Es la primera vez que participo en esta reunión, en el Comité de las Regiones. Vengo de Andalucía, soy la presidenta de una Comunidad con casi 9 millones de habitantes, creo que es de las comunidades más pobladas, con mayor número de europeos de toda la Unión, y además represento a una tierra a la que le ha sentado muy bien Europa, le ha sentado muy bien participar en el proyecto común.

Nosotros, los socialistas, tenemos en el ADN la defensa del proyecto europeo, los socialdemócratas somos defensores de los valores que los padres fundadores pusieron sobre la mesa en la construcción europea.

En el caso de mi tierra, es una tierra que estas tres décadas le han permitido aumentar su PIB por encima de la media española y europea, aumentar su población ocupada también por encima de la media española y europea, aunque todavía tenemos un problema grande de desempleo juvenil.

Somos de los que defendemos la cohesión social, la cohesión territorial, la solidaridad y la justicia social.

Todo eso hemos conseguido, porque territorios como el nuestro, en el año 86, cuando España accede a la Unión, teníamos un nivel de desarrollo bajo, un nivel de analfabetismo importante y una economía subsidiada y subdesarrollada.

Estas tres décadas nos han permitido abrir nuestra economía y que los datos que antes aportaba sean una realidad.

El ejemplo de que lo que estoy diciendo son las exportaciones del último año, que lidera Andalucía como la segunda Comunidad Autónoma en España, con un incremento del 20%, pero preparándose para una economía globalizada y en constante cambio.

Creo que 2018 va a ser un año fundamental para la construcción europea, creo que en eso coincidimos todos. Es un año donde deberíamos haber aprendido de la crisis del 2008, de cómo la austeridad a ultranza hizo tantísimo daño a los ciudadanos europeos y fue una preciosa munición para nacionalistas, populistas y euroescépticos, que desde el dolor de los ciudadanos galoparon para intentar quebrar el proyecto europeo. Y aprendiendo de aquellos errores, fortalecer nuestra arquitectura institucional, las propias instituciones europeas y fortalecer también lo que deben ser las políticas de cohesión y las políticas de solidaridad y de justicia social.

Creo que en el momento en el que nos encontramos, en el desarrollo del nuevo marco 2020-2027, las regiones tenemos que ser escuchadas, somos una pieza fundamental para que los ciudadanos se identifiquen con las instituciones europeas, somos quienes estamos en la primera línea de la batalla contra la desigualdad, en favor del empleo y de la recuperación de muchos derechos que con la crisis económica se han quedado en el camino, y la voz de las regiones a través de la Alianza por la Cohesión a la que Andalucía también se va a sumar en el día de hoy.

Son clave los Fondos Estructurales, Fondos de Cohesión, Política Agraria Común... todo eso nos tiene que permitir blindarnos, hacernos fuertes en un momento donde hay amenazas de las políticas ultraconservadoras y ultraproteccionistas, el caso del Brexit, que a mi tierra le va a afectar, y mucho.

Piensen que el quinto país importador de productos andaluces es Reino Unido, el primero en número de turistas que llegan a Andalucía en el ámbito internacional, tenemos una población de 80.000 británicos, fundamentalmente en nuestra costa y somos territorio fronterizo con el Peñón de Gibraltar, donde cada día entran 10.000 personas y una zona con un alto desempleo y deprimida como es la comarca del Campo de Gibraltar.

Igual que nos va a afectar las decisiones que se están tomando por parte de la Administración de Trump, lo primero ha sido la aceituna de mesa, han visto los aranceles abusivos, que al fin y al cabo es un ataque a la política agraria común, hoy es la aceituna de mesa de Andalucía, pero mañana puede ser cualquier otro producto de cualquier otro país de la UE. Al final es un aviso a navegantes lo que ha recibido Andalucía y con nosotros, la propia Comisión Europea.

Creo que es el momento de fortalecer lo que nos une, comparto lo que el presidente de la Comisión ha dicho en estos días, tenemos que poner el foco en el desempleo juvenil, en la transición al empleo verde, aumentar la seguridad interna y externa en las políticas de defensa, el apoyo al desarrollo sostenible, pero al mismo tiempo hay que tener una mirada sensible a las regiones del Sur.

Cuando hablo de la mirada sensible hablo también de la migración, somos entrada a Europa y como tal pedimos y reivindicamos que haya más políticas en origen, cooperación en origen que impidan que las mafias y las tratas en el Mediterráneo jueguen con las personas, que al final están utilizando el dolor, el sufrimiento y las dificultades de un continente como el africano cuya población va a crecer muchísimo en los próximos años -alcanzará en el año 2030 los 2.000 millones de habitantes-. Y ante eso hay que fortalecer las políticas de cooperación en origen y también las de lucha contra las mafias en el propio Mediterráneo.

Los jóvenes tienen que ser nuestra apuesta si queremos que las generaciones que hemos nacido dentro de la Unión, que hemos vivido lo bueno de la Unión, pero que desgraciadamente también hemos vivido los errores de la gestión de la crisis del 2008, que ha alejado a los ciudadanos de nuestras instituciones, tienen que encontrar una oportunidad.

Por eso comparto con la que hoy no está, la presidenta del Grupo Socialista, a la que deseo una pronta recuperación, la necesidad de que el Fondo Social Europeo crezca y que haya una apuesta clara y nítida contra el desempleo juvenil y en la formación y el talento que nos hará fuertes.

Como socialista de una tierra en la que siempre hemos gobernado los socialistas en democracia, Andalucía, con casi 9 millones de habitantes, siempre ha sido gobernada en democracia por socialistas, y ha sido por la identificación con los valores socialdemócratas. Queremos crecer económicamente para repartir de manera más justa, para recuperar derechos y ampliar otros, y para mejorar la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos.

Como socialista reclamo a todos los socialistas europeos que no nos dejemos arrastrar por los populistas ni por los nacionalistas. Los socialistas no somos ni populistas ni nacionalistas. En España lo estamos viviendo en un momento difícil y complicado, esa tentación en los últimos meses se ha visto en distintos lugares y creo que hay que volver a reivindicar lo que representamos los socialdemócratas.

En un instante nos trasladaremos al homenaje de un gran europeísta socialista como Mário Soares y ahí, a los valores de quienes hicieron grandes a la Unión: Felipe González, Mário... y otros muchos, tenemos que volver a recuperar los estados unidos de Europa, que tengan a la persona en el centro de la actividad, que tengan una mirada solidaria para quienes peor lo hemos pasado en esta crisis económica y que pongamos en valor lo bueno que se ha hecho y lo que todavía se puede conseguir.

Los socialdemócratas europeos somos los que sentimos como nuestro el proyecto, representamos aquellos valores de manera nítida y tenemos la responsabilidad de que, en este año 2018, las decisiones vayan en sintonía con esos valores a la hora de los Fondos para 2020-2027, pero especialmente, que las instituciones estén cerca del sufrimiento de la gente y que no permitamos que quienes quieren quebrar la Unión lo consigan.

Hago ese llamamiento a que no somos populistas, no tenemos soluciones simples a problemas grandes, al contrario, y tampoco somos nacionalistas porque entre nosotros no caben las fronteras ni quienes las levanten.

Somos europeístas e internacionalistas, y como tal, quien quiera levantar muros y barreras chocará con aquellos socialdemócratas que entendemos que el futuro está en ser más, unidos y trabajando en la misma dirección.

Muchísimas gracias por el trabajo que hacéis aquí, porque en territorios como el nuestro, en Andalucía, se nota y de qué manera.