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Calidad del aire, clima y cambio climático
Otros tipos de material particulado que contienen componentes de azufre o nitrógeno tienen el
efecto contrario. Suelen actuar como pequeños espejos que reflejan la energía solar y provocan un
enfriamiento.
Estas partículas suspendidas en el aire o depositadas en el suelo afectan al clima por su interacción
con el vapor de agua contenido en la atmósfera y, en consecuencia, por el papel que desempeñan en
la formación de las nubes. Determinan no sólo su formación sino, además, durante cuánto tiempo
permanecen, cuánta radiación solar pueden reflejar, etc., pudiendo alterar el tiempo y la ubicación de
los patrones tradicionales de precipitaciones.
Los aerosoles suspendidos en el aire pueden ser primarios o secundarios.
Los primeros son emitidos a la atmósfera desde la superficie del planeta
directamente (volcanes, océanos, polvo del suelo, incendios forestales, actividades
humanas, etc.).
Los segundos se forman en la atmósfera por diversas reacciones químicas que
afectan a gases, otros aerosoles, humedad, etc. Una parte importante de estos
aerosoles tienen su origen en emisiones producidas por la actividad humana.
Los aerosoles se expanden por toda la atmósfera tan rápido como los gases, y
suelen permanecer cerca de los lugares de emisión dado que su tiempo medio de
permanencia en la atmósfera es muy corto (inferior a tres días).
Algunas de estas partículas son especialmente tóxicas para los humanos y, en la
práctica, los principales riesgos para la salud humana por la contaminación del
aire provienen de este tipo de contaminación, especialmente abundante en las
ciudades.