La economía andaluza certificó en 2017 el crecimiento y el incremento del empleo que se viene registrando desde 2014. El papel del sector exterior, con un balance exportador sin precedentes, el comportamiento de la industria y las inversiones son los tres ejes sobre los que pivota hoy el modelo productivo de Andalucía.

Ésta es la principal conclusión del Informe Económico de Andalucía 2017, que elabora desde hace 30 años la Secretaría General de Economía de la Consejería de Economía, Hacienda y Administración Pública y que permite disponer de una exhaustiva radiografía del comportamiento de los principales indicadores y magnitudes macroeconómicos.

Según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), la economía andaluza registró el pasado ejercicio un incremento real del PIB (Producto Interior Bruto) del 3%, una décima más elevada que en 2016, encadenando cuatro años consecutivos de crecimiento y superando también por cuarto año consecutivo la media de la Eurozona. Esto permitió que el PIB andaluz superara los 160.000 millones de euros, volviendo a los niveles anteriores a la crisis. Las previsiones apuntan a que Andalucía cerrará 2018 con el PIB más elevado de su historia, 168.000 millones de euros.

El crecimiento de la economía andaluza en 2017 se sustentó, por el lado de la oferta, en los sectores no agrarios, destacando la aceleración mostrada por la industria, que registró un incremento real del VAB (Valor Agregado Bruto) del 4,7%, un punto superior a la media del sector en España y casi el doble que en 2016. Esta tendencia se mantiene en 2018, con un aumento del 28,5% de los pedidos industriales en el mes de mayo, síntoma del buen estado de salud del que goza el tejido industrial de Andalucía.

El de 2017 fue también el ejercicio de la recuperación del sector de la construcción, con un crecimiento del 6%, también por encima de la media nacional (4,9%). No obstante, el modelo productivo andaluz ha evolucionado hacia una estructura en la que se han corregido desequilibrios puestos de manifiesto en la crisis. En ese sentido, el peso perdido por la construcción (-8,2 puntos porcentuales) ha sido el equivalente al avance y protagonismo de la internacionalización en la economía andaluza. El peso de las exportaciones de mercancías en el PIB ha subido en 8,8 puntos, hasta representar el 19,2% del PIB regional frente al 10,4% de hace tan solo una década.

Por el lado de la demanda, el crecimiento de la economía andaluza en 2017 se sostuvo tanto en las exportaciones -el componente más dinámico del PIB- como en las inversiones. El crecimiento de la Formación Bruta de Capital fue del 4,7% en términos reales, casi cuatro veces lo observado en 2016 (1,2%) y 1,6 puntos por encima de la Eurozona (3,1%). En términos nominales, el aumento fue del 7,2%, superando la Formación Bruta de Capital los 28.000 millones de euros, el valor más elevado desde 2011 y el equivalente al 17,6% del PIB.

El Informe Económico de Andalucía 2017 incorpora, por último, análisis pormenorizados de asuntos nacionales e internacionales de especial relevancia para la economía, como es el caso del papel de China en el actual tablero mundial, la relación de las infraestructuras con el nivel de renta de los países europeos, la brecha de género, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios o la sostenibilidad del sistema de pensiones, entre otros.