Celebración
en Grazalema: XXV años como Reserva
de la Biosfera
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Como
se anuncio en el boletín
del mes pasado, se han realizado
distintos actos en el municipio gaditano
de Grazalema
para conmemorar la declaración
por la UNESCO
de la Sierra de Grazalema como Reserva
de la Biosfera, la primera que se
declaraba en el Estado Español.
Los actos centrales se desarrollaron
entre los días 13 y 14 de febrero,
si bien la celebración de la
inclusión de este espacio en
la red Internacional del Programa
MaB de la UNESCO, ha tenido su continuidad
hasta el día 2 de marzo con la
presencia, en la casa de cultura del
citado municipio, de una exposición
itinerante sobre el Comité Andaluz
de Reservas de la Biosfera y la Red
de Reservas de la Biosfera de Andalucía,
en la actualidad compuesta por ocho
espacios: Sierra de Grazalema; Doñana;
Sierras
de Cazorla, Segura y Las Villas;
Marismas
del Odiel; Sierra
Nevada; Sierra
de las Nieves; Cabo
de Gata; y Dehesas
de Sierra Morena.
Los
actos desarrollados durante los días
13 y 14 se iniciaron la tarde del sábado
con la IV Reunión del Comité
Andaluz de Reservas de la Biosfera.
Estas reuniones se vienen desarrollando
desde su constitución con una
periodicidad semestral y, cada una de
ellas en una Reserva de la Biosfera
de Andalucía distinta. En esta
reunión se trataron como temas
principales los acuerdos tomados en
la XIII Reunión de la Red Española
de Reservas de la Biosfera y el papel
que la Red de Andalucía juega
en la misma -supone casi el 70% de la
superficie declarada en todo el Estado
y con un alto nivel de biodiversidad
natural y cultural-. Además,
se presentaron dos programas que se
están iniciando desde este Comité;
por una parte, el hermanamiento con
una Reserva de la Biosfera de México,
Ría Lagartos, para proyectos
concretos relacionados con la avifauna,
educación ambiental y desarrollo
socioeconómico de las comunidades
locales y, por otra parte, la creación
de una Reserva de la Biosfera transnacional
Andalucía-Marruecos, dentro del
Programa Comunitario INTERREG III.
En
la misma tarde, a las 20 horas, se procedió
a la inauguración de las conferencias
y la exposición itinerante sobre
las Red de Reservas de la Biosfera de
Andalucía. El acto inaugural
estuvo presidido por el alcalde de la
localidad D. Antonio Mateo; el Presidente
de la Junta Rectora del Grazalema, D.
Francisco Menacho; el Director General
de la RENPA,
D. Hermelindo Castro; el Presidente
del Comité Andaluz de Reservas
de la Biosfera, D. Juan Manuel Suárez
Japón y el Secretario del Programa
MaB en España, D. Ignacio Ballarín.
Tras la inauguración se celebró
la primera de las conferencias, cuyo
programa se había concebido atendiendo
a dos criterios, por un lados la identidad
de la Sierra de Grazalema como Reserva
de la Biosfera y por otro, la relevancia
que en estos años ha ido tomando
el Programa MaB de la UNESCO. Desde
ese planteamiento en las conferencias
se abordaron cuestiones tanto de carácter
local-comarcal como general, muy en
función de la naturaleza de este
Programa, que intenta profundizar y
conectar los ricos conocimientos y experiencias
locales, para enriquecer, mejorar y
comunicar las acciones y políticas
de conservación y desarrollo.
La
primera conferencia se dedicó
a aspectos relacionados con la historia
de la Sierra de Grazalema y corrió
a cargo del antropólogo D. Ginés
Serrán Pagán. Bajo el
título metafórico de "El
lobo y las ovejas de Grazalema",
desarrolló uno de los aspectos
que desencadenaron la marginalización
económica de algunas zonas rurales
de Andalucía en la segunda mitad
del siglo XIX: la industrialización
en el Norte de España. Concretamente
se centró en la competencia que
supuso el crecimiento de la industria
textil catalana, para los tejidos de
lana de Grazalema que habían
conseguido unos índices de prosperidad
muy significativos para los habitantes
de esta sierra y cuyo exponente máximo
es el carácter de cierta monumentalidad
del mismo casco urbano de esta localidad.
