Desde que me dedico al desarrollo personal y, en concreto, a la formación sobre técnicas de aprendizaje rápido y memorización, he podido comprobar que existen conexiones que se pueden trasladar a estudiantes de todas las edades. Así, por ejemplo, he aprendido que el alumnado que muestra una actitud pasiva hacia el estudio transforma su aprendizaje en un proceso largo, pesado y aburrido.Afortunadamente, hace unos años descubrí técnicas de memorización específicas que ayudan a aprender más rápidamente, a mantener el recuerdo de la información más a largo plazo y a transformar el estudio en un proceso más dinámico, más creativo e incluso, divertido.

Los últimos estudios sobre neuroeducación, la disciplina que estudia cómo aprende el cerebro, ponen en duda las metodologías tradicionales de enseñanza y evidencian, cada vez más, que el cerebro necesita emocionarse para aprender. Parafraseando a Francisco Mora, doctor en Medicina por la Universidad de Granada y doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford, hay que rediseñar la forma de enseñar, creando nuevas estrategias que el profesorado pueda utilizar para despertar la curiosidad de sus alumnos. La curiosidad es la clave para abrir la puerta de las emociones, ya que sin emoción no hay aprendizaje. Para hacerlo propone introducir en la clase elementos provocadores e impactantes, que rompan por completo los esquemas y la monotonía.  Por todo ello, propongo que el alumnado aprenda a utilizar las técnicas de memorización, ya que cambian por completo los modelos clásicos de aprendizaje. Para abordar estas técnicas, comenzaré introduciendo el funcionamiento del cerebro a partir del análisis de aquellas personas que tienen una mayor capacidad de aprendizaje y memorización. A continuación, me centraré en las características de la memoria y en las técnicas que se utilizan cuando se estudia. Finalmente, explicaré cómo dichas técnicas pueden mejorar cada una de las fases del aprendizaje, para que el estudio se convierta en un proceso diferente que ayude a potenciar la motivación de los estudiantes.

Características de la memoria

En estos últimos años, han aparecido muchos trabajos científicos que estudian el funcionamiento de la memoria. En este artículo quiero destacar el trabajo del equipo del Doctor Martin Dresler, del Donders Institute for Brain Cognition and Behaviour de Nijmegen holandés.  Este estudio destacó que los campeones de memoria, respeto a personas con una memoria normal y corriente, utilizan algunas partes del cerebro que involucran la memoria visual, la espacial y la respuesta emocional (hipocampo y amígdala). A partir de estos descubrimientos, tenemos una visión más clara de lo que significa tener una buena memoria.
Se puede afirmar que la memoria tiene tres características fundamentales:

1. Es visual: nuestra mente transforma rápidamente palabras y pensamientos en imágenes. Esta es la razón por la que es más fácil recordar una película que un libro; también es más sencillo recordar la cara de una persona que su nombre cuando nos la presentan por primera vez. De hecho, los expertos afirman que el 83% del potencial de la memoria es visual.
2. Es asociativa: nuestra mente crea continuamente asociaciones entre una información y otra. Esta es la razón por la que a menudo una canción nos recuerda una experiencia específica o por la que una fragancia nos recuerde a una persona.
3. Es emocional: las experiencias que causan fuertes emociones crean recuerdos muy claros y a largo plazo. De hecho, no se nos olvidan momentos significativos de nuestra vida, como el nacimiento de nuestro hijo, el día de nuestra boda, el primer beso, etc.

¿Qué sucede cuando se estudia? Normalmente los estudiantes suelen hacer uso de libros y apuntes, que cuentan con multitud de palabras sin imágenes. Además, las horas dedicadas a leer y a memorizar suelen ser monótonas, aburridas y sin duda, desprovistas de emoción. Por lo tanto, utilizan solo una de las tres características de la memoria: la asociativa. De modo que, no le están sacando a la mente todo su potencial.

Para comprender cómo las técnicas de memorización revolucionan el estudio, voy a describir brevemente cada una de las fases del aprendizaje. De esta manera se tendrá una visión más clara de los problemas principales que el alumnado puede encontrarse en cada una de estas, y de cómo las técnicas de memorización pueden brindarle una solución eficaz.

