Teatro Central Sala B
Calle José de Gálvez, 41092 Sevilla
PABLO MESSIEZ / TEATRO DE LA ABADÍA
Texto: Santiago Loza Dirección: Pablo Messiez Con Isabel Ordaz y Fernando Delgado-Hierro.
OTRA LECCIÓN DE DIRECCIÓN DE ESCENA DEL SIEMPRE ESPERADO PABLO MESSIEZ LLEGA AL CENTRAL.
OTRA PERLA DELICADA Y FEROZ. “UN MELODRAMA DE MADRE” CONTEMPORÁNEO. UN GRAN BOLERO.
En España es la primera vez que sube a escena un texto de Santiago Loza, que en estos momentos se ha constituido en figura clave de la dramaturgia argentina, donde se le reconoce por ser un maestro en retratar personajes femeninos, con todo su misterio, su complejidad y su extraordinaria delicadeza. Y ese es el aroma que se respira en el texto.
Una madre se despide de su hijo, mientras esperan al padre que vendrá a buscarlos; enseguida partirán para un viaje largo, aunque de alguna manera el hijo ya se fue hace tiempo. El padre ha de llevarlo a un hospital y dejarlo internado para que se cure de su trastorno mental. Este es el planteamiento inicial de He nacido para verte sonreír.
Desde la primera vez que vi en escena un texto suyo -dice Pablo Messiez de Santiago Loza-, quedé cautivado por el modo de señalar el misterio que habita en cada intimidad. Amor y horror conviven en sus obras, encarnados generalmente en mujeres. Mujeres que no pueden dejar de hablar para intentar comprender de qué tratan sus vidas.
Es un texto exquisito y cuidado sobre una madre y su hijo, y un vínculo que recrudece hasta el límite, escribió la crítica con motivo del estreno de la obra en Buenos Aires hace casi seis años.
En palabras de José-Miguel Vila en Ociocrítico.com: El bolero que suena al principio y al final del montaje (‘Sin ti…) puede resumir con música, esa ligazón íntima y desesperada de dos seres humanos que se profesan el mayor amor del mundo y que, al mismo tiempo, sufren por no poder expresarlo en la misma onda, en la misma frecuencia, con los mismos acordes, con las mismas notas, y en el mismo tiempo. Son dos seres que sienten, padecen y quieren, pero que les resulta imposible sentirlo del otro, por mucho que íntimamente lo sepan. De alguna manera, en esa circunstancia se ven desdibujados los límites de la cordura y de la locura, y está tan magistralmente plasmada en el texto, en la escena y en la interpretación de estos dos grandísimos actores, que todo el equipo artístico dibuja una pieza en donde la fragilidad da paso a la incontenible emoción, y esta, a su vez, a la conmoción íntima del espectador.
La obra transcurre entre la melancolía y la tristeza, pero rezuma un humor secreto, un humor necesario para soportar tanto dolor y poner distancia. Como dice el propio Santiago Loza.
El conjunto de todos los elementos que intervienen en el montaje -dirección, interpretación, iluminación y escenografía- convierten a He nacido para verte sonreír en una delicia escénica e interpretativa altamente disfrutable.
