María del Pilar Valle González (Mapi) nació en Salamanca el 25 de octubre de 1969. 

Estudió Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid en el periodo comprendido entre los años 1991 y 1996.

Accedió a la profesión docente y pronto comenzó a trabajar en Andalucía. Estuvo en el I.E.S. La Caleta en el año 2000, siendo Tutora de Secundaria y posteriormente en el I.E.S. Vázquez Díaz de Nerva, desde septiembre del año 2000 hasta agosto del 2003, siendo Tutora de Secundaria y posteriormente Jefa de Estudios adjunta.

En septiembre del año 2003 Mapi se incorpora al IES Sebastián Fernández, de Cartaya, asumiendo desde sus comienzos en este centro la Jefatura de Departamento, hasta 2006.

Posteriormente, en este mismo año asume la dirección del IES, cargo que desempeña hasta 2017, volviendo a la Jefatura de Departamento hasta el 29 de febrero de 2022, día en que fallece.

La mayor parte de la vida profesional de Mapi transcurrió en el IES Sebastián Fernández, centro en el que ha quedado una profunda huella de su trabajo e implicación.

Mapi era una persona incansable en lo que a creatividad se refiere. Por ello y por su entrega a la profesión docente fueron numerosas las obras artísticas que lideró junto a su alumnado, destacando: réplica del Guernica como collage, murales de “El rey León” como decoración de las escaleras del centro, representación de tableros de juego en el suelo del patio del recreo, réplicas en azulejos de cuadros de pintores modernistas (en las tapias del patio de acceso a la entrada principal del centro), o la decoración del muro exterior de la entrada.

Por otra parte, su capacidad de liderazgo y energía le permitieron dinamizar tareas junto a sus compañeros y compañeras docentes, destacando: logotipo del instituto, la incorporación del logo al murete de entrada al centro o el mural graffiti de La Paz.

La inquietud de Mapi por mejorar se tradujo también en propuestas innovadoras como: su Proyecto de Innovación "Cuidando la marisma, revivimos el mar", o un proyecto comunitario (aún en elaboración) para la asignatura “Crear Es Cultura”, que permitiría el trabajo conjunto de alumnado, profesorado y familias para decorar los árboles con paños de crochet.

La labor profesional de Mapi desbordaba la obligación e incluso el buen hacer. Tenía al alumnado y a la educación pública, en su alma y daba la vida por ello. Era exigente porque la labor lo merecía y el tiempo era escaso. Muchos de sus proyectos se quedaron sin terminar, aunque algunos ya los dejó suficientemente esbozados para hacerlos realidad. Otros en cambio, se los llevó en su alma, o los dejó en conversaciones con quiénes tuvimos la suerte de tenerla cerca y sentir su pasión por educar con creatividad e ilusión. 

Fue un orgullo trabajar con Mapi y compartir con ella proyectos, profesionalidad e ilusiones. Asumiremos con orgullo su legado y tomaremos también el testigo para terminar sus proyectos inconclusos.