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Discursos

Intervención del presidente de la Junta de Andalucía durante el acto de entrega de los III Premios de Investigación, Innovación, Desarrollo y Empresa

29/06/2010
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Agradezco la invitación de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente a participar en la entrega de estos premios y felicito a las instituciones y empresas que hacen visible el trabajo en I+D+i que se está haciendo en Andalucía.

Este año reúne a dos de los pilares básicos para traducir todo nuestro potencial científico y de conocimiento en crecimiento económico: la Universidad y la empresa.

Hoy, como todos ustedes saben, hay un tercer sector clave para el desarrollo de la innovación en Andalucía, el sector público, cuyo papel es, desde hace ya algunos años, el de contribuir a generar un entorno propicio para la innovación.

Estamos en un momento en el que el complejo escenario de la crisis internacional nos está exigiendo nuevas respuestas. No sólo para afrontar sus desafíos e incertidumbres, sino para adaptar nuestras empresas a un mundo cada vez más globalizado y si me lo permiten, más imperfectamente globalizado.

Uno de los problemas que aquejan a Europa es el exagerado concepto que tenemos de nosotros mismos. Es cierto, que tras la Segunda Guerra Mundial los europeos hemos sabido crear un modelo social de crecimiento económico que además de mostrarse como el más solidario del mundo, ha sabido ser durante muchos años el más eficiente y el más competitivo.

Sin embargo, la propia crisis demográfica que provocó la Segunda Guerra Mundial, no ha sido resuelta de forma permanente y hoy de nuevo asistimos al envejecimiento de la población europea. Algo que está afectando a nuestra pirámide de población y con ello a los sistemas de protección social, pero además está afectando también a nuestra capacidad de liderazgo en un mundo globalizado.

Nuestra capacidad de iniciativa, nuestra adaptación a los nuevos cambios ya estaban resintiéndose por la globalización económica y se han puesto en cuestión, aún más, con esta crisis del capital.

Europa está perdiendo peso frente al auge de los países emergentes. Esto, si acaso se ve con más claridad en el ámbito de la innovación. Las previsiones señalan que para el año 2025 el 20 por ciento de la investigación llegará de China y de India.

Por eso hemos de aprovechar la dureza de esta crisis, no sólo para tomar medidas de consolidación fiscal, como venimos haciendo; no sólo para reducir el déficit público sino, sobre todo, para reorientar el modelo productivo europeo, el español, el andaluz.

Europa difícilmente va a poder avanzar si no consideramos que esta crisis es una oportunidad para introducir cambios profundos. Muchos de ustedes habrán oído alguna vez la reflexión sobre cómo podemos competir. A buen seguro los tres premiados por la Academia van a coincidir conmigo en que solamente hay una forma de hacerlo en este entorno global, y es a través de la innovación.

Porque solamente seremos capaces de progresar en la medida en que la innovación sea un valor que forme parte de nuestra cultura. Es decir, que el saber hacer de empresas como las hoy premiadas, se traslade a otras muchos, en otros ámbitos de distintas activida-des.

Creo, además, que éste es un momento adecuado para profundizar en nuestra capacidad de innovar. Me refiero a que Andalucía cuenta con un potencial de innovación que tenemos que seguir capitalizando para salir reforzados de la crisis. Y no me refiero únicamente a lo que se puede hacer en I+D+i desde las Universidades o desde el sector público, sino lo que ha de hacer el sector privado.

Somos conscientes de que, para que haya innovación, es necesario que exista capacidad para generarla. Es decir, hemos de contar con capital humano, tecnológico y esfuerzo en I+D+i.

También, en el ámbito de las empresas hay que optar por aumentar la productividad a través de la innovación. Es inviable ya intentar competir reduciendo el coste del capital humano o con bajos precios.

Hoy se habla mucho de ligar el salario a la productividad, y yo lo comparto, pero con una advertencia, si de lo que se trata es de ganar competitividad con más horas y los mismos medios, vamos a hipotecar el futuro.

La productividad, o es una apuesta por la innovación, las nuevas tecnologías, la formación y la disponibilidad y flexibilidad laboral, o no es ni rentable ni sostenible.

Productividad a partir de la economía del conocimiento; productividad a partir de la formación, de la educación, de la igualdad de oportunidades, el I+D y las nuevas tecnologías.

La economía del conocimiento se sostiene en la generación de nuevas ideas, en la creatividad y, sobre todo, en el consenso que ha de existir entre las administraciones, entre los agentes económicos y sociales sobre la idea de que el capital humano debe ser en centro del nuevo modelo que queremos construir.

No el capital, sino el factor trabajo. De la cualificación de nuestros recursos humanos va a depender el mantenimiento y el aumento de los niveles de productividad. En suma, nuestra competitividad a medio y largo plazo, en una economía cada vez más abierta.