En
la tarde del día 14 se desarrollaron
dos sesiones. La primera -concebida
como una sesión de trabajo- se
centró en la importancia de contar
los indicadores ambientales y socioambientales
adecuados para evaluar si las acciones
que se potencian y llevan a cabo en
Espacios Protegidos y Reservas de la
Biosfera, cumplen los objetivos a los
cuales van dirigidas. Para desarrollar
estos aspectos se contaron con dos casos
prácticos y de distinta orientación,
el ejemplo del Observatorio Socioambiental
de Menorca (OBSAM) que en su sistema
de seguimiento incorpora variables sociales,
naturales y económicas a partir
de una toma de datos muy variada y que
se ha concebido como un proceso aún
abierto, en función de la evolución
de la propia Reserva de Menorca y de
la validez y utilidad demostrada por
cada indicador. Este caso fue explicado
por D. Joan Rita Larracea, Director
de la Reserva de la Biosfera de Menorca,
y el caso andaluz por la técnica
especialista de la RENPA, Dª Amaya
Sánchez Sánchez, que mostró
el sistema que está en elaboración
para los Espacios Protegidos de Andalucía
y cuya primera aproximación ha
sido la publicación denominada
como La RENPA en cifras.
En
ambos casos los dos técnicos
desatascaron la dificultad de conseguir
un método idóneo, que
permita a la vez el conocimiento en
toda su complejidad de cada uno de los
espacios y la posibilidad de establecer
comparaciones entre ellos. La necesidad
de participación desde ámbitos
institucionales y privados para conseguir
una buena información, de considerar
la consecución de un buen sistema
de indicadores como un proceso largo
y, sobre todo, el indudable interés
de abordar esta tarea, fueron algunas
de las conclusiones principales.
La tercera sesión corrió
a cargo del geógrafo D. Juan
F. Ojeda Rivera y abordó un tema
de gran actualidad y muy relacionada
con la naturaleza como patrimonio cultural
que, progresivamente, se les va reconociendo
a las zonas rurales del sur de Europa
y, de las cuales, la Sierra de Grazalema
es un claro exponente. A partir del
título "El paisaje, patrimonio
y factor de desarrollo en la montaña
media mediterránea", su
intervención puso de manifiesto
la importancia de considerar que la
identidad de estos espacios rurales,
se pone claramente de manifiesto a través
de sus paisajes, en los cuales se pueden
leer sus procesos históricos
y el rico y complejo mundo de relaciones
que los ha ido conformando a lo largo
de los siglos y que, en algunos casos,
se mantienen vivos. Destacó,
por otra parte, la importancia de las
comunidades locales en la construcción
secular de estos paisajes, así
como en la necesidad de mantener sus
conocimientos y su compromiso para asegurar
la pervivencia digna de esta riqueza,
cuya contemplación y disfrute
es una nueva funcionalidad que, en los
últimos años, se ha convertido
en un recurso muy importante para la
población local.
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Grazalema
dentro de la Reserva de la Biosfera Sierra
de Grazalema: entrevista con Antonio Mateo,
su Alcalde
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Grazalema
es un municipio de 2.219 habitantes
situado dentro del Parque
Natural que lleva su nombre, junto
a las sierras del Pinar y del Endrinal.
De inconfundible procedencia árabe,
la antiguamente conocida como Gran Zulema
alcanzó un importante auge económico
a partir del siglo XVII, gracias a la
industria de pañería que
producía la famosa manta de Grazalema.
Recuerdo de esta hegemonía histórica
es la fábrica que, después
de tres siglos, continúa escribiendo
a mano la historia del municipio sobre
uno de los tejidos más prestigiosos
de toda la serranía.
Cuando
se cumple el XXV aniversario de la declaración
de la Sierra de Grazalema como Reserva
de la Biosfera, el municipio acogió
el pasado mes de febrero la IV Reunión
del Comité Andaluz de esta Red
que celebró su reunión
semestral en la Casa de la Cultura de
Grazalema. Técnicos y gestores
de la Administración
Regional, investigadores de la Universidad
y del CSIC
tuvieron la oportunidad de volver a
un municipio que alberga una de las
sierras más destacadas de Andalucía
por su alto valor faunístico,
geológico y florístico.
Su
alcalde, Antonio Mateo, es testigo
directo, como la mayoría de los
grazalemeños, de la evolución
del municipio desde la declaración
de su Sierra como Reserva de la Biosfera
y, después, como Parque Natural.
"1977 fue un año importante,
ya que superamos la época en
la que esta zona carecía de un
control, a pesar de tener un valor paisajístico
tal que merecía su protección;
época en la que sufría
una carga ganadera importante y unas
labores de tala de bosques para carbón
vegetal que la perjudicaban", recuerda.
La
inclusión de la Sierra de Grazalema
en el Programa MaB supuso una serie
de cambios, como reconoce Antonio Mateos.
