María José Collado Cornillón, responsable de la biblioteca escolar del IES Jorge Guillén de Torrox

Web: http://bibliotecaremigioaguayo.blogspot.com.es/

La revolución tecnológica que ha supuesto Internet y todas las posibilidades que esta herramienta ofrece, implica la necesidad de que los profesionales de la educación intentemos, en la medida de nuestras posibilidades, adaptarnos a los nuevos tiempos. Y esta adaptación no debe suponer en ningún caso abandonar radicalmente los métodos tradicionales,  porque es fundamental que nuestros alumnos aprendan a escuchar, adquieran modelos válidos sobre cómo exponer un tema, darle forma a un esquema, o impartir, en definitiva, una clase magistral. Ahora bien, un docente hoy no puede limitarse a ser un mero transmisor de contenidos. Tiene que incitar al alumnado a buscar por sí solo información, tiene que presentar nuevos recursos, nuevas formas de aprendizaje. Tiene que innovar continuamente. Este deseo y esta inquietud fueron los que impulsaron esta experiencia.

El trabajo por proyectos documentales era algo que el profesorado de primaria llevaba realizando desde hacía años. Sin embargo, en secundaria había, y aún hay, muchas reticencias a la hora de llevarlo a cabo. Creo que es posible trabajar así en todos los centros de secundaria si tenemos un mínimo apoyo y si seguimos unas pautas claras y factibles.

En mi centro, el IES Jorge Guillén de Torrox (Málaga), llevamos desarrollando proyectos documentales integrados de carácter interdisciplinar desde el curso 2009-2010. Hoy es algo consolidado en el centro con lo que el alumnado y las familias disfrutan y a lo que el profesorado de nueva incorporación se va adhiriendo.

En nuestra aventura hemos viajado hacia India, hacia África y a lo largo de todo el Mediterráneo, nos hemos trasladado en el tiempo hacia la Ilustración y hacia la Transición y década de los ochenta, hemos aprendido mucho sobre el Séptimo Arte y sobre nuestro patrimonio cultural: el Flamenco. Hoy estamos embarcados en una nueva experiencia que nos llevará a estudiar otro tema fascinante: el Universo.

2.- Proponemos el tema a los distintos departamentos didácticos y ofrecemos un documento en el que recogemos las actividades que cada departamento se compromete a realizar. Tenemos en cuenta que las actividades que cada departamento realice se integren en el currículum de cada asignatura.

Cada departamento aporta información sobre la tarea a realizar, sus objetivos, los recursos necesarios, el curso y grupo con que va a trabajar y los materiales que va a producir.

3.- Recogidas las aportaciones de los departamentos, elaboramos una programación que se da a conocer a través de la web, del blog de biblioteca y de la red profesional de bibliotecas escolares de Málaga.

4.- Tenemos siempre una finalidad para este proyecto y es la de montar una exposición temática en nuestra semana cultural, que se celebra en torno al día del libro. El tema elegido para nuestro proyecto es el eje en torno al cual se articula nuestra semana cultural y así el DACE se ocupa de contratar conferencias, conciertos, talleres, contando siempre con la ayuda del AMPA y del Excmo. Ayuntamiento de la localidad.

5.- Una vez programado el trabajo, lo secuenciamos en tres etapas.

La primera etapa, correspondiente al primer trimestre, consiste en buscar colaboraciones internas y externas, adquirir fondos para la biblioteca y familiarizar a nuestro alumnado con esta, organizando visitas guiadas y actividades de formación de usuarios. En esta etapa elaboramos también entornos informacionales específicos para orientar la posterior búsqueda de información que llevarán a cabo los alumnos.

La segunda etapa, durante el segundo trimestre, corresponde a la búsqueda y tratamiento de información, a la elaboración de materiales y preparación de actividades. Hay una completa libertad con respecto al tiempo que cada profesor y/o departamento dedica a esta tarea. También en esta etapa elaboramos guías de lecturas específicas sobre el tema elegido.

La tercera etapa transcurre en el tercer trimestre y consiste en la exposición de materiales, celebración de actividades, visitas guiadas a la exposición, apertura de la exposición a las familias y a la localidad y evaluación del proyecto. Para la visita a la exposición, elaboramos una guía.

Evidentemente, no todo el profesorado se implica en esta forma de trabajar, pero tenemos el orgullo de poder decir que hasta ahora hay profesores de todos los departamentos ilusionados con este proyecto y participando en él.

Desde el curso pasado contamos también con la creación de un taller para las madres y padres del AMPA, en el que se elaboran materiales que enriquecen nuestra exposición.

Cada año nuestra semana cultural finaliza con la celebración de una fiesta organizada por el AMPA para toda la comunidad educativa y para la localidad.

Esta forma de trabajar lleva tiempo y supone una cierta alteración del ritmo habitual. En el centro se nota “un aparente desorden” durante el montaje de la exposición y su correspondiente decoración. Sin embargo, comprobamos cómo en dicho periodo se registran menos faltas de asistencia entre el alumnado implicado. Comprobamos también cómo muchos adolescentes que no conocen más que el fracaso en el método tradicional de aprendizaje, descubren habilidades en sí mismos que ignoraban tener y esto se traduce en un aumento considerable de su autoestima y en una mejora notable de su rendimiento. Es una forma de trabajar en la que cada cual aporta lo mejor de sí mismo y en la que todos, desde el PMAR hasta 2º de bachillerato, ponen su granito de arena.

La exposición se mantiene montada hasta final de curso y nunca hasta ahora nadie ha deteriorado nada. Quizás eso nos deba hacer reflexionar sobre la conveniencia de dar más protagonismo al alumnado en el proceso de aprendizaje, sobre la necesidad de contemplar competencias diversas, sobre nuestra obligación de mirar dentro de cada alumno lo bueno que pueda aportar a la sociedad. Vivimos en un mundo en el que todos pueden tener cabida si los docentes descubrimos su adecuada ubicación.