¡Tenemos que hablar!

¡Tenemos que hablar! El trabajo de la lengua oral en Secundaria

Juan Manuel López Esparrell - @LopezEsparrell
Profesor de Secundaria en Andalucía
 

¿POR QUÉ TRABAJAR LA LENGUA ORAL EN EL AULA?

Tradicionalmente, la escuela se ha centrado mucho más en la enseñanza de la lengua escrita, ignorando, descuidando u olvidando la oral. Sin embargo, en la actualidad esta realidad está cambiando. Por un lado, el currículo de muchas asignaturas establece una atención concreta y explícita a la lengua oral (por ejemplo, en Lengua Castellana y Literatura el primer bloque de contenidos se titula Comunicación oral: escuchar y hablar; en las segundas lenguas existen otros bloques como Comprensión de textos orales, Producción de textos orales: expresión e interacción1…), y, por otro lado, la sensibilidad entre el profesorado respecto a este tema ha aumentado notablemente, lo que repercute directamente en su trabajo en el aula.

A pesar de todo, la enseñanza de la lengua oral en Secundaria sigue careciendo de una planificación y una sistematicidad que sí tienen otros temas del currículo (por ejemplo, la enseñanza de gramática, la de literatura, la de matemáticas, etc.), quedando reducida a prácticas esporádicas y discontinuas.

Evidentemente, es necesario cambiar esta realidad lo antes posible. Sobran los motivos. Recuerdo una anécdota real que suelo contar en clase en la que una pareja mayor, aparentemente turistas, le preguntó a unos adolescentes en español cómo llegar a un lugar (que, por cierto, estaba bastante cerca) y la respuesta de estos se limitó a varias señales con los brazos de difícil comprensión, acompañadas de interjecciones. Esto no debería pasar nunca, porque es una prueba más de la carencia de competencia comunicativa de algunas personas.

Si bien nuestro alumnado está más o menos bien entrenado en el uso de la lengua oral en contextos familiares o informales –puesto que la emplea constantemente–, en general suelen encontrar dificultades a la hora de enfrentarse a su utilización en otros contextos distintos que, al mismo tiempo, son necesarios para sus vidas. Y la escuela debe dar una respuesta educativa al empleo de la lengua oral en este tipo de contextos, trabajándola de forma sistemática para que nuestro alumnado domine las habilidades necesarias que le permitan hablar en público de forma eficiente, exponer sus ideas con claridad, coherencia y adecuación, comunicarse debidamente, etc.

A todas estas razones se suma que un buen nivel de competencia comunicativa por parte de nuestro alumnado contribuirá de forma significativa a la construcción de su propio pensamiento y conocimiento e, incluso, una comunicación eficaz mejorará sus relaciones sociales y favorecerá la convivencia dentro de su contexto social inmediato. Ya Séneca afirmaba que “la conversación es la expresión de nuestro modo de pensar”. En definitiva, se podría afirmar que somos lo que hablamos.

Por lo tanto, sobran los motivos para que el profesorado dedique atención a trabajar la lengua oral en el aula de forma regular y con sistematicidad.

LAS DOS CARAS DE LA LENGUA ORAL: LA COMPRENSIÓN Y LA EXPRESIÓN

Una vez que hemos decidido llevar la lengua oral a nuestras aulas, nos surgen muchas preguntas. ¿Cómo puedo trabajarla? ¿Qué es exactamente la lengua oral? ¿Qué habilidades implica dominarla? ¿Qué hago para que mi alumnado mejore su nivel de competencia comunicativa?

La experiencia nos dice que es tremendamente difícil que un alumnado con dificultades en su expresión o comprensión oral mejore rápidamente. Y esto se debe a que la competencia comunicativa, en realidad, abarca una enorme amalgama de microhabilidades distintas2, intangibles y difíciles de trabajar, que determinan su dominio de la lengua oral.

Comprender bien un texto oral implica muchos factores diferentes3: reconocer los fonemas que componen el mensaje, segmentar la cadena acústica en unidades, distinguir las ideas relevantes de las que no lo son, agrupar las ideas relacionadas, captar la intención comunicativa, comprender el significado global del mensaje, entender las presuposiciones, los sobreentendidos y los dobles sentidos, rellenar las elipsis, interpretar los códigos no verbales (mirada, gesticulación...), retener en la memoria la información, etc. Y todo ello al mismo tiempo.

