José Mª Vaz de Soto
Nació en Paymogo (Huelva), el 20 de octubre de 1938. Estudió el bachillerato en Huelva y Sevilla, y Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid. Desde 1965 es catedrático de Lengua y Literatura. Ha sido profesor en diversos centros universitarios y de enseñanza secundaria en Madrid, Cuenca, Vitoria, Burdeos, Mulhouse… Desde 1971 reside en Sevilla, con algunos paréntesis.
Es autor de una docena de novelas. La primera que publicó, El infierno y la brisa (1971), fue llevada al cine con el título de ¡Arriba Hazaña! y ha sido reeditada en 2010 por la Editorial Algaida. Le siguió una tetralogía de novelas dialogadas (Diálogos del anochecer, Fabián, Sabas y Diálogos de la alta noche, 1972-82), Despeñaperros (1988), y varias novelas de estructura policiaca en un intento de trascender el género. Sus últimas novelas publicadas han sido Desde mi celda (2002) y Sevilla, estación Términus (2009). Recibió, entre otros, el premio Andalucía de Novela y el Puerta de Oro de relato breve. Con su novela Perros ahorcados obtuvo el premio de la Crítica Andaluza del año 2000.
Ha publicado también ensayos, como Defensa del habla andaluza (1981), y algunos poemas, aunque nunca recogidos en libros, y ha colaborado literariamente en diversos periódicos y revistas nacionales (Triunfo, Cambio 16, Diario 16...). En la prensa andaluza fue columnista con dos artículos semanales en Diario 16 de Andalucía durante cuatro años, hasta mayo de 1996, y desde su primer número (septiembre de 1996) lo es en El Mundo de Andalucía. También ha participado como comentarista en programas culturales de radio y televisión en Canal Sur. Es académico numerario de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
Obras:
Durante unos días, con el telón de fondo de una Sevilla sin tipismos ni concesiones al tópico, Luis y Javier, dos viejos amigos, que llevan muchos años sin verse, hablan de la enfermedad y del amor, de la vida y de la muerte. Otros personajes se entrecruzan con ellos y provocan situaciones de las que va aflorando toda una filosofía de la experiencia y una meditación sobre el hombre y el mundo de nuestros días, y que desembocará en un inesperado crimen. Vaz de Soto hace coincidir así en este libro una curiosa síntesis de novela de intriga y novela de reflexión, constantes en toda su obra.
Un suicidio que quizás no sea tal, un grupo de defensores de la eutanasia que se han prometido auxilio mutuo en caso de enfermedad, el asesinato nunca esclarecido de un niño de nueve años y unos perros ahorcados son algunas de las claves de este nuevo enigma con el que se enfrentan el comisario jubilado Cayetano Pedrero y su ayudante, el profesor también jubilado Manuel Domínguez, ya conocidos de otras novelas del autor.A medio camino entre Sevilla y un pueblo andaluz fronterizo con Portugal, esta singular pareja de investigadores irán desvelando una intrincada trama de engaños, falsas apariciencias y verdades inconfesables que acabará revelándose mortal. Y es que estos "Perros ahorcados", la última novela de José María Vaz de Soto, no es sólo una apasionante novela policíaca: también es una "meditatio mortis", una reflexión sobre la muerte en general y la muerte voluntaria en particular.
Lote de la BP Provincial de Huelva.
El narrador de Memorias de un homicida, es un anciano que rememora sus años de infancia y adolescencia, sus experiencias traumáticas en la escuela y en un internado de religiosos, sus reacciones violentas y, más detenidamente, sus amores y desamores de juventud y su enfrentamiento con un muchacho de su edad para cuya familia trabaja y de la que depende por entero.
"Memorias de un homicida", la última novela de José María Vaz de Soto, transciende a la novela negra, y destapa el frasco de la memoria colectiva. Una novela social y memorialística que aglutina en sí misma toda la obra del autor. Imprescindible, para no dejar en el olvido acontecimientos que han marcado nuestra herencia. Memorias de un homicida es el drama como parte insoslayable de la vida.
