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Mayo 2012

Américo Vespucio: un mercader en Sevilla, un navegante en América

 En este año de celebraciones importantes queremos recordar los 500 años del fallecimiento de de Américo Vespucio, cuyo paso por Sevilla quedó reflejado en numerosos documentos que se encuentran en los Protocolos Notariales que conservamos en este Archivo Histórico Provincial de Sevilla

Breve reseña biográfica:

Américo Vespucio nació en Florencia el 9 de marzo de 1451, en el seno de una familia acomodada de comerciantes y bien relacionada. Recibió una amplia formación en ciencias, especialmente en astronomía, cosmografía y geografía, así como en la lengua latina.

Vemos por primera vez a Américo en Sevilla en 1489, como auditor y administrador a cargo de una agencia bancaria de los Médicis en la ciudad, cuyas cuentas, hasta entonces, habían sido manejadas de forma poco clara. Investigó los antecedentes financieros de otro florentino: Juanoto Berardi, proveedor de esclavos y aprestos navieros, con quien luego entró en sociedad comercial y de quien se hizo amigo. La flamante empresa de los italianos participó como subcontratista en los preparativos de todos los viajes de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Berardi, apoderado del Almirante, contribuyó a la financiación del primero de ellos y por su mediación Vespucio y Colón entablaron una perdurable amistad. A mediados de 1496 Colón regresó de su segundo viaje. En una reunión con Vespucio, ambos conversaron sobre los nuevos descubrimientos; Américo parece haber sido escéptico con las afirmaciones del Almirante, que sostenía haber alcanzado el extremo oriental de Asia. La entrevista incrementó en Vespucio la curiosidad por el enigmático territorio y tuvo entonces la determinación de que, a pesar de su edad (tenía ya 40 años), realizaría un viaje a las tierras para investigarlas por sí mismo. Realizó una o dos expediciones bajo las órdenes del rey Fernando. Tras un tercer viaje bajo bandera portuguesa, lo vemos de nuevo en Sevilla en 1504, donde residirá hasta el final de sus días. Su objetivo era descubrir un paso meridional para llegar a Asia. En ese tercer viaje Vespucio se percató de que no estaba recorriendo la costa de Asia ni la de ningún territorio cartografiado hasta ese momento: había encontrado un nuevo continente.

En 1508 el rey Fernando lo nombró "Piloto Mayor de Castilla", dependiente de la recientemente creada Casa de Contratación. Sus funciones serían las de enseñar las habilidades de navegación (en especial el manejo del cuadrante y del astrolabio), cosmografía y pilotaje en la nueva escuela naval de la ciudad; de seguir y calificar el progreso de los aprendices; de aplicar sanciones por violación de las normas; de inspeccionar instrumentos de navegación e investigar sobre los problemas relacionados con la actividad. Inspiró también a muchos expedicionarios con las ideas de una hipotética ruta a Asia a través del extremo meridional de Sudamérica.

El nombre de un continente:

En 1507, en la imprenta de la abadía de Saint-Dié-des-Vosges en Lorena, Francia, trabajaban varios editores que quedaron impresionados por la lectura de las publicaciones que pretendían narrar las proezas de este navegante. Decidieron dar a conocer las nuevas noticias en la forma de un pequeño tratado llamado Cosmographiae Introductio. En el capítulo IX del texto se sugería que el nombre del Nuevo Mundo debería ser "América" en honor de quien la reconociera como tal: "ab Americo Inventore (...) quasi Americi terram sive Americam". Martín Waldseemüller, dibujante y corrector de pruebas del grupo, inscribió el sonoro nombre en un mapa mural de grandes dimensiones titulado Universalis Cosmographia que incluyó en el tratado.

La historiografía ha atribuido o ha desmentido descubrimientos de nuevas tierras por parte de Américo Vespucio, controversias que han perdurado hasta nuestros días, basándose en las cartas que narran sus viajes y que le atribuyen de tres a seis viajes.

Selección de documentos:

Dos son los documentos que hemos seleccionado para ser expuestos y que testimonian su relación con Sevilla y con el gran navegante Cristóbal Colón:

• Libro del año 1510. Oficio IV. Libro III. Escribanía: Manuel Segura. Folio 293^v. Fecha: 9 de julio. Signatura 2189. Información testifical solicitada por don Gaspar Gurricio, monje profeso del monasterio de Santa María de las Cuevas de la Orden de la Cartuja para probar la autenticidad de un documento firmado por don Cristóbal Colón, Almirante Mayor y Gobernador de las Indias. Declaran como testigos Luis Fernández de Soria, canónigo en la Santa Iglesia de Sevilla, fray Francisco, maestro en Santa Teología, el bachiller petite (sic) Juan Francés, Américo Vespucio, florentín, piloto mayor de Castilla y Bernardo Grimaldo, genovés, vecinos de Sevilla en la collación de Santa María. 
• Libro de 1511. Oficio I. Libro I. Escribanía: Mateo de la Cuadra. Folio: 367. Fecha: 9 de abril. Signatura Testamento de Américo Vespucio, en el que legaba la mayoría de sus bienes a su mujer y pedía que enterraran su cuerpo en la iglesia de San Miguel de Sevilla o, de no ser posible allí, en la de San Francisco. Hoy descansa en la iglesia de Ognissanti, Florencia.

Bibliografía utilizada:
 

• Arciniegas, Germán. América, 500 años de un nombre. Vida y época de Amerigo Vespucci. Colombia: Villegas Editores. 2005.

• FERNÁNDEZ-ARMESTO, Felipe. Américo. El hombre que dio su nombre a un continente. 2008, Tusquets Editores, S.A.

• VARELA MARCOS, Jesús. “Martín Waldseemüller y su planisferio del año 1507: origen e influencias”. En Revista de Estudios colombinos, nº 3, 2007, págs. 7-18.

• VARELA MARCOS, Jesús. “La cartografía histórica”. En Revista de Estudios colombinos, nº 4, 2008, págs. 21-30.