Un monstruo muy especial

Juan Antonio González Gallardo
CEIP Cristo de la Misericordia, Chipiona (Cádiz)

El niño vive y toma conciencia de que es una persona diferente. De forma paulatina, irá construyendo sus necesidades, intereses, gustos y posibilidades; irá consolidándose como ser único, individual y permanente. Este proceso de identificación y diferenciación es paralelo y simultáneo al descubrimiento del otro, cuando la exteriorización y la gestión de las emociones es de suma importancia a lo largo de la etapa de Educación Infantil, no como un hecho puntual, sino como un aspecto transversal que impregnará cada una de las experiencias que diariamente estemos abordando en el aula.  

Todo ello nos lleva a generar un ambiente de confianza y seguridad afectiva y a tener expectativas positivas acerca de las competencias potenciales de los niños y las niñas, que les ayuden a sentirse personas aceptadas, a tener confianza en sus posibilidades, a reconocer sus deseos, sus peculiaridades y posibilidades de expresión y actuación, tomando como referencia el desarrollo de sus emociones como esencia fundamental del trabajo diario y motor del desarrollo del aprendizaje individual y colectivo en el aula de Educación Infantil.

Aunque importantes en todas las etapas educativas, los aspectos afectivos y emocionales cobran relevancia en la etapa de Educación Infantil, en la que se irán formando los cimientos de la personalidad futura. Así, podremos ir favoreciendo el desarrollo integral de niñas y niños, fin último de la etapa que nos ocupa.  

El proyecto “Un monstruo muy especial” se fundamenta en la Orden de 5 de Agosto de 2008, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Infantil en Andalucía, señala lo siguiente:  

a) Construir su propia identidad e ir formándose una imagen positiva y ajustada de sí mismo, tomando gradualmente conciencia de sus emociones y sentimientos a través del conocimiento y valoración de las características propias, sus posibilidades y límites.

Esta experiencia se ha llevado a cabo en el curso escolar 2020/21 con niños y niñas de Educación Infantil de 5 años del CEIP Cristo de las Misericordias (Chipiona). En ocasiones el alumnado de estas edades se hace un lío con las emociones y necesita deshacer el embrollo. Se trata, pues, de una historia sencilla y divertida que hará que se introduzcan en el fascinante mundo de las emociones.  

Así pues, más que detenernos en conocer sus ideas previas, decidimos presentarles como elemento motivador un cuento: “El monstruo de colores”, que les fascina y hace volar su imaginación, con un punto de misterio, de sorpresa, les hace soñar, reír, ser felices y, ante todo, ¡vivir!. Estábamos preparados para jugar, contar, soñar, movernos, mirar, dibujar, relacionarnos, recortar, expresar, realizar…  

Cierta mañana y como actividad de motivación se encontraron en la asamblea con unos tarros (5 tarros de cartulinas blancas) y recortes de diferentes colores que representan una emoción.  

- Alegría: amarillo.  

- Tristeza: azul.  

- Miedo: negro.  

- Rabia: rojo.  

- Calma: verde. 

Iniciamos un diálogo para saber si conocían el significado de aquellos tarros, recortes de papel de colores. Para ello, buscamos la solución en un cuento: “El Monstruo de Colores”.  Abordamos el cuento antes, durante y después. 

Antes del cuento:  

Leemos el título del cuento (vemos si es un título largo o corto, cuántas palabras lo componen, identificamos las letras). Recordamos las partes del cuento (portada, contraportada, título, autor e ilustraciones). Preguntamos quién conoce el cuento y realizamos, a mano alzada, un contaje. 

Durante el cuento:  

Narración del cuento.  

Después del cuento: 

Realizamos una serie de preguntas para saber si lo han comprendido. Así encontramos la solución a los tarros y a los recortes de papel de colores. Colocamos los tarros en la asamblea (previamente en el rincón de plástica los colorearemos con ceras blandas con el color correspondiente), el papel y los nombres de cada emoción (previamente en el rincón de la lectoescritura hemos repasado cada emoción con su color correspondiente).  

  • Silabear el nombre de las emociones.  
  • Realización de la portada del proyecto.  
  • Escribir el título del cuento y colorear con rotuladores el monstruo de  colores. 

