Tristán Pertíñez, director del Centro de Estudios Andaluces

Ubicado entre las localidades de Coria del Río y La Puebla del Río se encuentra el Museo de la Autonomía de Andalucía, en los terrenos que fueron propiedad de Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza. Coincidiendo con la Semana de Andalucía, entrevistamos a Tristán Pertíñez, director de la Fundación Centro de Estudios Andaluces, entidad que gestiona este Museo. En la actualidad, afronta el reto de la transformación digital para hacer accesible este espacio y sus contenidos "desde cualquier parte del mundo".

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad de Granada, Tristán Pertíñez ha trabajado realizando estudios de investigación de mercado y como consultor de exportación para empresas andaluzas y extranjeras en países como Italia o Irlanda. A su regreso a España en 2017, retoma su actividad como sociólogo y politólogo. En 2019 se incorpora a la dirección del Centro de Estudios Andaluces.


El Museo de la Autonomía, la Casa de la Alegría, los jardines… ¿puede explicar a grandes rasgos (para quien no lo conozca) cómo se organiza este espacio que constituye la sede de la fundación pública Centro de Estudios Andaluces?

El Museo de la Autonomía de Andalucía, situado entre las localidades sevillanas de Coria del Rio y La Puebla del Río, se encuentra en los terrenos que fueron propiedad de Blas Infante, precursor de la autonomía de Andalucía. En este recinto está su casa, la Casa de la Alegría, que él mismo mandó construir, y los jardines que la rodean y que en origen pertenecían también a la propiedad.

La Casa de Blas Infante es una vivienda diseñada y construida por el Padre de la Patria Andaluza entre 1931 y 1933. En ella habitó hasta 1936. Su particular arquitectura, decoración, su biblioteca, etc. revelan desde el primer momento la gran curiosidad intelectual y las inquietudes políticas y sociales de Blas Infante. Es un espacio que no deja indiferente a nadie, único y singular.

En el edificio principal que da entrada al Museo de la Autonomía, podemos acceder a la Sala 28F que ofrece un recorrido por las distintas fases del proceso autonómico andaluz, con especial referencia al referéndum del 28F, y donde se exhiben, entre otros elementos de indudable interés, los símbolos originales de Andalucía: la bandera, el escudo y el himno. Como espacios abiertos a diferentes actividades, también se encuentran un salón de actos y una sala de exposiciones.

En otra parte del edificio que conforma la sede de nuestra Fundación, se encuentran dos áreas de trabajo claves de nuestra actividad, el Área de Investigación social aplicada y el Área de Historia de Andalucía, así como una magnífica Biblioteca.

Se trata, pues, de un gran proyecto destinado a difundir, de forma divulgativa, pero con rigor, las ciencias sociales, la historia de Andalucía y el proceso autonómico andaluz, así como la vida, obra y legado de Blas Infante, desde diversas disciplinas y para todos los públicos.

¿Cuáles han sido sus prioridades al hacerse cargo de la dirección del Museo?

Respecto al Museo de la Autonomía de Andalucía, mi prioridad ha sido aumentar su visibilidad y su conocimiento. Por un lado, hemos ampliado los horarios de visita, en la modalidad presencial, para facilitar el acceso a un mayor número de personas; pero fundamentalmente, estamos impulsando la transformación digital de este espacio para que sea accesible desde cualquier dispositivo y desde cualquier parte del mundo. Con la situación actual que nos ha tocado vivir, con la pandemia de COVID-19 trasformando nuestros hábitos y modos de vida, creo que hay que afrontar más que nunca el reto de la digitalización.

Si uno revisa en Internet las opiniones sobre los visitantes al Museo, llaman la atención las valoraciones tan positivas, con adjetivos como “espectacular”, “imprescindible”, “fantástico”. ¿Por qué cree que salen tan gratamente impresionados? ¿Es quizá por la forma de contar la historia?

A través de las encuestas que realizamos tenemos constancia de la buena impresión que se llevan nuestros visitantes. Yo creo que la clave está en convertir la visita en una experiencia en la que se mezclan la información histórica, los símbolos originales, la emoción de un logro común y el interés de una figura como la de Blas Infante. Además, me gustaría señalar que la labor de nuestros monitores guía contribuye de forma muy especial a la satisfacción del público que asiste.

¿Qué es lo que más sorprende a los visitantes?

