Azucarera

El cultivo de remolacha y la producción de azúcar en Andalucía constituyen un importante factor de dinamización económico de esta Comunidad que cuenta con más de 900 agricultores remolacheros y, en los momentos de más actividad, con alrededor de 300 trabajadores en la planta de Azucarera en Jerez de la Frontera (Cádiz).

En el contexto del empleo propio, Azucarera ha apostado por aquellas iniciativas que buscan el alineamiento entre la demanda real de los puestos de trabajo y las oportunidades formativas de los jóvenes, priorizando aquellas que generan trabajo a nivel local. Esta situación se plantea desde el convencimiento de que ésta es la fórmula del éxito para el trabajador, la empresa y, en definitiva, la sociedad. 

En este sentido, la Formación Profesional en Alternancia constituye una valiosa ‘puerta de entrada’ a los nuevos aprendices azucareros y contribuye a asegurar, a largo plazo, la transferencia de conocimiento experto de los mayores a los jóvenes para garantizar la sostenibilidad del negocio y por tanto, el cultivo de la remolacha azucarera en Andalucía.

Francisco Javier Barahona Alonso es Licenciado en Química Industrial y trabaja desde hace 25 años en Azucarera. Ha desarrollado la mayor parte de su vida profesional como Ingeniero de Procesos, realizando proyectos de ingeniería química, y como Responsable de Mantenimiento, gestionando el mantenimiento de las fábricas de la compañía. Desde hace cuatro años es responsable de tareas relacionadas con el desarrollo de las personas, en el Área de RRHH siendo en la actualidad Director de Formación y Selección en la empresa.

¿Qué razones han llevado a su empresa a apostar por la Formación en Alternancia?

Azucarera siempre ha mantenido un compromiso con la educación, materializado en la acogida de estudiantes para que realicen sus prácticas, curriculares o extracurriculares. Cuando apareció la nueva normativa que regula la Formación Profesional en Alternancia o Formación Dual nos pareció una magnífica oportunidad para abundar en este compromiso. Asimismo, la colaboración de las instituciones públicas, como la Junta de Andalucía, en la construcción del proyecto formativo nos ha permitido afrontar el reto con mayores garantías de éxito y establecer unas bases sólidas para el futuro profesional de los alumnos.

¿Qué necesidades cubre en Azucarera un programa de Formación en Alternancia?

Pretendemos que la Formación Profesional en Alternancia sea la puerta de entrada a nuestro programa de aprendices, destinado a cubrir la sucesión de los operadores y técnicos de mantenimiento de la compañía. Estas profesiones requieren una formación de calidad y muchos años de experiencia para alcanzar la maestría. La FPA nos permite seleccionar los mejores alumnos para que pasen por nuestras instalaciones y evaluar su evolución, pasando los mejores a formar parte de la cantera de Azucarera.

¿Cuántos alumnos de esta modalidad aprenden en su empresa?

En la actualidad contamos con 10 alumnos de cuatro institutos diferentes, públicos y privados, en Andalucía y Castilla y León, comunidades que han mostrado su pleno apoyo al desarrollo del proyecto.

¿Cuáles son los campos/destinos de formación dentro de Azucarera (gestión, proceso de fabricación de azúcar, seguridad, etc.)?

La formación está orientada a cubrir los aspectos prácticos de lo que ven en clase, de manera más teórica. Adicionalmente, les proporcionamos una formación específica y complementaria, especialmente en cuanto a prevención de riesgos laborales, uno de los valores más importantes que el alumno se va a llevar de nuestra compañía y que le será de utilidad en cualquier entorno profesional.

¿Qué factores considera más importantes para el éxito de un proyecto de Formación en Alternancia?

El punto fundamental es diseñar un buen proyecto, lo que implica un conocimiento por parte de la empresa de los contenidos procedimentales del módulo y un conocimiento por parte del instituto de las actividades que se pueden llevar a cabo en la empresa en relación con el ciclo en cuestión. Una vez realizado ese ejercicio, es preciso detallar qué actividades se van a realizar en cada ámbito así como el procedimiento de seguimiento de los alumnos. Es muy importante encontrar la correspondencia entre lo que se estudia en el instituto y las tareas habituales que se realizan en la empresa. Así garantizamos el mejor aprovechamiento del tiempo de formación.

¿Cómo está estructurada Azucarera para extraer el mayor rendimiento de sus empleados en formación?

En Azucarera nos implicamos en la formación interna; todos somos alumnos y todos somos maestros.  Hemos invertido en formar a nuestros expertos como formadores, de modo que sepan transmitir sus conocimientos con mayor precisión. Este entrenamiento nos ha ayudado para afrontar la FPA, ya que contamos con numerosos profesionales que además de saber hacer, saben enseñar.