Los 13 municipios del parque (ocho pertenecientes
a la provincia de Cádiz y cinco
a Málaga) se tuvieron que dotar
de un instrumento vital: las normas
urbanísticas subsidiarias de
planeamiento que permiten adaptarse
o ajustarse más al entorno. Esto
les supuso a los grazalemeños
una serie de "sacrificios",
como la reducción de la ganadería,
del carbón vegetal y de la caza
como actividades económicas.
A
cambio, el municipio pasó a depender
del turismo, contando con una infraestructura
de calidad y acorde con el desarrollo
sostenible: construcción de restaurantes
y hoteles sin que esto afectase a la
calidad de vida de los habitantes del
municipio. "Todo lo que gira alrededor
del sector turístico -añade
Mateos- lo hace de acuerdo con la conservación
del medio, porque el turista que visita
Grazalema o la pedanía de Benamahoma
lo hace para estar en contacto con la
naturaleza".
Se
trata, por tanto, de una nueva filosofía,
el desarrollo sostenible, que se hace
posible, como aclara el alcalde, con
buenas vías de comunicación
y buenos servicios acordes con unas
políticas de conservación,
de repoblación forestal, de eliminación
de residuos sólidos urbanos,
de depuradoras...
Antonio
Mateos, echando la vista atrás,
recuerda el trabajo del ayuntamiento
por convencer a los grazalemeños
de que el desarrollo económico
del pueblo no pasa necesariamente por
la actividad tradicional y que era forzoso
reducir la carga ganadera, entre otras
cuestiones. Otro trabajo distinto se
ha tenido que llevar a cabo con la administración,
a la que había que solicitar
ayudas para los municipios que, como
el suyo, estaban vinculados a un espacio
natural protegido, con el fin de crear
una infraestructura antes inexistente
y que fuera compatible con el medio
natural. "Todos los ayuntamiento
nos hemos tenido que emplear para mejorar
la calidad de vida y, a la vez, garantizar
la conservación medioambiental",
concluye.
Veinticinco
años después de la declaración
como Reserva de la Biosfera de la Sierra
de Grazalema, el municipio que lleva
su nombre es considerado un referente
de desarrollo sostenible gracias a sus
políticas urbanísticas
y de conservación, en opinión
de Antonio Mateos. Y esto se ha conseguido
gracias también a los habitantes
del municipio. "Entre todos hemos
conseguido que Grazalema sea uno de
los pueblos blancos más bellos
de la Sierra, con una construcción
urbanística estricta y homogénea",
confirma, orgulloso, su alcalde.
Acceder
a Grazalema por el Puerto de las Palomas
es una auténtica recreación
para la vista: casas blancas con no
más de dos plantas de altura,
protegidas por la teja árabe
y rematada con chimeneas; ventanas rectangulares
y enrejadas... Es el uniforme de los
Pueblos Blancos de Cádiz.
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XIV
Reunión de la Red Española
de Reservas de la Biosfera
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Si
en el mes de febrero se reunió
la Red
Andaluza de Reservas de la Biosfera
para conmemorar el XXV aniversario de
la inclusión de la Sierra de Grazalema
en el programa MaB, en abril la Red Española
hará lo propio en Viladrau (viladrau@ddgi.es),
para celebrar, igualmente, el XXV aniversario
de la creación del Parque
Natural del Montseny y su declaración
como Reserva de la Biosfera.
La
reunión durará, concretamente,
del 23 al 26 de abril en el Centro Cultural
Europeo de la Naturaleza de la localidad
gerundense, reservando el día
25 para el acto conmemorativo.
Así,
según el orden del día
estipulado, el 24 de abril se presentarán
las nuevas reservas de la biosfera:
Terras do Miño, Dehesas
de Sierra Morena e Isla de Palma.
En la jornada siguiente se mantendrá
la reunión ordinaria de la Red
Española para la elaboración
y aprobación de conclusiones
y para celebrar la sesión conmemorativa
del XXV aniversario del Parque Natural
del Montseny, Reserva de la Biosfera.
Con este último fin, se oirán
ponencias que permitirán descubrir
los inicios de este Parque Natural,
la investigación aplicada en
él, su mapa de vegetación
y usos del suelo, la gestión
de este espacio protegido, el paisaje
natural, la valoración del patrimonio
histórico, su contribución
al desarrollo sostenible, el progreso
del uso social y la relación
con la Red de Reservas de la Biosfera.
Por
último, y como es costumbre en
este tipo de encuentros, el programa
de sesiones finalizó con una
excursión al Parque Natural del
Montseny.
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