Quiero expresar mi reconocimiento a la Rectora de la Universidad de Málaga, y a su equipo de Gobierno, por el trabajo realizado durante estos últimos años. Felicidades, Rectora, por su reelección, que expresa la confianza de la comunidad universitaria en la continuación de un proyecto sólido y fundamental para el desarrollo de Andalucía.

Permítanme que destaque la entrega al servicio público y la vocación por la docencia de la rectora de esta universidad. Profesora, investigadora y gestora, Adelaida de la Calle es una mujer con una inquietud constante por el conocimiento.

Es la primera mujer, la primera rectora  andaluza, que preside la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. Un papel que, sin duda, dará más visibilidad a las universidades andaluzas. Y, con ello, a nuestro modelo universitario, que apuesta por la excelencia, sin renunciar a la igualdad de oportunidades.

En alguna ocasión Adelaida ha definido la excelencia como un camino. Y ese camino empieza en la educación. La educación es una prioridad estratégica y una apuesta constante del Gobierno andaluz para construir una sociedad más cohesionada y más competitiva.

Una política de largo plazo que no ha de estar supeditada a la coyuntura económica. Por ello, incluso en momentos de austeridad es imprescindible salvaguardar una educación pública y de calidad, que favorezca la competencia y la cualificación de nuestro capital humano.

Algo que se traduce en nuestros presupuestos para este año. Destinamos más de 7.600 millones de € a educación y 1.250 millones  a nuestras 10 universidades públicas. En Andalucía, las universidades cuentan con un sistema de financiación que ha primado la investigación y la excelencia Al mismo tiempo, hemos desarrollado un Plan de inversiones que refuerza el mapa andaluz de infraestructuras educativas e investigadoras.

Una apuesta que ha tenido sus frutos en las universidades andaluzas, que, además de formar a 250.000 jóvenes cada año, han sido capaces de realizar el mayor esfuerzo de I+D+i de toda España. Los resultados de este esfuerzo nos confirman que estamos en el buen camino. Sabemos que la mayor contribución que podemos hacer desde lo público para dinamizar la economía es apoyar la generación de conocimiento.

Nuestro compromiso con las universidades públicas andaluzas es firme. Vamos a convertir el Sistema Andaluz de Conocimiento en el eje de recuperación económica y en la base de un nuevo modelo que nos permita crecer de manera sostenible. A lo largo de los años la Universidad de Málaga se ha consolidado con una oferta formativa especializada de calidad y conectada con la realidad socioeconómica. Una oferta a la que se suman cada año más estudiantes: 3.400 este curso, hasta superar los 38.000.

Es una institución con un perfil muy competitivo, gracias a su iniciativa investigadora y a su actitud emprendedora. El compromiso de la Universidad de Málaga con el tejido productivo de su entorno se hace visible especialmente en su estrecha relación con el Parque Tecnológico de Andalucía. La tecnópolis es hoy uno de los principales polos económico-productivos de España, gracias, en gran medida, al flujo de conocimiento e investigación entre la universidad y las empresas.

En la sociedad del conocimiento, las universidades han de primar la capacidad de innovar y fortalecer vínculos sociales, científicos e industriales que mejoren la productividad de la economía.

Hacia estos objetivos se dirigen los Campus de Excelencia Internacional, respaldados por la Junta de Andalucía. Un valor añadido a la labor de transferencia de conocimiento de las universidades. La Universidad de Málaga, junto con la de Sevilla, está protagonizando una de las estrategias de colaboración más ambiciosas de Andalucía: el proyecto Andalucía Tech.

Un Campus interdisciplinar y cooperativo en torno a las tecnologías de la producción, las TIC y la biotecnología; todos ellos, sectores estratégicos en el desarrollo económico de Andalucía.

Andalucía Tech es un proyecto ambicioso e innovador que vertebra Andalucía. Quiero destacar el papel que han desempeñado en este proceso los dos rectores, que han sabido fusionar equipos para ser más competitivos.

Andalucía Tech es una iniciativa sólida y de  gran potencial de generación de conocimiento que ha logrado el apoyo de múltiples agentes clave. De hecho, en el proyecto concurren agentes económicos,  tecnológicos y de investigación que producen casi el 40% del PIB regional.

La universidad está al frente del cambio de modelo económico y productivo que hemos iniciado en Andalucía, y en el que seguimos trabajando. Recientemente, hemos modificado la Ley Andaluza de Universidades, para promover la vinculación entre investigación universitaria y sistema productivo.

En la reforma se incorpora como nuevo principio el fomento de la cultura emprendedora y la posibilidad de que las universidades participen en la creación de empresas de base tecnológica, parques científicos y tecnológicos, y otras entidades en el ámbito de la innovación.

Asimismo, se refuerza el papel de los Consejos Sociales de las Universidades como elementos clave de interrelación con la sociedad.

Todo ello con el objetivo de fortalecer y consolidar nuestra ciencia, con universidades más emprendedoras e innovadoras y, al mismo tiempo, acompañar el impulso innovador de nuestras empresas.

La vinculación entre ciencia-universidad y empresa es la mejor fórmula para que los  logros de nuestra comunidad científica retornen a la sociedad convertidos en avances en calidad de vida, bienestar social y desarrollo económico. La Universidad de Málaga cuenta con talento y un gran potencial  para contribuir a esta tarea.

Me consta que la rectora y su equipo de Gobierno afrontan los próximos cuatro años con un compromiso basado en el esfuerzo y en la confianza en sus posibilidades, una filosofía que es, sin duda, una garantía de éxito.