ONDA CEREBRAL, emociones positivas a través de las ondas desde un centro psiquiátrico penitenciario.

El SEP El Alambique es el único centro de educación de personas adultas de Andalucía ubicado en un Hospital Psiquiátrico Penitenciario. Allí, desde el año 2012, realiza su labor Esperanza Fernández, con plaza de maestra definitiva en la Sección de Educación Permanente del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla. Trabaja habitualmente con un grupo de casi un centenar de alumnos, más o menos la mitad de los pacientes totales del hospital, un número variable que depende de los ingresos que se producen durante el curso: “siempre atendemos a todo el que tenga interés o el equipo de tratamiento lo vea conveniente para su rehabilitación (no se le obliga, pero sí se le motiva para ello)”.

No es una tarea sencilla. Además de las especiales condiciones del alumnado, por motivos de seguridad no se pueden usar determinados medios tecnológicos, aunque nos encontremos en plena era digital. Así describe Esperanza este contexto: “Los pacientes que ingresan en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario para cumplir una medida de seguridad presentan un trastorno mental grave, que les impide manejarse con independencia. El alumnado interno muestra características especiales, entre las que destacan las carencias afectivas, cognitivas, de relaciones interpersonales y psicomotrices, por lo que la intervención escolar es eminentemente terapéutica”. 

Este carácter terapéutico orienta el diseño de los programas a paliar los déficits reseñados, potenciar y desarrollar las capacidades menos dañadas por el proceso de la enfermedad. Partiendo de esta realidad, se desarrollan distintos programas psicoterapéuticos intrahospitalarios, como por ejemplo, Psicoterapia, Rehabilitación funcional, Actividades de la Vida Diaria (AVD), cursos de Formación Profesional ocupacional (jardinería, cerámica, albañilería…), Musicoterapia... y, por supuesto, la Escuela con Enseñanza Multinivel: Formación Básica, Adquisición de hábitos de vida saludable y Prevención de enfermedades y Riesgos profesionales, TIC, Inglés, Secundaria (Pruebas libres y TAE) y un Plan no formal: “El Aula con la Actualidad”, ubicado en Otros planes, aprobado en el año 2013 y renovado, una vez más, para este curso 2019/20.

Una de las premisas de las que parten es “que el proceso de estigmatización y de rechazo hacia el enfermo mental  se vea atenuado o reducido, a través de la adquisición de conocimientos, procedimientos y actitudes contando con medios de comunicación como la radio, prensa, publicaciones, televisión y convivencias en el exterior".

ONDA CEREBRAL

En este contexto, el 3 de diciembre de 2008 nació la emisora Onda cerebral. Esperanza se refiere a ella como “un espacio de paz y tranquilidad con encuentros apasionantes”. Durante este confinamiento hemos podido comprobar que muchos centros educativos han encontrado en el medio radiofónico una herramienta para salvar las distancias. En el Alambique saben ya desde hace tiempo que la radio crea un canal de comunicación capaz de traspasar las barreras del aislamiento. Este saber hacer ha hecho a Onda Cerebral 107.8 FM merecedora de numerosos premios radiofónicos, llevándoles a ganar, en varias ocasiones, el Concurso de Radio de Instituciones Penitenciarias a nivel nacional. El último de los galardones, de este mismo año, ha sido otorgado por la Federación Andaluza de Familiares y Personas con problemas de Salud Mental (Feafes Andalucía), en la XIV edición anual de sus premios 'Feafes Andalucía Salud Mental 2020' en la modalidad de Comunicación. A este reconocimiento se han unido profesionales como Mercedes Milá, que acudió al programa como invitada en 2010.