Lo mismo ocurre con la expresión oral. Tener un buen nivel de lengua oral supone dominar un buen número de microhabilidades distintas: saber iniciar un tema de conversación, saber conducirlo (buscando ideas adecuadas a la situación, relacionando un tema nuevo con uno anterior, abrir y cerrar el discurso...), saber gestionar la interacción (escoger el momento adecuado para intervenir, utilizar eficazmente el turno de palabra, cederlo...), dominar los aspectos no verbales (controlar la voz, la mirada, el lenguaje gestual...) y muchas más.

En cualquier caso, saber la dificultad que entraña trabajar la lengua oral en clase no nos debe desanimar. Se trata simplemente de ser consciente de lo que implica y, sobre todo, dedicarle el esfuerzo y el tiempo que necesita.

LA LENGUA ORAL EN EL AULA: UNA PROPUESTA DIDÁCTICA

a/ El trabajo de la comprensión de textos orales

- Metodología de trabajo

Algunas de las actividades tradicionales que cualquier docente ha llevado al aula para trabajar la lengua oral han sido la realización de exposiciones orales, el visionado de películas y un debate posterior, contar historias, etc. Sin duda, tareas como estas ayudan a desarrollar la comprensión y la expresión oral en nuestro alumnado, pero ninguna permite abarcar la totalidad de microhabilidades que supone tener un buen dominio de la lengua oral.

Por ello, podemos esbozar algunas precisiones o consejos sobre la metodología de trabajo de la lengua oral en el aula4:

✔ Se requiere mucha práctica. Planificar, realizar y evaluar una exposición oral, por ejemplo, es una herramienta excelente para que el alumnado aprenda a hablar en público, pero debemos procurar que no sea una práctica aislada, sino que haga varias a lo largo del curso, de tal manera que vaya corrigiendo errores y entrenándose para mejorar poco a poco.

✔ Debemos respetar los distintos ritmos de aprendizaje. No todo nuestro alumnado aprende igual ni con la misma rapidez. La atención a la diversidad también es fundamental en este aspecto. Así, por ejemplo, debemos procurar configurar grupos heterogéneos para la realización de exposiciones orales, en los que el alumnado con un mayor dominio ayude y guíe al alumnado que encuentre dificultades.

✔ Debemos trabajar la lengua oral de forma continua y sistemática. De la misma manera que, por ejemplo, planificamos la enseñanza de literatura (distinguiendo épocas, autores, obras…), debemos programar y secuenciar la enseñanza de la lengua oral. Es decir, a principios de curso debemos diseñar el conjunto de actuaciones que vamos a llevar al aula para que nuestro alumnado desarrolle las habilidades que implica la competencia comunicativa.

✔ Hay que usar material variado y real. Para trabajar la comprensión de textos orales en el aula podemos recurrir al uso de audios, vídeos e, incluso, nuestro propio discurso real. La imagen puede ayudar en la comprensión de textos difíciles y el audio aislado nos permite que el alumnado focalice su atención en el lenguaje verbal (obviando el no verbal).

- Fuentes de textos orales

Para trabajar la comprensión de textos orales es fundamental que nuestro alumnado se enfrente a situaciones reales: exposiciones orales, debates, nuestras propias explicaciones, etc.

Pero, además, hoy en día existe una enorme variedad de textos orales en Internet a disposición del profesorado. Una fuente de textos muy importante –y, seguramente, atractiva y motivadora para nuestro alumnado– la constituye Youtube. En Youtube podemos encontrar multitud de canales educativos con textos orales listos para llevar al aula y con una gran variedad temática. Por ejemplo, La educateca, La educatina, Canal profe matemáticas 10, Unicoos, Matemáticas para genios, Supercosy: canal para infantil, Khan Academy, El coleccionista de mundos… Muchos de ellos, incluso, contienen explicaciones de contenidos curriculares.

Otra fuente casi inagotable de textos orales son los podcasts. El hecho de no tener imágenes nos puede servir para que nuestro alumnado focalice su atención en el lenguaje verbal, obviando el gestual. Por ejemplo, los podcast de Ivoox, los cuentos de El fuego mágico5

También son muy atractivas las cronoficciones, es decir, recreaciones sonoras de episodios históricos6, sin olvidarnos tampoco de los audiocuentos, muy fáciles de localizar en Youtube.

Igualmente, existen webs que ponen al alcance del profesorado textos orales. Por ejemplo, es bastante conocida la web “Videoteca educativa. Cine en las aulas de Primaria y Secundaria7”, que contiene una infinidad de vídeos con textos orales clasificados tanto por niveles (desde Infantil hasta Bachillerato) como por áreas. O “El videoprofe8”, que nos ofrece buenos vídeos con explicaciones de contenidos curriculares, también clasificados por niveles y por áreas.

