si volviera atrás, volvería a ser periodista; creo que eso lo dice todo.

En estos años he leído mucho y lo que tengo claro es que los libros son un regalo mágico. Son capaces de generar en el lector múltiples emociones, trasladarlo a lugares horribles o maravillosos, darle a conocer momentos de la historia reciente o antigua…Cada vez que se abre la portada de un libro, da comienzo una nueva aventura.

¿De qué tipo eran tus primeras lecturas de pequeña?

Recuerdo que me gustaban muchísimo los Cuentos de la Media Lunita (Antonio Rodríguez Almodóvar), los poemas de Gloria Fuertes, Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Heidi y, por supuesto, los cuentos clásicos o inventados que me contaban mis padres o mis hermanos mayores. Con algunos años más, recuerdo con cariño Momo, 20.000 leguas de viaje submarino o la Historia Interminable.

¿En qué medida crees que estas primeras lecturas han influido en tu afición posterior a la literatura?

Pues no sabría decirte pero lo que sí tengo claro, hasta donde mis recuerdos alcanzan, es que siempre he disfrutado muchísimo leyendo y escribiendo historias, poesías…y que para mí haber escrito ‘Cuando los abrazos se volvieron invisibles’, ha sido una de las experiencias de mi vida que me ha hecho más feliz.

¿Sigues siendo lectora del género infantil o juvenil?

Sí, y me gusta mucho. Me encanta ir con mi hija a las librerías y a las bibliotecas y sumergirnos entre tantas maravillosas historias. Lamentablemente eso ahora no es posible, pero de igual modo, buscamos otras opciones porque creo que es importante inculcarle a los niños y niñas el amor por la lectura. A veces cuesta entre tanta pantalla, pero vale la pena intentarlo.

¿Cómo ves actualmente este mundo? ¿No crees que la lectura tiene demasiados competidores en el mundo del entretenimiento?

Pues un poco es lo que hablábamos. Hoy en día vamos a unos ritmos de estrés, de inmediatez y de rapidez que hacen muy complicado que nuestros niños se paren, abran las páginas de un libro, y dejen volar la imaginación. No tengo nada en contra de las nuevas tecnologías; es más, está claro que ya son presente más que futuro, y que nos han abierto todo un mundo de posibilidades, pero creo que la diversión es más que una pantalla. Por eso me parece muy importante que se siga potenciando la lectura infantil y juvenil, porque los peque-lectores de ahora serán los grandes lectores del futuro y, como le digo siempre a mi hija, “la lectura es cultura y la cultura es libertad”.

 

Me parece muy importante que se siga potenciando la lectura infantil y juvenil. Como le digo siempre a mi hija, 'la lectura es cultura y la cultura es libertad'.

¿Contemplas la posibilidad de que exista en el futuro una saga con la pandilla OPCF? Y en relación con esto… ¿tienes otros proyectos literarios entre manos? 

Cuando puse en la calle ‘Cuando los abrazos se volvieron invisibles’ ni se me había pasado por la imaginación hacer una saga, pero a día de hoy no cierro ninguna posibilidad de embarcar a los OPCF en otras aventuras, porque así me lo están demandando muchos niños y niñas que ya han leído mi libro.

La verdad es que me encantaría, pero ahora mismo, estoy centrada en llevar la aventura de los abrazos invisibles a todos los niños y niñas, para que puedan formar parte de la Pandilla más valiente del mundo.

¿Te interesaría salir del género juvenil o de momento prefieres continuar con él?

La experiencia está siendo fantástica porque el público infantil y juvenil es súper agradecido, disfruto muchísimo con los encuentros y presentaciones, y me siento muy a gusto en este género. En cualquier caso, eso solo el tiempo lo dirá.


  • Las librerías en que está disponible el libro pueden consultarse en la páginda de Facebook que se enlaza debajo, o bien, se pueden hacerse pedidos directos al correo losabrazosinvisibles@gmail.com