SALUD Y GÉNERO


Salud con enfoque de género: Sesgos de género y determinantes de Salud

Consecuencias de no incluir el enfoque de género al análisis de la salud

Salud
  • Es importante tener en cuenta que el estudio de la salud sin perspectiva de género obtiene resultados sesgados, es decir, resultados que se desvían de la realidad que se quiere conocer.
  • Estas desviaciones se conocen como “sesgos de género” y tienen consecuencias negativas para la salud de las personas, sobre todo de las mujeres.
  • Los sesgos de género cometidos en la investigación realizada con mirada androcéntrica, trascienden a la formación de profesionales y a la intervención sanitaria (consultar la definición de androcentrismo).

Debido a la jerarquización de las relaciones en la sociedad patriarcal en que vivimos, donde lo masculino tiene más valor que lo femenino, la posición de desventaja entre ambos, con más frecuencia corresponde a las mujeres.

Bajo esta perspectiva también se analizan las posibilidades vitales, el sentido de sus vidas, sus expectativas y oportunidades, y los conflictos institucionales y cotidianos que deben afrontar y cómo influye todo ello en la salud de hombres y mujeres.

El enfoque de género, por tanto, aporta una perspectiva crítica de la salud, favorece una visión holística y trata de explicar las formas de vivir, de enfermar y morir de hombres y mujeres con el objeto de reorientar las intervenciones y alcanzar el mejor nivel posible de salud y bienestar y reducir las inequidades en salud por razón de género.

EJEMPLO:

  • Los síntomas más conocidos del Infarto Agudo de Miocardio (IAM) son los más frecuentes en los hombres (dolor u opresión precordial que se irradia a brazo izquierdo), pero las mujeres pueden presentar otros síntomas menos frecuentes en los hombres (dolor que se irradia a mandíbula, malestar digestivo, etc).
  • El conocimiento obtenido de estos estudios se ha plasmado en todos los libros de texto utilizados en facultades y escuelas de Ciencias de la Salud y ha sido materia de formación de las y los profesionales de la salud, hecho que tiene repercusiones directas en la atención sanitaria a estas mujeres:
    • Muchos de los síntomas que presentan las mujeres con IAM no son reconocidos, como tales, por los profesionales de salud, lo que contribuye a retrasar el diagnóstico de IAM en las mujeres con grave riesgo para la vida.
    • Este conocimiento ha sido recogido también en la documentación de divulgación elaborada para la población.
    • Las propias mujeres que sufren IAM, no identifican los síntomas como indicio de esta enfermedad y no acuden a un servicio de urgencias hasta que pasado un tiempo los síntomas no remiten o empeoran. Hecho que contribuye al retraso diagnóstico, incrementando la mortalidad de las mujeres una vez que el infarto se ha producido.