Concluidas las actividades de motivación nos adentramos en las de desarrollo, que tienen como escenario principal de aprendizaje los rincones de juego y trabajo.  

Estos rincones son una forma de organizar el espacio en el aula, basados en el trabajo autónomo mediante el que niños y niñas realizan pequeñas investigaciones, desarrollan actividades lúdicas y establecen relaciones interactivas con iguales y adultos, principalmente con el tutor.  

Estas actividades de desarrollo se planificaron a lo largo de cuatro semanas: 

Primera semana:  

- Rincón de plástica: pintar tarros con ceras blandas, pintar los monstruos de colores para la ruleta de las emociones, pintar los monstruos con acuarelas para la actividad de memoria.  

- Rincón de lectoescritura: repasar con rotulador las letras de cada una de las emociones para los tarros, repasar con rotulador las letras de cada una de las emociones para el nuevo vocabulario y repasar con rotulador las letras de cada una de las emociones para la ruleta. 

Actividad en gran grupo:  

- Realización de la portada del proyecto. Escribir el título del cuento y colorear con rotuladores el monstruo de colores.  

- Realización de un dibujo sobre el monstruo de colores que titulamos “Así veo yo al monstruo de colores”.

Segunda semana:  

La ruleta de las emociones: se compone de cinco divisiones. En cada división está el monstruo coloreado de las diferentes emociones y la palabra de la emoción correspondiente.  

Cuando un niño gira la ruleta y se para en un monstruo determinado tiene que nombrar el sentimiento y una acción del cuento relacionada con ese color.  

Esta ruleta la colocamos en la zona de asamblea. 

Las actividades para desarrollar en cada uno de los rincones son las siguientes:  

- Rincón de plástica: decoración de un monstruo que se llevarán a casa. 

- Rincón de lectoescritura: sopa de letras, buscar el nombre de las emociones.

- Rincón de las matemáticas: juego de memoria sobre los monstruos de colores.

- Rincón de los juegos: ruleta de las emociones. 

Actividad en gran grupo:  

Twister sobre las emociones: damos a elegir a los niños y niñas una tarjeta de una baraja. En ella deben elegir si poner el pie o la mano y, en cuanto al color, se tira un dado gigante con los diferentes monstruos y colores que indican el color en el que colocar la mano o el pie, según le haya tocado en la tarjeta obtenida.  

Tercera semana:  

Nos emocionamos: decir una emoción y los niños imitan la emoción con la cara y el cuerpo. Silabean la palabra, se ayudan con las manos.  

Las actividades a desarrollar en cada uno de los rincones son las siguientes:  

- Rincón de plástica: cada uno de los grupos decora un monstruo y nos inventamos un nombre.

- Rincón de lectoescritura: sopa de letras, buscar el nombre de las emociones.

- Rincón de las matemáticas: numeración del 1 al 5. Contamos monstruos. 

Actividad en gran grupo:  

¡A mover el esqueleto!: les entregamos una pegatina de los diferentes monstruos de colores de cada uno de los niños y niñas. A continuación, el grupo-clase, mientras suena la música, tiene que estar desplazándose, bailando, saltando… Cuando la música se para, decimos qué emociones deben agruparse, como por ejemplo, que se una la alegría amarilla con la rabia roja, y así sucesivamente.  

Cuarta semana:  

Nos expresamos: cada niño/a tiene que asociar una acción de su día a día con una emoción del cuento.  

Abrimos el cuento por una emoción: "¿quién se siente alegre hoy?" Ellos deben contarnos el motivo por el cual se sienten de esta forma.  

Las actividades a desarrollar en cada uno de los rincones son las siguientes:  

- Rincón de lectoescritura: escribimos el nombre de las emociones.

- Rincón de la plástica: pintamos con acuarela el monstruo.

- Rincón de las matemáticas: realización de un puzle. 

Y como actividad de síntesis, les pedimos que realicen un dibujo, como un importante medio de expresión de ideas y como un importante instrumento de evaluación a estas edades, que nos lleva a entender qué han aprendido a lo largo de todo el proyecto, promoviendo que niños y niñas pongan palabras a sus emociones, a sus deseos, sentimientos y pensamientos.