Page 66 - iMA2020-Informe del Medio Ambiente
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Desde hace unos años la Consejería con competencia en materia de medio ambiente lleva a cabo un
seguimiento y control de los fenómenos erosivos ocurridos en Andalucía, por la afectación que tienen
sobre los ecosistemas y sobre la calidad de vida de los ciudadanos.
Desde la Rediam, el Sistema de Indicadores Ambientales de Andalucía contempla el indicador de
Pérdidas de suelo y erosividad de la lluvia, abarcando el periodo comprendido entre 1992 y 2019. Este
indicador permite relacionar los distintos factores que intervienen en los procesos erosivos, funda-
mentalmente, las características del suelo, el relieve, la capacidad erosiva de la lluvia y la protección
del suelo. Dado que estos factores presentan relevantes variaciones espaciales y temporales, su
consideración conjunta permite determinar el efecto de este proceso en cada porción del territorio y
establecer su evolución.
El modelo empleado para evaluar este fenómeno es el denominado Ecuación Universal de Pérdidas de
Suelo, modelo paramétrico que emplea como variables principales la erosividad de la lluvia (el factor
más cambiante de cuantos intervienen en la erosión del suelo) y la protección de la cubierta vegetal,
junto a otros factores menos variables temporalmente como son la resistencia del suelo a ser
erosionado, la longitud e inclinación de las laderas y la adopción de medidas de protección del suelo.
Las pérdidas de suelo se expresan en toneladas métricas por hectárea y año de suelo removido por la
erosión hídrica laminar y en regueros, resultado que es transformado en un indicador cualitativo más
fácil de interpretar y de utilizar.
El análisis de la capacidad erosiva de la lluvia se lleva a cabo utilizando datos capturados por las
diferentes redes de estaciones meteorológicas de la Agencia Estatal de Meteorología, Confederaciones
Hidrográficas, Ministerios y de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible,
integradas en el subsistema CLIMA de la Rediam. No obstante, de las 2.200 estaciones que conforman
estas redes, tan solo unas 300 son automáticas y proporcionan datos en tiempo real, mientras que el
resto son estaciones manuales. Esto hace que las mediciones recogidas por las estaciones manuales
tarden un tiempo en estar disponibles y en ser procesadas, usualmente en el tercer trimestre del año
siguiente. Debido a este motivo, los datos de erosividad de la lluvia y pérdida de suelo se ofrecen
referidos al año 2019, para el que se dispone de la totalidad de las medidas de las estaciones
meteorológicas. De lo contrario, si solo se considerasen las medidas procedentes de las estaciones
automáticas, su menor cobertura haría que pudieran obviarse procesos erosivos asociados a eventos
climatológicos localizados.
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