La bailaora Cristina Hoyos presenta así a Pepa Montes: “El alma de Pepa tiene su morada en todo su cuerpo, Pepa es una artista tranquila, huye del ruido, de las prisas y de las estridencias. Ella ha practicado para dominar la técnica, pero no se conformó con eso para no volverse cuadrada y fría. Pepa asimila los movimientos y ya no piensa en la técnica, solo siente…. Ella la usa como una herramienta, pero nunca se olvida de emocionarse, escucha respetando la guitarra, el cante, y espera… y se mueve, y siente y hace sentir, ese es su baile”. “El baile de Pepa -continúa- es más que expresión, su baile es, en si mismo, expresividad, se ve en ella una entrega total, baila “en mujer”, dominando una estética en la que impera la plasticidad, unas veces seductora y coqueta, otras apasionadas, pero siempre airosa y elegante, con señorío”. “Con Pepa va el arte en el baile flamenco jondo de la escuela sevillana…. con ella nada de esto está por acabarse todavía”.