- Herramientas TIC para trabajar la comprensión de textos orales

En ocasiones, el trabajo de la lengua oral ha supuesto un auténtico desafío para el profesorado, dada su natural dificultad para llevarla al aula. Todos recordamos a compañeros, especialmente los de idiomas, cargados con un voluminoso reproductor de música con CDs por los pasillos.

Hoy en día las TIC nos facilitan la vida también en el trabajo de la lengua oral. Existen varias herramientas útiles que, si contamos con conexión a la red, simplifican nuestro trabajo. Por ejemplo, se pueden usar herramientas digitales como Wakelet o Start.me como videoteca. Se trata de dos plataformas gratuitas que, con un simple registro previo, nos ofrece la posibilidad de colgar enlaces a vídeos de Youtube o a webs y agruparlos por temas. Así, en clase solo tenemos que abrir nuestra sesión y encontramos fácilmente todos los vídeos que previamente hemos seleccionado a nuestra disposición mediante un solo clic.

Otra herramienta TIC es Edpuzzle. Se trata de una interesante web o app, también gratuita, que nos permite trabajar en profundidad con un vídeo. Son muchas sus posibilidades: desde parar el vídeo en el momento en el que decidamos para que aparezca una pregunta que el alumnado debe responder hasta mandar su visionado como tarea para casa y comprobar quién lo ha hecho y quién no. Su potencialidad didáctica para el trabajo de la comprensión de textos orales es enorme.

b/ El trabajo de la expresión oral

- La exposición oral

El trabajo de la lengua oral en el aula resulta fundamental para que nuestro alumnado se entrene y mejore su competencia comunicativa. Una herramienta muy útil y eficaz para esto son las exposiciones orales, pues permiten que nuestro alumnado se enfrente a hablar en público sobre un tema determinado.

En el trabajo de la exposición oral en el aula hay que diferenciar tres fases o momentos, todos ellos igualmente importantes:

➢ La planificación: hay que tomar decisiones sobre la configuración de los grupos, los temas que se van a tratar, la duración, los recursos que se pueden usar, etc. Son los primeros pasos. También es importante aquí explicarle al alumnado qué es una buena exposición oral, mostrarle ejemplos e informarle sobre la evaluación.

➢ La realización: en esta fase el papel principal lo juega el alumnado. Debe procurar hacer la exposición oral tal y como se ha planificado: cuidando su expresión verbal y no verbal, sin leer, mirando al público, etc. El docente debe procurar quedarse en un segundo plano y no interrumpir.

➢ La reflexión y evaluación: es la última fase y también es importante. Se trata de analizar, con la ayuda del grupo, qué se ha hecho bien y qué se puede mejorar. El objetivo es que en las siguientes exposiciones no se cometan los mismos errores.

- El debate

El debate también constituye un instrumento muy eficaz para mejorar la expresión oral de nuestro alumnado. Si en las exposiciones orales el alumnado debe usar, sobre todo, el texto expositivo, mediante el debate podemos trabajar la argumentación.

Las fases para llevar el debate al aula pueden ser las mismas que en el caso de la exposición oral. Primero la planificación, en la que el docente debe explicar qué es un debate, sus aspectos formales, el papel del moderador, los turnos de palabra, etc. Además, se debe decidir el tema e iniciar la búsqueda de información por parte del alumnado que le permita fundamentar sus argumentos y los posibles contraargumentos. También es importante fijar la estructura que se va a seguir (inicio por parte del moderador, exposición de cada grupo, discusión y cierre).

Tras la planificación, viene la realización del propio debate. El moderador debe procurar que el debate se desarrolle tal y como se ha planificado. Y, por último, la reflexión y evaluación, en la que el docente y su alumnado deben hablar sobre qué se ha hecho bien y establecer los puntos en los que se puede mejorar para tenerlos en cuenta en futuros debates.

- Microactividades

Para trabajar la lengua oral en el aula existen tantas actividades diferentes como imaginación tenga el profesor. En las siguientes líneas vamos a esbozar algunas ideas, siguiendo la clasificación de actividades que propone Estrella López Aguilar9:

