En los últimos meses la Junta de Andalucía y los científicos implicados han ido concentrando esfuerzos hasta llegar al día 23 de enero, fecha en la que se dio el pistoletazo de salida a la investigación con células madre en la Comunidad con fines terapéuticos, con la puesta en funcionamiento del Banco andaluz de Líneas Celulares.
El nombre -ya familiar para los andaluces desde el último año- intrínsecamente ligado a estos trabajos, pioneros en España, es el del investigador Bernat Soria. Director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche y doctor en Medicina por la Universidad de Valencia, es uno de los científicos punteros en este campo, concretamente aplicado a la diabetes. Actualmente, lidera el proyecto del Gobierno andaluz.
1. Usted ha apostado de forma decidida por la investigación con células madre de origen embrionario, hasta tal punto que hace un par de años se tuvo que marchar del país porque la normativa española prohíbe desarrollar su trabajo en España. ¿Qué es lo que la comunidad científica espera de este tipo de células?
Hasta ahora los diversos tipos de células madre están dando resultados distintos, las células madre del adulto, que también son objeto de mi trabajo, tienen una capacidad menor para diferenciarse y proliferar, mientras que las de origen embrionario poseen una mayor capacidad de proliferación y diferenciación, lo que hace que, hoy por hoy, sea una mejor opción desde el punto de vista terapéutico.
2. Concretamente, y para que todo el mundo lo entienda, ¿en qué consiste la investigación con células madre?
A partir de una célula madre embrionaria podemos ir, en teoría, hacia cualquier tipo de célula, hacia cualquiera de las células que un paciente con una enfermedad que se pueda resolver con células adultas -con células diferenciadas- pueda ser tratado. Una célula que tiene todas las posibilidades abiertas, podemos utilizarla para tratar diversas enfermedades. Mi campo es la diabetes, pero también se benefician las enfermedades neurodegenerativas, las lesiones traumáticas del sistema nervioso, de la médula espinal, etc. Todas pueden tratarse con ese tipo de aproximación.
3. Como acaba de decir, su campo de investigación es la diabetes, ¿en qué punto se encuentran actualmente sus trabajos en esta materia?
Por el momento, hemos utilizado células madre embrionarias de ratón y hemos conseguido curar a ratones diabéticos. También iniciamos en Singapur -donde tuve que montar el laboratorio- los mismos protocolos, pero con células madre embrionarias humanas, que están empezando ahora. Ese es el trabajo que quiero hacer en Andalucía.
4. En ese sentido, ¿cómo nace el proyecto de investigación con células madre en Andalucía?
Nació hace aproximadamente año y medio, cuando el consejero de Salud, Francisco Vallejo, durante el transcurso de unas jornadas me propuso continuar mis investigaciones en Andalucía. “Encantado”, fue mi respuesta. A partir de ahí se han dado los pasos necesarios que había que resolver, fundamentalmente; generar una norma legal que permita ese tipo de trabajo en la Comunidad autónoma y dotar de recursos el proyecto de investigación. Ambas actuaciones las ha llevado el Gobierno andaluz de forma sistemática y coherente, hasta llegar a un punto que, efectivamente, ya es legal trabajar en Andalucía. Podemos comenzar porque están los laboratorios, el proyecto aprobado y los recursos.
5. ¿Cree entonces que Andalucía está preparada para desarrollar estos trabajos?
Andalucía ya está preparada porque ya estamos aquí. El equipo que hemos formado para empezar a trabajar se compone de 10 personas, entre los que se encuentran tres científicos andaluces que se incorporan al proyecto, tres contratados posdoctorales, doctorandos y técnicos. Arrancamos pues con un equipo suficiente, capaz y, hasta el momento en nuestro campo, el más grande de España y uno de los más potentes de Europa. Otros grupos se dedicarán a enfermedades óseas y articulares, neurodegenerativas. En su conjunto, el programa financiado por el Gobierno andaluz, que sólo está en sus inicios –habrá nuevas convocatorias y más proyectos, según mis noticias-, supone una dinámica que coloca a Andalucía en la frontera del conocimiento y de la investigación en este tema.
6. ¿Cómo ha acogido la comunidad científica española esta apuesta de la Junta por la investigación con células madre?
Con satisfacción. Andalucía no sólo ha sido pionera en el cambio de la norma, sino en la financiación de grupos. Esto hace que esté imponiendo una dinámica beneficiosa para la investigación en cualquier frente. Me satisface encontrar compañeros, de cualquier ámbito científico, que me agradecen los mensajes continuos que estamos mandando desde esta Comunidad, porque significa revitalizar cualquier tipo de investigación en cualquier zona y de cualquier tipo.
7. En los últimos meses se han sucedido importantes avances científicos relacionados con la investigación con células madre y su posible aplicación terapéutica. Sin ir más lejos, a mediados de febrero un equipo surcoreano anunció otro paso adelante en las investigaciones. ¿Hasta dónde prevén los científicos que se puede llegar en este campo?