Los elementos más llamativos son los símbolos originales, la bandera y el escudo, y las pizarras originales que se utilizaron en los referéndums en pro de la Autonomía de 1980 y 1981. Pero, sin lugar a dudas, nuestro bien más preciado y sorprendente es la Casa de Blas Infante. Su particular arquitectura y decoración, en la que se entremezclan estilos de diferentes épocas y lugares, permite acercarse a la polifacética personalidad del Padre de la Patria Andaluza.

La Semana de Andalucía es tradicionalmente una ocasión propicia para lanzar un programa de actividades desde el propio museo. ¿Cómo se ha llevado a cabo este año tan especial?

Este año nuestra programación ha tenido que adaptarse a las restricciones decretadas por las autoridades sanitarias. Aun así, el Museo de la Autonomía ha abierto sus puertas con el horario autorizado de visitas y con la limitación estipulada en el número de personas: tres en la Casa de Blas Infante y cuatro en la Sala 28F, siempre acompañados por un guía.

La programación conmemorativa del 28F se ha adaptado para ofrecer al público contenidos multimedia y actividades en streaming. Los días 23 y 24 de febrero se celebró el Ciclo de entrevistas ‘Arquitectos de nuestra autonomía’, en el que han participado dos nombres propios en la construcción de la autonomía andaluza: José Rodríguez de la Borbolla y Soledad Becerril.

El Museo pone a disposición de la comunidad educativa un plan didáctico que abarca desde Educación Infantil hasta Educación de Adultos. ¿Considera importante que nuestros estudiantes recuperen esa memoria colectiva?

En mi opinión, creo que es fundamental que la sociedad conozca su pasado para seguir avanzando con determinación hacia el futuro. Desde el Museo de la Autonomía tratamos de trasladar al alumnado de todas las edades, con contenidos adaptados a su nivel de conocimiento, cómo fue y cómo se desarrolla el proceso autonómico en Andalucía y cuál es la trascendencia de la figura de Blas Infante. En nuestro discurso museográfico se encuentran conceptos como la democracia, el consenso, la participación, el poder de la ciudadanía, el valor de las instituciones… Valores que, sin duda, contribuyen a crear una sociedad más formada y más justa.

Además del programa de actividades que coinciden con la celebración del Día de Andalucía, el Museo ofrece un programa de actividades escolares dirigidas a niños durante todo el año que combina cultura, historia y naturaleza. ¿Qué podría destacar de este programa?

Durante todo el año generamos una oferta variada de actividades que combinan la parte educativa con la parte lúdica y en las que tratamos de aprovechar todos los recursos que tenemos disponibles en el Museo. Sin las limitaciones impuestas por el COVID-19, cada año ofrecemos actividades educativas en primavera y verano, que se desarrollan de forma íntegra en nuestros jardines; la Semana de Blas Infante en julio, para profundizar en la figura del Padre de la Patria Andaluza; la Semana de la Historia en noviembre, con la intención de acercar los principales episodios de nuestro pasado a los niños, y la Navidad en el Museo con un carácter más lúdico para colegios y grupos familiares.

La visita al museo gira en torno a la figura de Blas Infante, considerado como Padre de la Patria Andaluza. ¿Cree que conocemos suficientemente su legado?

Creo que existe un gran interés por la figura de Blas Infante y nuestros visitantes así nos lo trasladan. Como he dicho antes, su casa y su legado son el principal foco de interés de nuestro Museo. A pesar de que su figura está cada vez más presente en nuestra sociedad y se está recuperando su nombre, creo que es importante seguir reivindicándolo como un ejemplo de perseverancia, pasión y tesón en pos de la identidad, los derechos y el progreso de Andalucía.

Uno de los puntos de atención del museo son los símbolos de Andalucía: la bandera, el escudo, el himno. ¿Qué trascendencia tiene esta simbología en relación con la identidad andaluza?

Efectivamente, nuestros símbolos constituyen uno de los grandes atractivos. Es el único museo en toda España que conserva los símbolos originales de su autonomía.

Merece la pena recordar que los símbolos de Andalucía son un paseo por nuestra historia: el escudo, el origen de nuestra cultura greco-romana; la bandera, recuerdos del pasado andalusí, y el himno, se asienta sobre nuestra cultura cristiana. Precisamente por ello, es tan emocionante visitar la Sala 28-F, donde se conserva la primera bandera que cosió la mujer de Blas Infante, Angustias García Parias, con una tela que Infante trajo de un viaje a Marruecos; y dos versiones originales del escudo de Andalucía.

