Andalucía, 1 de diciembre de 2005
Células madre. |
El grupo de trabajo está formado por el servicio de Cardiología y Hematología del Hospital Virgen de la Victoria; el Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Málaga, el Instituto de Biopatología y Medicina Regenerativa de la Universidad de Granada (Ibimer), el Departamento de Farmacología de la Universidad de Málaga, el Instituto Mediterráneo para el Avance de la Biotecnología y la Investigación Sanitaria (Imabis), y la Fundación Iavante, adscrita a la Consejería de Salud. Además, se cuenta con la colaboración del Instituto Karolinska de Suecia, y del Instituto Nacional de Bioestructura y Biosistema de Italia.
Esta línea de investigación comenzará inicialmente su andadura con dos proyectos en los que trabajarán una veintena de científicos –de los que más de tres cuartas partes son andaluces-. Uno de ellos se ha presentado a la Consejería de Salud y otro a la de Innovación, Ciencia y Empresa.
El trabajo presentado a la Consejería de Salud tiene como objetivo estudiar los mecanismos moleculares de la regeneración cardiaca y la posible utilidad de la terapia celular en la regeneración miocárdica en pacientes con cardiopatías. Este proyecto ya ha sido aprobado por la Comisión andaluza de Ética, y está pendiente de ser aprobado por la Comisión Nacional.
En la presentación de este grupo de investigación ha participado el director general de Innovación Sanitaria, Sistemas y Tecnologías de la Consejería de Salud, Pablo Rivero, quien ha recordado la apuesta decidida del Gobierno Andaluz en la investigación con células madre y ha alentado a los científicos a sumarse a trabajar en este camino.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en la comunidad y entre ellas destacan el infarto de miocardio y la insuficiencia cardiaca. En ambas situaciones el músculo cardiaco sufre un gran daño y el corazón acaba por no ser capaz de realizar correctamente su trabajo. Hasta ahora los tratamientos para combatir estas dolencias abarcan desde la administración de fármacos hasta la implantación de marcapasos o, en determinadas situaciones, el trasplante de corazón.
Sin embargo, en los últimos años los trabajos de investigación han permitido descubrir que el tejido cardiaco es capaz de regenerarse y que existe la posibilidad de estimular o acelerar ese proceso. Un paso más en esta línea investigadora es llevar a la zona afectada células madre capaces de transformarse en células cardiacas y que contribuyan a que el corazón se recupere.