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Informe de
Medio Ambiente en Andalucía
Voluntariado Monte Mediterráneo: Río Tinto-Aznalcóllar
El 27 de julio de 2004 se declaró en la localidad de
Minas de Riotinto un incendio que afectó a 27.821
ha de terreno, a través de numerosos términos
municipales de Huelva y Sevilla. Además de un
ambicioso programa de recuperación ambiental de
la zona, este hecho fue el inicio del Programa de
Voluntariado Monte Mediterráneo, que perseguirá la
implicación de asociaciones locales de los entornos
afectados por incendios relevantes con personas
voluntarias procedentes de las universidades
cercanas.
En las labores de restauración forestal del espacio
Río Tinto-Aznalcóllar, tuvo un papel destacado la
participación del voluntariado ambiental de las
universidades de Sevilla, Huelva y Cádiz, la Red de
voluntariado ambiental de Doñana y las asociaciones
locales como Adecuna de Aznalcóllar (Sevilla) e Ituci
Verde de Escacena y Paterna del Campo (Huelva).
Las reforestaciones participativas se desarrollaron
en diversos montes de la zona incendiada
durante varios años con plantones de árboles
y arbustos autóctonos del bosque y matorral
mediterráneo: encinas, alcornoques, acebuches,
labiérnagos, madroños, lentiscos y algarrobos.
Además, se sembraron numerosas bellotas de
encinas y alcornoques. Las acciones formativas
y de sensibilización ambiental fueron una parte
importante de este programa
.
Voluntariado Monte Mediterráneo: Sierra Nevada
En el paraje del Espacio Natural Sierra Nevada
conocido como Tornacano, en el municipio de
Lanjarón, se inició un devastador incendio forestal
en septiembre de 2005 que afectó a cerca de
3.500 ha en los municipios de Nigüelas, Lecrín,
Dúrcal y Cáñar. El programa de restauración
participativa fue coordinado por la Red de
Voluntariado Ambiental de Sierra Nevada, para lo
que contó con diversos colectivos de la población
local.
Entre las actividades desarrolladas destacó la
construcción de muros o albarradas grandes de
piedra de cantera, y empalizadas en surcos laterales
del barranco para soportar mejor la escorrentía,
y la fabricación de haces de ramas para suavizar
pequeños surcos laterales del barranco. También
se prepararon hoyos para la reforestación con
especies autóctonas y se recuperó la vereda que
parte de Tornacano y regresa por la Acequia Nueva,
para la interpretación de las consecuencias del
incendio con escolares, asociaciones y diversos
colectivos, así como para dar a conocer el trabajo
de las personas voluntarias y el nivel de implicación
de la población del entorno en la conservación del
espacio.