Las fases del aprendizaje

Cuando el estudiante aprende algo nuevo, generalmente pasa por tres fases distintas:

1. Adquisición de la información. La recepción de la información suele darse de dos formas distintas: escuchando o leyendo. Al escuchar, lo típico es tomar apuntes para intentar retener la máxima información posible.
2. Comprensión y organización de la información. La técnica más utilizada consiste en subrayar el texto para resaltar los conceptos más importantes. Después, en la fase de organización, se hacen resúmenes y esquemas para sintetizar lo que se quiere memorizar en la última fase.
3. Retención de la información. En esta última fase se memoriza lo que se ha estudiado. Las formas más comunes para hacerlo son: leer muchas veces, repetir mentalmente o en voz alta o escribir la información una y otra vez.

Fase 1: Problemas comunes y soluciones a través de las técnicas de memorización.

Uno de los problemas más comunes a la hora de adquirir la información a través de la escucha es que resulta complicado tomar apuntes al mismo ritmo de la persona que está hablando. Por esta razón, se acaba teniendo unos apuntes incompletos y desordenados, y se necesitará retomarlos después, en casa, dedicándole tiempo y energía. La técnica que propongo para resolver este problema es el uso de los mapas mentales, utilizados por primera vez por el sociólogo inglés Tony Buzan. Esta técnica utiliza palabras clave, colores y dibujos, que transforman la toma de apuntes en un proceso creativo, de manera que se ponen de manifiesto las tres características de la memoria antes mencionadas: visual, asociativa y emocional.

Cuando se está adquiriendo la información a través de la lectura, uno de los problemas más comunes, suele ser la pérdida de la concentración, motivo por el cual se tiene que leer más de una vez el mismo contenido. La razón que lleva a esta distracción es que se suele leer mucho más lentamente de lo que se podría hacer. Una técnica muy útil es la lecltura rápida, a través de la que se puede llegar a leer hasta 600 palabras por minuto, en vez que las 200 de la lectura tradicional.

Fase 2: Problemas comunes y soluciones a través de las técnicas de memorización.

Para comprender y organizar la información, subrayar suele ser el método más utilizado. Sin embargo, cuando el alumnado entra en contacto con un texto por primera vez, normalmente no sabe lo que es importante. Por esta razón, subrayar a la primera lectura no es una estrategia muy útil, ya que se necesitará una segunda lectura para identificar los conceptos más importantes. A continuación, probablemente hará resúmenes poco sintéticos que necesitará acompañar de esquemas. Por esto, propongo el uso de dos tipos de lectura diferentes:

• Una primera de supervisión, que llamaré lectura diagonal, para que el alumnado tenga una visión general del texto que tiene en frente. Durante esta lectura no se subraya;
• Una segunda, que llamaré lectura crítica, centrada en la búsqueda de conceptos y palabras clave. Estas últimas serán las únicas subrayadas. A continuación, las palabras claves se utilizarán para crear mapas mentales, que sustituirán por completo los resúmenes y los esquemas tradicionales. A través de este método es posible resumir hasta treinta páginas en un folio A4 y tener así una visión global del texto que se acaba de organizar. 

Fase 3: Problemas comunes y soluciones a través de las técnicas de memorización.

Los últimos estudios en este ámbito sostienen que, durante el proceso de aprendizaje, se suele dedicar el 70% del tiempo a la fase de memorización. Por tanto, resulta muy importante encontrar estrategias para acortar estos tiempos.

Casi todas las técnicas de memorización que propongo en esta fase, se basan en una herramienta antigua: la conversión fonética. Esta técnica, a la que contribuyó el famoso filósofo y matemático Gottfried Leibniz, consiste en asociar un número con una o varias letras. De esta manera es posible transformar cualquier número (información abstracta) en palabras (imágenes), creando recuerdos visuales y entonces más claros. Es posible memorizar fácilmente fechas históricas, números, fórmulas (de matemáticas, física y química), partituras musicales, listas y conceptos claves de un texto.

También propongo técnicas específicas para memorizar palabras de un idioma extranjero, que permiten en pocas semanas, adquirir un vocabulario de hasta 1000 palabras.  Este método se basa en crear asociaciones entre sonidos e imágenes, igual que hacen los niños pequeños cuando aprenden a hablar.

Para acabar, propongo otras técnicas, que no se basan en la conversión fonética, sino en la memoria espacial, que sirven para memorizar textos y mapas mentales. Una de ellas es el palacio de la memoria, técnica muy parecida a la que utilizaba Cicerón para memorizar sus discursos.

A menudo se habla de personas superdotadas, con una gran memoria como si se tratara de un don innato. Sin embargo, las grandes mentes se educan y se entrenan. Las técnicas de memorización ofrecen un método muy efectivo para conseguirlo y para que el estudio se convierta en una tarea más dinámica y agradable.  Sin lugar a duda cambiaría la actitud de los estudiantes frente al estudio alcanzando mejores resultados.

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