Por eso, la educación es la prioridad: desde la base hasta la Universidad y es, ésta última, la que genera conocimiento y permite el avance científico que luego tiene que trasladarse a la sociedad.

Quiero felicitar a la Universidad de Córdoba, por este premio y por las iniciativas punteras que la sitúan, sin duda, en la vanguardia del sistema de conocimiento.

Su compromiso es el de la innovación como motor de crecimiento y el de la cercanía a su entorno productivo. El proyecto de Campus Agroalimentario de Excelencia Internacional es un buen ejemplo de ello. Un proyecto compartido con otras cuatro Universidades andaluzas que apuesta por la sostenibilidad y por la innovación de un sector que es estratégico para el desarrollo económico andaluz.

La Universidad tiene mucho que ver con la posibilidad de desplegar todas las capacidades del conocimiento y también, por supuesto, el mundo de la empresa, donde el conocimiento se transforma en bienes y servicios que han de aumentar el bienestar y la calidad de vida.

A Francisco Consentino le hemos escuchado, también hoy, que el éxito de la em-presa depende directamente de las personas, de su capacidad de aprender de la innovación. El desarrollo que ha experimentado en los últimos 30 años el Grupo Consentino es un claro ejemplo de ello.

La firma ha evolucionado desde una pequeña empresa familiar, que se dedicaba a la extracción y elaboración del mármol en Macael, hasta convertirse en ese referente mundial del sector de la piedra que emplea en todo el mundo a más de 2.300 personas, principal-mente en Europa y América.

Desde su Departamento de I+D+i, que está ubicado en el Parque Industrial de Macael, se han desarrollado importantes innovaciones que han sido reconocidas internacio-nalmente. Hoy es el primer comercializador de aglomerados de cuarzo de todo el mundo.

Muchas felicidades por la trayectoria y por este premio.

El factor humano es la clave de los procesos de innovación, sean éstos cuales sean. Hay que innovar en todos los procedimientos y aprovechar esa cultura del conocimiento adquirido para mejorar la calidad.

Yo creo que era Estanislao el que decía que cuando se hace una cosa bien no hay que descansar para hacerla mejor, no se puede uno conformar con lo que se está haciendo. Por ello es fundamental innovar en productos tradicionales, innovar en nuevos productos, innovar comercialmente y hay que innovar también en un elemento del que se habla menos, pero que es esencial, que es la cooperación. No sé si el pez grande se come al chico, a veces ocurre lo contrario, pero lo que es cierto, sin duda, es que la cooperación en este mundo va a ser importantísima. No solamente la competencia sino esa cooperación que se refleja en esas redes de colaboración que tienen que existir entre empresas y entre éstas y los agentes del conocimiento.

Es decir, Universidad y empresa es una cooperación necesaria y cooperación también entre grupos de empresas. Tenemos que lograr que los nuevos conocimientos se traduzcan en alto valor añadido para aumentar la competitividad, la productividad de las empresas y, con ello, la competitividad de la economía.

Con este espíritu se ha desarrollado Labs Technological Services que desde su creación, en Villaverde del Río, está presente ya en 20 países.

Su valor radica en la conjunción de la tecnología y el conocimiento para proporcionar servicios de ensayo y consultoría a industrias agroalimentarias y medioambientales.

En este foro se premia su espíritu emprendedor como uno de los principales motores de innovación y competitividad. Por tanto, mi enhorabuena por el trabajo, sobre todo por el espíritu emprendedor, por la innovación y por la excelencia, que es el elemento definitivo que nos va a permitir apostar por el futuro de nuestras empresas y de nuestra economía.

Son los valores que encarnan las empresas y las instituciones a las que hoy, en esta Fundación Sánchez Ramade, se les da este reconocimiento social.

Hoy sois referentes de lo que puede ser esa introducción de cambios en el modelo productivo y, sobre todo, de esa línea que pretende que se conserve el modelo social europeo. Algo que solamente lograremos si somos capaces de saber que se va a hacer a fuerza de situar el factor humano en el centro del modelo productivo.

El conocimiento, el saber, la persona, la iniciativa, ahora que se debate sobre la reforma laboral. La reforma laboral es un empresario que innova, que introduce nuevas tecnologías y que forma a sus trabajadores, y un trabajador polivalente, disponible y con una actitud flexible hacia el trabajo.

Esa es la verdadera reforma laboral. La que permite obtener mayor productividad sin deteriorar las condiciones de trabajo y, por lo tanto, generar excedencia de productivi-dad que permite financiar el sistema de protección social.

Estoy convencido de que todos los cambios son posibles, pero este es necesario y como es necesario, tendremos que hacerlo. De lo que se trata es de hacerlo lo más rápida-mente posible. Queda mucho por hacer, pero es la senda por la que tenemos que avanzar para la educación, para la investigación, para el desarrollo, la innovación y la colaboración.

A todos ustedes, muchas gracias. Queda clausurado el acto y se levanta la sesión.