  • Basadas en preguntas y respuestas: por ejemplo, trabajar con mapas de la propia ciudad preguntando por direcciones. O, en parejas, buscar las diferencias entre dos imágenes, pudiendo ver cada uno solo una de ellas. O en la narración de un cuento tradicional, preguntar por situaciones que cambiarían la trama (¿qué pasaría si caperucita se enamora del lobo?).
  • Basadas en la comunicación formal: aquí podemos llevar al aula la asamblea, discursos, mesas redondas…
  • Basadas en la dramatización: juego de roles (por ejemplo, vamos a contar el cuento de Caperucita roja y tú eres el lobo feroz), improvisación, dramatizar un poema mientras se recita, etc.
  • Basadas en estímulos audiovisuales: podemos trabajar la descripción de un objeto que solo el emisor puede ver y los demás adivinar, el tradicional veo veo, el doblaje de cortos, etc.
  • Basadas en historias y relatos: un taller de cuentacuentos, relatar un cuento cambiando el punto de vista, construir un cuento colectivo, etc.
  • Basadas en juegos lingüísticos: podemos jugar a las adivinanzas, quién es quién, enigmas o acertijos, el pasapalabra, las palabras encadenadas (uno dice una palabra y el siguiente debe decir otra que comience por la última sílaba de la anterior, sin que se pueda repetir ninguna), etc.
  • Basadas en el aprendizaje cooperativo: la técnica del rompecabezas (se reparte la información entre distintas personas y luego tienen que recomponerla), conversaciones participativas…
  • Basadas en el uso de las TIC: se trata de trabajar la lengua oral con la ayuda de las nuevas tecnologías (Youtube, Ivoox, Audacity…)
  • Basadas en textos periodísticos: un taller de radio, la realización y grabación de una entrevista, la preparación y realización de un telediario, etc.
  • Basadas en textos literarios: un taller de cuentos, recitales poéticos, lectura expresiva de textos literarios…

CONCLUSIONES

Después de haber reflexionado sobre la lengua oral y de haber esbozado unas líneas de trabajo, las conclusiones a las que llegamos son evidentes. Por un lado, en nuestra opinión es fundamental que el trabajo de la lengua oral ocupe un espacio significativo en el aula, convirtiéndose su mejora en un objetivo fundamental y, por otro, que para que su trabajo sea lo más efectivo y fructífero posible resulta imprescindible una planificación previa en la que se fijen las actuaciones concretas se van a llevar al aula, con sus concreciones curriculares, así como su progresión.

Y todo ello encaminado a la mejora de la competencia discursiva de nuestro alumnado, que será nuestro objetivo prioritario. Para esto, todo esfuerzo merece la pena.

BIBLIOGRAFÍA.

- Cassany, Daniel; Luna, Marta; Sanz, Gloria, Enseñar Lengua, GRAO, 1994.

- López Aguilar, Estrella, Proyecto #Tomalapalabra, en tomalapalabraedu.wordpress.com.

- Moreno, Víctor, Lectores competentes, Anaya, 2004.

- Solé, Isabel, Estrategias de lectura, GRAO, 1992.

- Vilá i Santasusana, Monserrat, 6 criterios para enseñar lengua oral en la Educación Obligatoria, Leer para aprender, 2010.

- VVAA, 100 propuestas para mejorar la competencia en comunicación lingüística, Santillana, 2009.

SOBRE EL AUTOR…

Juan Manuel López Esparrell es profesor de Lengua Castellana y Literatura de Secundaria. Actualmente trabaja en el IES Francisco Giner de los Ríos de Motril (Granada). Ha colaborado con diversos centros del profesorado en proyectos de formación para docentes (evaluación por competencias, competencia en comunicación lingüística, UDIS, metodologías y aprendizaje activo...) Le apasiona su trabajo: siempre está investigando o intentando cosas nuevas. También le gustan las TIC, el trabajo por proyectos, el fomento de la lectura, etc. Lo podéis seguir en su Twitter .

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NOTAS

1 Vid. Real Decreto 1105/ 2014, de 26 de diciembre, por el que se establece el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato.

2 Enseñar Lengua, Daniel Cassany, Marta Luna, Gloria Sanz, GRAO, 1994; Lectores competentes, Víctor Moreno, Anaya, 2004. En estos libros se describe en profundidad el conjunto de microhabilidades que comprende la comprensión y la expresión oral.

3 Isabel Solé, Estrategias de lectura, GRAO, 1992.

4 Un artículo con más consejos sobre el trabajo de la lengua oral en el aula es el de Monserrat Vilá i Santasusana 6 criterios para enseñar lengua oral en la Educación Obligatoria, Leer para aprender, 2010.

5 En https://fuegomagico.podspot.de.

6 Existen muchos sitios en Internet. Por ejemplo, www.podiumpodcast.com/cronoficcion (Cadena Ser).

7 http://videotecaeducativa.blogspot.com.

8 http://www.videoprofe.es.

9 Estrella López Aguilar, Proyecto #Tomalapalabra, en https://tomalapalabraedu.wordpress.com. Otra magnífica fuente de ideas con actividades para trabajar la lengua oral es el libro 100 propuestas para mejorar la competencia en comunicación lingüística, VVAA, Santillana, 2009.