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Discursos

Intervención del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, durante el acto de toma de posesión del rector de la Universidad de Córdoba

22/06/2010
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Mi comienzo debe ser para agradecerles a todos ustedes su presencia y también mi reconocimiento al nuevo rector y a su equipo de Gobierno por el trabajo realizado durante estos años en la Universidad de Córdoba, una institución estrechamente vinculada al desarrollo de toda Andalucía.

Felicidades, rector, por tu reelección. Los resultados de una gestión eficiente le han valido toda la confianza de la comunidad universitaria para continuar en esta responsabilidad.

Cuenta, como sabe, para esta tarea con el compromiso del Gobierno con el sistema universitario andaluz.

En momentos de especial dificultad como los actuales, hay que insistir en que la universidad cumple un servicio público fundamental, que es analizar la realidad profundamente, interpretar los cambios, hacerse muchas veces cargo de ellos, aportar una visión crítica y animar a la participación ciudadana.

La educación es siempre garantía de prosperidad, equidad y eficiencia. Hoy, además, tiene que ser y va a ser, sin duda, el eje de la recuperación económica.

La crisis plantea muchos desafíos, entre ellos algunos intelectuales, como es el conocimiento de por qué esta crisis, de cuáles son las causas profundas que nos han traído una crisis como ésta y eso ha de servir también para que las universidades reflexio-nen sobre ello, también el Gobierno andaluz, para poder entre todos impulsar el Sistema Andaluz del Conocimiento.

Competir hoy y poder seguir haciéndolo mañana, nos exige apostar por una I+D+i que redunde en beneficio social, cultural y económico, en competitividad y empleo.

Para aumentar la generación y transferencia de conocimiento es necesario fomentar la interacción entre empresas, industria, instituciones de investigación y enseñanza y las entidades de gobierno.

Andalucía ha superado ya el 1% del PIB en I+D. Y es la tercera región española en solicitud de patentes y en producción científica.

Todos ustedes saben también que tenemos que corregir un importante desequili-brio, porque es cierto que la inversión en I+D sobrepasa el 1% de PIB, pero la ecuación entre aportaciones del sector público y el sector privado está desequilibrada, participa mucho más el sector público y en Andalucía, participa mucho más, sobre todo en enseñan-zas superiores.

La aportación en enseñanzas superiores en I+D es de las más altas de España, si somos la tercera en el conjunto de España en I+D, en educación superior somos la segunda.

Por lo tanto, hay una gran aportación del sector público, del el sector universitario, pero hay una menor cuantía del sector privado.

Por eso es bastante importante que se idolatre en la Universidad esta cultura de la investigación y de la innovación en el mundo de la empresa, porque sólo de esta manera conseguiremos transformar las empresas de trabajo intensivo en empresas de innovación intensiva.

Vuelvo a lo que decía antes de las razones fundamentales de esta crisis, pueden ser muchas cosas, pero entre otras una de las razones es que la economía española tiene un déficit de competitividad, quizá menos la andaluza, pero en conjunto tenemos un déficit de competitividad, como señala nuestra balanza comercial.

Por eso es necesario aumentar la competitividad, apostar mucho más por el conocimiento, por la innovación y por la transferencia del conocimiento. De ahí que me parezca particularmente importante que en Andalucía la creación de empresas a través de la investigación universitaria, las llamadas spin-off, están resultando un aliciente, un añadido, desde luego, muy por encima de la media nacional.

Además, el Parque Tecnológico de Rabanales 21 y el Instituto Maimónides de biomedicina son iniciativas punteras que sitúan a la universidad de Córdoba en la vanguardia del sistema de conocimiento.

Este compromiso con la innovación como motor de crecimiento que evidencia, en particular, el Campus Agroalimentario de Excelencia Internacional, son una manifestación de todo lo que vengo diciendo y de todo lo que queremos conseguir.

Un proyecto compartido con cuatro universidades andaluzas, y que es una clara apuesta por la sostenibilidad y la innovación de un sector estratégico para el desarrollo económico de Andalucía.

Córdoba, Huelva, Jaén, Cádiz y Almería son líderes en la producción, comercialización y exportación de productos como la aceituna, la fresa, el vino o la carne. Sus universidades miran a su entorno y se hacen cómplices de la realidad económica y productiva para mejorarla.

El Campus Internacional de la Excelencia busca la cooperación entre los agentes del conocimiento andaluces para hacer mejor lo que ya hacemos bien. Por eso estamos contribuyendo así a hacer una Andalucía mejor.
En los próximos años ha de ser un referente de conocimiento en red, de investiga-ción, transferencia y formación de expertos en sistemas de producción de alimentos, seguridad agroalimentaria y protección del medio ambiente.

La vinculación universidad-empresa es también la seña de identidad que prevalece en el nuevo mapa de titulaciones que hemos diseñado en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior.

El próximo curso las universidades andaluzas pondrán en marcha el sistema univer-sitario europeo.

Y lo harán en este momento, en esta encrucijada en la que Europa se plantea un nuevo modelo de economía social de mercado, que no es otra cosa que defender el modelo social europeo en un contexto de crisis y de menor competitividad.

La convergencia de nuestro sistema universitario con Europa nos exige mejorar la calidad de los servicios, la docencia y la investigación y abrir el conocimiento a nuevos sectores de futuro, como el de las industrias culturales.

Tenemos por delante la oportunidad de hacerlo. Ello requiere de la máxima eficiencia en el uso de los recursos materiales y humanos.

Ustedes saben el firme compromiso del gobierno con la educación, en general, y con la educación superior, en particular. Un compromiso que se viene materializando, año tras año, en la mejora de la financiación.

Los profesores, los alumnos y la Universidad andaluza forman parte de un proyecto conjunto de calidad, mérito y esfuerzo. Por eso, hemos introducido en el Modelo de Financiación un componente de competitividad y responsabilidad que hasta ahora era inédito.

Esto es, calidad docente, excelencia investigadora, más patentes, más alumnos que consiguen empleo en su especialidad, más empresas creadas por alumnos, colaboración con el tejido productivo, etc.

El Gobierno andaluz no va a escatimar en esfuerzos ni recursos para garantizar la igualdad de oportunidades. El objetivo es que cada andaluz pueda llegar al límite de sus posibilidades y pueda alcanzar su desarrollo personal y profesional.

Uno de los retos más importantes que se nos plantean, en línea con Europa, es me-jorar la movilidad y la empleabilidad de nuestros egresados.

Este año 300 alumnos más se van a beneficiar del Programa de Becas Talentia, para estancias formativas en las mejores universidades extranjeras.

Con ellas damos impulso a la proyección internacional de nuestra educación superior y a la captación de talento. Queremos que nuestros jóvenes adquieran conocimiento para ser aplicado en nuestras empresas, universidades y centros de investigación cuando retornen a Andalucía.

Quiero concluir con una felicitación a la Universidad de Córdoba porque ha marcado porque ha marcado un camino que creo muy acertado, que no es otra cosa que el de profundizar en los elementos de diferenciación que vinculan la Universidad a su territorio.

Lo hace además con exigencia y calidad, también desde el compromiso por una universidad que potencie su dimensión social, que se haga de todos y de todas, que se haga cuerpo de la propia sociedad, a la que presta sus servicios y de la que recibe la materia prima. Una tónica que, estoy convencido, se va a mantener en esta nueva etapa que ahora se abre.