Fernando Sánchez Dragó ha dicho de Vaz de Soto: "Es uno de los mejores novelistas existentes en un país donde las buenas novelas son tan raras como los tréboles de cinco hojas... Vaz de Soto se inscribe en la órbita de lo que los críticos, obsesionados siempre por la búsqueda del trágala de la taxonomía, definen como novela intelectual o de ideas... nos brinda Vaz de Soto, una cavilación sobre la muerte en todas sus variantes posibles: el fallecimiento por causas naturales, el suicidio, la eutanasia, el asesinato..."
Fuente: Editorial Amarante
El narrador de Memorias de un homicida, es un anciano que rememora sus años de infancia y adolescencia, sus experiencias traumáticas en la escuela y en un internado de religiosos, sus reacciones violentas y, más detenidamente, sus amores y desamores de juventud y su enfrentamiento con un muchacho de su edad para cuya familia trabaja y de la que depende por entero.
"Memorias de un homicida", la última novela de José María Vaz de Soto, transciende a la novela negra, y destapa el frasco de la memoria colectiva. Una novela social y memorialística que aglutina en sí misma toda la obra del autor. Imprescindible, para no dejar en el olvido acontecimientos que han marcado nuestra herencia. Memorias de un homicida es el drama como parte insoslayable de la vida.
Fernando Sánchez Dragó ha dicho de Vaz de Soto: "Es uno de los mejores novelistas existentes en un país donde las buenas novelas son tan raras como los tréboles de cinco hojas... Vaz de Soto se inscribe en la órbita de lo que los críticos, obsesionados siempre por la búsqueda del trágala de la taxonomía, definen como novela intelectual o de ideas... nos brinda Vaz de Soto, una cavilación sobre la muerte en todas sus variantes posibles: el fallecimiento por causas naturales, el suicidio, la eutanasia, el asesinato..."
Fuente: Editorial Amarante
El narrador de Memorias de un homicida, es un anciano que rememora sus años de infancia y adolescencia, sus experiencias traumáticas en la escuela y en un internado de religiosos, sus reacciones violentas y, más detenidamente, sus amores y desamores de juventud y su enfrentamiento con un muchacho de su edad para cuya familia trabaja y de la que depende por entero.
"Memorias de un homicida", la última novela de José María Vaz de Soto, transciende a la novela negra, y destapa el frasco de la memoria colectiva. Una novela social y memorialística que aglutina en sí misma toda la obra del autor. Imprescindible, para no dejar en el olvido acontecimientos que han marcado nuestra herencia. Memorias de un homicida es el drama como parte insoslayable de la vida.
Fuente: Editorial Amarante
Durante la dictadura franquista, los internos de un colegio religioso se rebelan contra la dureza y las arbitrariedades que sufren y protagonizan un encierro en los dormitorios del centro. Proyección del contexto sociopolítico y generacional de la España de la época, esta novela llevada al cine con el título ¡Arriba Hazaña! fue considerada por Manuel Vázquez Montalbán como «una obra distanciadora, culta, irónica, interesante, divertida y sin embargo crítica y tristísima».
Diálogos del anochecer, aunque forma parte de una tetralogía, es una novela perfectamente autónoma. Publicada por primera vez en época franquista (1972), hubo que suprimir, por razones de censura, ciertos pasajes, el más extenso de los cuales aludía directamente al dictador. En la presente edición se publica por primera vez completo.
La novela narra el reencuento de dos antiguos compañeros de facultad que vuelven a verse al cabo de los años, se cuentan sus vidas, sus decepciones, y sus fracasos, y se declaran hijos de "una clase imbécil, de una época abyecta, de un país retrógado". La obra constituye así una crítica en profundidad no ya del franquismo, sino de su introyección y secuelas en los que crecieron en su seno. Los dos protagonistas dialogantes, Sabas y Fabián, reconocen "su frustación como miembros de una generación perdida, la de los estudiantes universitarios nacidos en torno a la Guerra Civil, un grupo cuyo inconformismo juvenil desembocó en un helado nihilismo existencial".
Lote de la BP Provincial de Huelva.