La FP en Alternancia engloba el aspecto teórico de la formación con el bloque profesional. ¿qué valoración dan los alumnos del programa y del proceso de aprendizaje en Azucarera?

Todos los alumnos que participan en el programa en nuestros centros nos transmiten una opinión muy positiva de la experiencia. La oportunidad de interactuar con equipos a escala industrial les ayuda a entender mucho mejor lo que estudian en el instituto, donde ven esos elementos a escala reducida. Además, la familiarización con un entorno laboral les prepara para afrontar mucho mejor su primer trabajo.

¿Qué beneficios obtiene Azucarera de su colaboración en este proyecto?

La FPA nos proporcionará una cantera de profesionales que eventualmente pueden incorporarse a nuestro negocio. Para mí, no obstante, el principal beneficio viene de nuestra propia experiencia cuando ejercemos de maestros. Explicar nuestras tareas habituales nos facilita entender mucho mejor nuestras funciones, repasar conceptos y reflexionar sobre si trabajamos de la forma más eficiente posible. Como decía Cicerón, “si quieres aprender, enseña”.

¿Cómo ha sido el proceso de adaptación a este tipo de formación después del periodo de colaboración con la FCT?

La Formación en Alternancia supone un mayor compromiso con el ciclo formativo que en el caso de la FCT, dado que no se trata meramente de realizar unas prácticas sino que parte de los contenidos del ciclo se ven en la propia empresa; existe una mayor responsabilidad en la construcción del currículo del estudiante. Tras esta primera experiencia, destaco que si el trabajo previo de integración de los contenidos del módulo formativo con las tareas habituales de la empresa se ha hecho bien, la formación es más sólida.

¿Qué ventajas y/o diferencias ha encontrado entre los alumnos con formación exclusiva en FCT y los que cuentan con FPA?

La FPA nos permite conocer mejor a los alumnos, ya que pasan más tiempo con nosotros. Adicionalmente, en el caso de la FPA realizamos una selección previa de los alumnos, lo que nos permite elegir aquellos cuyas características encajan mejor con la cultura de Azucarera.

¿Qué valoración hace del primer año de participación en proyectos de Formación en Alternancia?

La experiencia es realmente positiva. Para empezar, la dedicación de nuestros tutores ha sido ejemplar, probablemente una consecuencia del buen trabajo de sensibilización previo. Por otra parte, vamos a alcanzar uno de los objetivos del programa, que es el de localizar buenos alumnos que se van a incorporar a nuestro programa de aprendices.

¿Qué les hizo escoger a las escuelas profesionales para realizar esta apuesta de formación en alternancia?

El factor fundamental es el compromiso y la ilusión de la escuela con el proyecto. El instituto tiene que estar dispuesto a dedicar un esfuerzo extra para el diseño de las tareas y de los procedimientos de seguimiento de los alumnos, sobre todo durante el primer año, cuando se está montando la experiencia. Pongo como ejemplo nuestra colaboración con las Escuelas Profesionales Sagrada Familia San Luis de El Pto de Sta Mª, donde este trabajo se ha realizado de una forma ejemplar. Evidentemente, este compromiso también recompensa a las instituciones educativas, las cuales multiplicarán su prestigio y se irán haciendo con los mejores candidatos a cursar FPA.

¿Tiene intención Azucarera de seguir participando en la formación en Alternancia?

Sí, por supuesto. Queremos prorrogar la colaboración y hemos estamos estudiando aumentar el número de alumnos participantes.

Según las experiencias de empleados y estudiantes, ¿cuáles son los aspectos a mejorar en los próximos proyectos formativos?

Todavía estamos en el primer año de la experiencia y tenemos que hacer un balance más detallado de todos los aspectos del programa. En este contexto, creemos que hay que mejorar las herramientas de seguimiento de los alumnos y simplificar la comunicación entre el tutor de escuela y el tutor de empresa. Los diversos institutos con los que colaboramos utilizan herramientas diferentes y, claramente, unas son bastante más potentes que otras.

¿Cree que la Formación en Alternancia es una buena iniciativa también para pequeñas empresas?

Creo que el factor fundamental a la hora de implicarse en este proyecto no es tanto el tamaño de la empresa sino la adecuación entre los contenidos formativos del ciclo y las tareas habituales que se realizan en la empresa. Evidentemente, cuanto mayor es una organización más posibilidades tiene de encajar esos contenidos. Una posible alternativa es que los alumnos realicen su ciclo alternando la estancia en varias compañías. Estamos en una fase inicial de la FPA y es preciso ir experimentando diferentes fórmulas. Acoger alumnos y colaborar en su formación es en sí una experiencia enriquecedora y que abre la compañía a la sociedad.