Los límites éticos, para los científicos, están en el "no" a la clonación reproductiva, a la utilización de esas técnicas para hacer "fotocopias" de personas. Y "sí" a la clonación terapéutica, a la obtención de células madre que sean compatibles con las necesidades del paciente.
8. ¿Cómo ha beneficiado el avance de los científicos surcoreanos en las investigaciones actuales?
Es un dato más en una historia larga, que no ha terminado, pero que va a más. La sensación que tiene la comunidad científica es que estamos dentro de una revolución científica. Este tipo de acontecimientos se producen una o dos veces cada siglo. Ahora la estamos viviendo. Aunque es muy difícil hacer predicciones de hacia dónde y cómo va a ser, lo que todo el mundo sospecha es que estamos sólo al principio y nos queda mucho por ver. De momento, las noticias que vamos conociendo son siempre positivas.
9. ¿Qué pacientes pueden sentirse en estos momentos más esperanzados con las investigaciones?
A corto plazo, hay que mandar un mensaje de esperanza, de prudencia y de cariño a los diabéticos porque los trasplantes con islotes procedentes de donantes ya han empezado. Mi compromiso con el Gobierno andaluz radica precisamente en la terapia celular de diabetes mellitus con dos aspectos; el trasplante de islotes procedente de donantes, iniciativa a la que se van a incorporar más hospitales andaluces, como el Reina Sofía de Córdoba, y que ya es una realidad clínica. La segunda parte es la investigación con células madre que espero dé sus frutos, pero no a corto plazo.
10. En diversas ocasiones ha comentado que ha recibido numerosas cartas de ciudadanos animándole a centrar en Andalucía sus trabajos, ¿en qué línea se manifiestan estas personas?
La gente que tiene una enfermedad, muchas veces incurable, y que no cuenta con una opción mejor, pasa por un momento de su vida especialmente terrible. Son, por tanto, cartas con un contenido humano muy fuerte. Me animan sistemáticamente a seguir investigando, se extienden en alabanzas y agradecimientos que, posiblemente, no merezco, pero que me impulsan a profundizar en ese sentido. En el caso concreto de andaluces –que viven en la comunidad o en otras partes del mundo-, me cuentan el orgullo que sienten de serlo y de que haya sido precisamente Andalucía quien haya tomado esta decisión. Es un elemento que te alienta no sólo para trabajar sino para adquirir compromisos.
11. ¿De qué plazos podemos estar hablando para obtener resultados concretos y poder aplicarlos a enfermos?
Estamos en el principio del camino pero, por primera vez, vemos la luz al fondo del túnel. Para muchos enfermos y sus familiares, es un mensaje de esperanza suficiente. Aún no sabemos el camino, ni siquiera podemos dar garantías, pero da la impresión de que, en casos donde todas las opciones estaban cerradas, ahora se ve una lucecita pequeña. En eso estamos.
"Andalucía es pionera, no sólo en el cambio de la normativa legal, sino en la financiación de grupos de investigación"
12. Desde su punto de vista científico, ¿cómo afronta el debate ético abierto en torno a este asunto?
El debate ético es necesario, siempre que las opciones estén abiertas y se esté dispuesto a cambiar de opinión si los argumentos son poderosos. En mi caso, supone que tenga que dedicarle tiempo a un asunto que, sin restarle importancia, no es mi campo de trabajo. Los científicos debemos aportar datos, porque el debate debe afrontarse con datos objetivos. Ése es nuestro trabajo, eso sí, basado en la tolerancia y en el respeto a la opinión de los demás. En esas circunstancias es razonable y deseable el debate.
13. Con esta apuesta por la investigación, ¿considera que Andalucía ha dado un paso importante en la recuperación de científicos españoles y en la inversión en general?
Realmente la inversión tiene que ser muchísimo mayor para que esa tónica cambie. Sin embargo, aunque ya hay una mayoría de científicos andaluces en el equipo, uno de ellos es un ciudadano europeo que está deseando incorporarse. Estamos, por tanto, cambiando el sentido del flujo y es cierto que Andalucía es receptora de buenos científicos andaluces y de otros lugares. El camino ha empezado, sin lugar a dudas.
14. ¿Qué nota le pondría a la investigación española y andaluza?
Es muy difícil dar un término cuantitativo. Cualitativamente, muy buena. Los científicos andaluces son excelentes, hay grupos de extraordinaria calidad, pero hay pocos. Si hubiera cien veces más, entonces Andalucía y España serían potencias en ciencia y tecnología.
15. Ha sido distinguido con una de las Medalla de Andalucía 2004, ¿cuál fue su reacción cuando recibió la noticia?
De cierta sorpresa y confusión. Agradezco la generosidad con la que esta Comunidad ha juzgado mis méritos y, sin lugar a dudas, estoy orgulloso de haber sido propuesto para este galardón. Esto supone un compromiso con Andalucía, con la Andalucía de los ciudadanos.