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Una vida renovada para el legado arquitectónico andaluz

Un programa de la Junta contribuye a dotar a edificaciones civiles, religiosas y culturales de nuevas funcionalidades y usos públicos, dejando constancia de su relevancia social

18/08/2015

Claustro del Convento de Santa María de los Reyes, en Sevilla.

Andalucía atesora un valioso patrimonio arquitectónico entre sus pueblos y ciudades. Iglesias, teatros o construcciones agrícolas y civiles son el escenario actual de lo cotidiano, pero también el testimonio de una historia y cultura pasadas. Por todo ello, requieren de tutela para su conservación, un compromiso que la Junta de Andalucía lleva asumiendo desde hace décadas con proyectos que buscan reorientar o reforzar el uso público al servicio de la ciudadanía de sus funciones e instalaciones.

Teatros que patentan unas formas arquitectónicas singulares o que se cimentaron sobre vestigios arqueológicos de incalculable valor que hoy son la huella tangible de la Andalucía nazarí. Iglesias y conventos que atesoran una riqueza patrimonial única, que fueron sede del Tribunal del Santo Oficio sevillano o que guardan la memoria de personajes ilustres del Barroco.

Pósitos que han resistido el paso del tiempo y que nos recuerdan que fueron edificios indispensables para el almacenaje de grano cuando la falta de cauces de distribución agravaba en el siglo XVIII el problema alimentario en una tierra eminentemente rural. Edificios de arquitectura civil única que ahora son sede de ayuntamientos y, en otras épocas, residencia de familias nobles, cárcel o colegio religioso...

Esos teatros, iglesias, conventos o pósitos son el soporte de nuestra memoria colectiva y permanecen reconocibles, pasados los siglos, en la trama de ciudades y pueblos. Sirven de nexo de unión para vincular a la gente con su pasado y forman parte del escenario de nuestra cotidianidad, de ahí que se hayan convertido en una herramienta imprescindible para el conocimiento histórico de la comunidad autónoma.

Es por ello por lo que estas edificaciones singulares, de formas muy diversas y de usos y finalidades múltiples, requieren del apoyo de la administraciones públicas para garantizar su protección y conservación, no sólo por sus atributos estéticos y artísticos, sino también precisamente por ese poder de representatividad y por ser depositarios de la identidad cultural de esta región.

Consciente de esa relevancia, la Junta de Andalucía desarrolla este tipo de actuaciones de restauración y conservación a través del Programa de Rehabilitación del Patrimonio de Interés Arquitectónico, impulsado por la Consejería de Fomento y Vivienda y para el que se suelen seleccionar inmuebles con valor patrimonial que no estén declarados como Bienes de Interés Cultural, ni incorporados al Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz.

Con esta línea de intervención, puesta en marcha desde la transferencia de competencias a la comunidad, se han ejecutado más de 400 proyectos, muchos de ellos con el apoyo de los Fondos Feder. Todas esas iniciativas permiten dotar a estas edificaciones civiles, religiosas y culturales de nuevas funcionalidades y usos públicos, dejando constancia de su gran incidencia social, ya que se logra mejorar la dotación de los municipios en los que se insertan estos legados arquitectónicos con un patrimonio público renovado y al servicio de la ciudadanía.

Con este tipo de actuaciones, la Junta desarrolla un completo programa de recuperación y dinamización de pueblos y ciudades de Andalucía. Así, a los diferentes planes de rehabilitación del patrimonio residencial y a las actuaciones de mejora de los espacios públicos se suman estos proyectos que persiguen la recuperación de elementos destacados del patrimonio arquitectónico y de la riqueza cultural. En todos los casos, su desarrollo se consensúa con los ayuntamientos y se lleva a cabo con su colaboración.