Ambos emblemas, la bandera y el escudo, se aprobaron en la Asamblea de los Centros Andaluces que se celebró en Ronda en 1918. Ya en democracia, durante la transición, fueron reivindicados por todos los andaluces como un símbolo de representación y de unión cobrando un protagonismo fundamental en las manifestaciones en favor de la autonomía de Andalucía, y sancionados como tales por el Parlamento de Andalucía en 1983.

Hoy que tanto se habla de banderas, mucha gente no sabe que la bandera de Andalucía está considerada una de las más antiguas, no ya de España, sino de Europa, y que sus referencias se remontan al siglo XI, en los tiempos de al-Andalus. ¿Qué puede decir al respecto el director del Museo de la Autonomía?

Como comentaba anteriormente, la bandera de Andalucía es una reminiscencia andalusí, que ondeó hace más de 1.000 años en nuestra tierra. Y así, los andalucistas históricos citaron como bandera para Andalucía la que parece ser la referencia más antigua a una bandera que hay en el actual territorio andaluz, que a su vez consideraron como la bandera atestiguada más antigua de Europa. Se trata de la descripción de una bandera verde y blanca que figura en los versos de Abú Asbag Ibn Arqam, un poeta al servicio del rey taifa de Almería, Al Mutasim. Los versos, fechados a mediados del siglo XI, empiezan así “Una verde bandera que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón…”

Referente al escudo y la bandera de Andalucía, no hay que olvidar que tanto Blas Infante, como el resto de andalucistas históricos, insistieron en que ellos no inventaron nada, sino que se limitaron a recopilar y actualizar tradiciones históricas y populares seculares para crear los símbolos, como esta del poeta Ibn Arqan de la que hemos hablado.

Al hilo de esto último, alrededor de la figura de Blas Infante está la huella andalusí, algo que puede encontrarse no solo en su obra, sino en muchos elementos decorativos de su casa (esa “Dar al-Farah” o “Casa de la Alegría”). ¿Qué puede decir acerca de esta huella islámica o andalusí que Blas Infante siempre reivindicó?

Ciertamente, como usted comenta, la cultura de al-Andalus es un elemento muy presente en la vida, la obra y hasta en la casa de Blas Infante. Así, por ejemplo, en su primera obra, Ideal Andaluz, ya se encuentran múltiples referencias a al-Andalus como uno de los sustratos fundamentales de la cultura andaluza, junto al tartésico, íbero, griego, romano, visigodo, cristiano y al Siglo de Oro. El interés por al-Andalus de Blas Infante fue tan grande que en 1924 viajó a Agmat, en Marruecos, en busca de la tumba de al-Mutamid, el rey-poeta, el último rey de la taifa de Sevilla. Rey a quien también dedica una conocida obra de teatro, Motamid, último rey de Sevilla, a quien identifica como paradigma del pacifismo y la tolerancia.

Para ir terminando, en una de las actividades que se propone para grupos escolares se simula una votación sobre cuál es el elemento expuesto que más le ha gustado. ¿Por cuál votaría el director? ¿Alguna predilección especial?

Todos son únicos y muy especiales, sobre todo los símbolos, incluso para los que tenemos el privilegio de trabajar en la Fundación y verlos todos los días. Pero si tengo que citar alguno, para mí, como sociólogo y politólogo y porque recuerdo en mi niñez verlo en aquellas televisiones en blanco y negro, probablemente el que más me impacta es la pizarra en la que se recogieron los datos del referéndum de aquel 28F y que luego se volvió a usar para recoger los datos oficiales del referéndum de aquel primer Estatuto de Autonomía en 1981.

Por último, ¿qué motivo principal daría al profesorado para acercarse con su alumnado a visitar este Museo?

Como he comentado anteriormente, el Museo de la Autonomía es el único en toda España donde se recogen los símbolos de una Comunidad Autónoma y se ilustra sobre su proceso de construcción autonómico. Es, por tanto, un aula de experiencias donde el alumnado, independientemente de su edad, adquiere conocimientos históricos sobre Andalucía, se acerca a los valores propios de una sociedad democrática y conoce de primera mano, a través de su propia casa y enseres, a Blas Infante, su pensamiento y su obra.