Premio obtenido en 2015 por El aula con la actualidad, informativo que se realiza diariamente desde hace 7 años

 

El taller de radio está concebido como parte de un programa de educación en medios de comunicación. Las características específicas del medio radiofónico favorecen los modos de enseñanza no jerárquica, a través de estrategias de grupo, que propician el trabajo en equipo, el diálogo y el pensamiento crítico. Para la redacción de sus programas se basan principalmente en la prensa diaria y en libros. La falta de medios tecnológicos tienen que suplirla con creatividad y espontaneidad. Así, en sus emisiones diarias de dos horas y media, ofrecen una parrilla de programación en la que intervienen los propios internos, 25 programas relacionados con los distintos ámbitos (Comunicación, Científico-Tecnológico y Social) y principalmente dedicados a la expresión oral (Lectura) y expresión escrita (Composiciones). “Cada año innovamos con nuevos programas y grabaciones para presentarnos al concurso de radio de IIPP y retomamos algunos programas de otros años” —explica Esperanza—. La participación en el taller de radio está abierta a todos los pacientes del hospital, profesionales del Centro, personas invitadas para algún evento específico, para participar en tertulias, coloquios o entrevistas en la emisora. Esperanza está convencida de los beneficios que proporciona el taller: “se sienten motivados por la actividad, los asistentes siempre muestran necesidad por comunicarse, por expresar sentimientos y emociones, por compartir con el resto del grupo sus preocupaciones y sus ilusiones”. Cuenta Esperanza que muchos participantes desconocían el medio y nunca habían realizado una actividad de estas características: “Una vez perdido el miedo al micrófono, la actividad les parece divertida e incluso algunos ven una posibilidad de futuro laboral”.

Visita de grupo de campanilleros a Onda Cerebral

Y llegó el confinamiento

“Mis queridos alumnos: Aún no sé cuándo nos volveremos a ver, pero todo pasará y volveremos a compartir momentos únicos e irrepetibles.…volveremos a nuestros dictados a primera hora, a nuestras sonrisas, a nuestra emisora, a nuestros jardines, a nuestras clases de Secundaria e Inglés….os echo mucho de menos”.

Así se dirigía Esperanza en una carta a sus alumnos cuando se decretó el estado de alarma y tuvo que ver interrumpida su actividad habitual; al igual que tantas otras instituciones, los centros penitenciarios también tuvieron que adaptar su régimen de actividades y visitas. Hasta el 18 de mayo no pudo volver presencialmente a su trabajo. Durante este tiempo, a pesar de todas las dificultades, logró mantener el contacto con los alumnos: “Mi labor de confinamiento sí la he podido llevar...nos hemos tenido que reinventar y ha salido genial... te la resumo en que trabajo en un lugar espectacular, con unos profesionales estupendos con los que he estado en todo momento en comunicación y con unos resultados excelentes. Mi compañero Jesús y yo hemos mandado tareas, hemos hecho resúmenes, les hemos escrito cartas para animarlos... Pero claro, todo esto gracias al "pedazo" de equipo de tratamiento”. Ha conseguido mantener el contacto con los alumnos a través de cartas y de resúmenes de contenidos que ella misma les hacía a mano “yo sabía que les iban a gustar”. Para comunicarse con sus alumnos ha encontrado la colaboración de sus compañeros de Instituciones Penitenciarias, a través de llamadas, mensajes y correos, “y con la suerte e ilusión de que ellos estaban recibiendo las cosas y no se sintiesen olvidados”.

No cabe duda que el estado de alarma ha puesto a prueba a todo el sistema educativo, pero si en cualquier centro el cierre de las aulas ha podido suplirse en gran medida gracias a las herramientas tecnológicas y los medios telemáticos, la carencia de estos recursos en los centros penitenciarios les ha forzado a enfrentarse a esta labor con una dificultad añadida. En este contexto, la radio se reivindica una vez más como un recurso didáctico de gran efectividad en las condiciones más adversas. En palabras de Esperanza: “A través de las ondas se consigue expresar emociones positivas, distanciarse de los problemas, desdramatizar las situaciones individuales, controlar la ira y la frustración, mostrar una actitud empática y colaboradora. Aprender a organizar un discurso, aprender a sobreponerse a la apatía compartiendo una actividad que les motiva... Todo es posible si estamos en el aire”.