

La realidad es que existen herramientas que funcionan, pero es necesario integrarlas para impulsar con mayor eficacia el relevo generacional.
Además en Andalucía por:
Andalucía es la Comunidad Autónoma más poblada de España, con 8,4 millones de habitantes, lo que representa el 18% de la población del país, con una densidad demográfica de 95,9 hab./km2, localizándose las densidades más bajas en las zonas de interior y de montaña. Además, su pirámide demográfica refleja una población más joven en Andalucía que en España y que en la UE. El medio rural andaluz alberga casi una cuarta parte de la población de Andalucía (24,3%).
Densidad media de población en Andalucía respecto al núcleo rural.
Fuente: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) (2015): Informe Anual de Indicadores: Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente 2014.
La tasa de paro de la población joven andaluza de 15 a 24 años se sitúa en niveles en torno al 60%, provocando la salida de jóvenes cualificados de la región, en búsqueda de nuevas oportunidades laborales, siendo un problema más acuciante aún en el medio rural, en el que las oportunidades laborales son menores o menos atractivas.
Distribución del número de parados en Andalucía por edad y sexo. Año 2016.
Fuente: Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía. IECA
Muchas de ellas con capacidad de generar mayor valor añadido, como es el caso del olivar, las frutas y hortalizas, el algodón o algunas especies ganaderas, mejorando la competitividad del sector agrario y ofreciendo mayores oportunidades para la instalación de jóvenes en explotaciones mejor dimensionadas, lo que mejora las expectativas de viabilidad para este tipo de proyectos.
Las OTE (Orientación Técnica Económica) más frecuentes que aparecen en las explotaciones bajo titularidad de personas de hasta 40 años ligadas al medio rural:
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Encuesta de Estructuras de Explotaciones Agrarias, 2013. INE.
Las mejores infraestructuras y servicios, y un abanico más amplio de oportunidades laborales en las ciudades son atractivos para la emigración de los jóvenes hacia áreas urbanas. Por otra parte, la propia actividad está poco considerada socialmente frente a otras profesiones lo que unido al desinterés de los jóvenes originarios de familias agrarias, para permanecer en el medio rural, y a las dificultades de acceder a las explotaciones familiares, están en el origen de la falta de relevo generacional en el sistema agrario.
Es otra de las razones para impulsar este proyecto de apoyo al emprendimiento agrario, ya que la escasez de jóvenes dedicados a la agricultura y la ganadería es una amenaza para la sostenibilidad económica y social de las zonas rurales.
La agricultura ofrece la posibilidad de emprender un proyecto personal en un medio familiar, con unas relaciones sociales más próximas y cooperativas que en un entorno urbano. Desarrollar una actividad empresarial en contacto con la naturaleza, con mayor libertad de decisión, menor sujeción a un horario rutinario, la posibilidad de abordar proyectos innovadores, de cooperar con otros agricultores o ganaderos, de abordar soluciones innovadoras, y crear una base patrimonial, dentro de un sector productivo en expansión, son valores a destacar.
La juventud actual dispone de habilidades y conocimientos superiores a los de generaciones anteriores. La mejora de la calidad de la enseñanza, el conocimiento de idiomas, el manejo de las TICs, el acceso a Internet que ha elevado al infinito las posibilidades de comunicación e información, facultan que los jóvenes puedan abordar proyectos empresariales con mejor información, menor riesgo, aborden nuevos productos, y que incorporen las mejores técnicas disponibles. Por otra parte una mayor conciencia ambiental de la juventud permite que incorporen los valores ambientales en la realización de prácticas agrarias y la mejora del bienestar animal.
Distribución del total de explotaciones en municipios rurales de personas jóvenes según formación agraria y género.