Noticias de la Junta de Andalucía

Discursos

Intervención del presidente de la Junta de Andalucía en la ceremonia de entrega de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes

03/11/2010
Vista impresión Aumentar fuente Fuente normal Disminuir fuente

La ceremonia de entrega de estas Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes es una cita entrañable y esencial de la agenda cultural española. Es un honor contar con la presencia de sus Altezas, los Príncipes de Asturias, que, una vez más, demuestran el inestimable impulso de la Corona a las Bellas Artes y a la cultura en general.

Andalucía es la comunidad autónoma que más veces ha acogido esta ceremonia de la cultura española. Algo que agradezco enormemente, pues esta tierra une a su vocación cultural, la buena disposición de los andaluces para aprehender todo cuanto nos lleve a profundizar en nosotros mismos. Desde el convencimiento de que nada hay más acogedor que la cultura. Lo es cuando abre caminos; lo es al sembrar inquietudes; al romper lo canónico y construir una nueva mirada sobre nuestro mundo.

Las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes valoran el talento y el trabajo de estos artistas y profesionales del mundo de la cultura que primero recibieron el aplauso del público y hoy el reconocimiento de toda la sociedad española. Quiero expresar mi felicitación y agradecimiento personal a quienes hoy reciben el reconocimiento al Mérito en las Bellas Artes. Mérito es, por definición, aquello que hace que las cosas tengan valor. Uno necesita reinventarse a diario y el encuentro con la cultura, con vuestras creaciones, nos han ayudado a muchos a disipar dudas, a tomar aliento, a reforzar principios y creencias y, sobre todo, a sentirnos acompañados.

Las Bellas Artes son acción y son experiencia. Basta mirar las trayectorias artísticas y culturales de los premiados. Horas incansables de especialización, de buscar el camino para llegar más y mejor al público.

Frente al culto a lo efímero que impera en algunos sectores de la sociedad, hoy reivindicamos que el mérito es cuestión de creatividad, de genialidad y lucidez, pero también de tiempo, no de modas pasajeras. Y frente al culto a lo gratuito tan de actualidad, la contribución de los galardonados a la cultura hecha en España y hecha en español es impagable. Las experiencias de los premiados nos hablan de vocaciones sólidas, de compromiso y propuestas éticas. Por eso los reconocemos como profesionales de altura y una referencia para todos los que amamos la cultura.

Me complace, particularmente, que el Gobierno de España reconozca las trayectorias de mujeres que nacieron hace 80, 70, 60, 50 años, cuando demostrar la valía en la vida pública era para una mujer un largo camino de obstáculos.

Y, sin embargo, ellas han desarrollado brillantes perfiles profesionales y han conseguir abrir caminos a otras mujeres a fuerza de tesón y de lucha permanente por alcanzar la igualdad de oportunidades. Agudeza y generosidad para compartir son las dos claves culturales que más nos interesan. Necesitamos gente como vosotros que aporte y que ponga su conocimiento al servicio de la sociedad para que éste cale.

Algunos de los creadores galardonados han puesto todo su empeño en fomentar en los niños y jóvenes la vocación artística y cultural como un modo de ser y estar en el mundo. Y eso tiene mucho mérito.

Ilustradoras, escritoras de cuentos, historietas y canciones infantiles y responsables de editoriales reciben la Medalla al Mérito en las Bellas Artes por haber creado un sustrato cultural del que han bebido muchas generaciones. Mis felicitaciones a Pura Campos, Roser Capdevila, María Elena Walsh, José Manuel Gómez y Beatriz de Moura.

En el imaginario de un niño, de un joven, cabe el mundo entero. Y vosotros habéis sabido darles el nutriente indispensable para crecer, para forjarse como personas y ciudadanos. La infancia es el tiempo de la urgencia por el conocimiento pero es también el de la efervescencia creadora. La lectura, el pensamiento, la risa, y la expresión corporal abren la mente y crean espacios para que los niños y jóvenes puedan expresarse, contribuir a su propio desarrollo cultural y, al mismo tiempo, ampliar los horizontes de los adultos.

Es cierto que en la era digital se han modificado los lenguajes, las formas de expresar, las temáticas de la cultura pero el objetivo sigue siendo el mismo: la educación. A la educación por la cultura y a la cultura por la educación. Cultura es todo lo que mejora al ser humano, lo que nos hace más humanos y nos permite construir sociedades más justas, más participativas, más democráticas.

Por eso resulta muy notable que las artes escénicas y del espectáculo hayan sabido preservar estos marcos de encuentro, de relación, de intercambio, donde la comunicación humana se da en estado puro. Los representantes del mundo del teatro, de la danza, de la interpretación, de la escena, del toreo, que hoy reciben su galardón, han sabido conservar la magia y la liturgia de un arte que se construye en el instante y que sólo el concurso del público lo hace posible. Mi enhorabuena a Ana Laguna, D'Odorico, Esplá, Pavlovsky, Joaquín Cortés, Cristina Rota, Rosa María Sardá y Tricicle.

En un mundo de mediaciones el desarrollo de cada persona exige responsabilidad, que cada uno sea capaz de autoevaluar la cultura y reescribirla para sí mismo. En nuestro paradigma cultural las artes audiovisuales ocupan un lugar esencial. A ellas les encomendamos la tarea de mostrarnos el mundo, de ayudarnos a interpretar el entorno.

Pintores, mecenas de arte, fotógrafos, artistas visuales, especialistas en imagen, diseñadores gráficos, académicos, cada uno en su esfera de trabajo ayuda a configurar un caleidoscopio sobre el que se construyen identidades y representaciones sociales. Quiero felicitar por esta Medalla a la Duquesa de Alba, Isabel Muñoz, El Hortelano, Reyes Abades, Eugenia Balcells, Juan Gatti, y el catedrático Roman Gubern.

Una pieza importante son los medios de comunicación, que no sólo contribuyen a la difusión del universo audiovisual sino que son imprescindibles para configurar el mundo. Mi enhorabuena a Radio 3 de RNE por sus treinta años de servicio que la hacen merecedora de este reconocimiento.

Muchos hemos aprendido de la música, en cualquiera de sus estilos, lo esencial de la vida. Con ella hemos forjado también un imaginario sentimental. Y hoy reconocemos esta aportación esencial de los galardonados en esta faceta artística. Felicidades a Rafael Castejón, Julio Iglesias y Kiko Veneno. Las industrias culturales son un sector fundamental en una economía diversificada. Porque crean riqueza; generan empleo; conservan, difunden y potencian el patrimonio; muestran al mundo la imagen de un país y, sobre todo, aportan calidad y diversidad a la oferta cultural.

También preservan el arte de lo hecho con técnicas artesanales, que en un mundo tecnificado aporta autenticidad. Como hace la empresa de zapatos de la familia Castañer. Mi enhorabuena por saber hacer de la tradición, innovación.

La cultura en red ha de ser una oportunidad para las industrias culturales para innovar, generar nuevos espacios de creación, difundir contenidos de carácter digital y aplicar nuevos servicios culturales.

En definitiva, se trata de potenciar el derecho a la creación y a la libertad de expresión. Porque necesitamos de su pulsión crítica y emancipadora, necesitamos ver el mundo a través de los ojos de los creadores y artistas.

Porque plasmar lo que nos interesa a los seres humanos, contar las cosas que pasan a través de un medio artístico contribuye a la extensión de las libertades. Y además nos hace felices, y a veces, incluso nos hace reír, que ya es talento.