Quiero, en primer lugar, agradecer la invitación a compartir unas horas con los vecinos de Santa Fe en las fiestas de las Capitulaciones. Una celebración de interés turístico que crece en arraigo, participación y capacidad de convocatoria año tras año. Quiero dar la bienvenida y desearles una grata estancia en esta ciudad a las autoridades de los pueblos hermanados de Baiona la Real, Vila do Bispo y Palos de la Frontera.

Conmemoramos hoy el aniversario del comienzo de la aventura americana, un acontecimiento trascendental de nuestra historia en la que todas estas ciudades tuvieron un singular protagonismo. Las Capitulaciones de Santa Fe fueron el punto de arranque de un acontecimiento histórico que amplió los horizontes geográficos del mundo conocido y abrió paso a una historia común compartida para los habitantes de ambos continentes.

Hace más de cinco siglos se fraguó en esta ciudad un proyecto que abrió las puertas de Europa a los tiempos modernos. La apertura al océano, al continente Americano, multiplicó las relaciones, agigantó las aspiraciones y los sueños de las personas y obligó a los europeos a plantearse los problemas desde una perspectiva universal.

Andalucía ha jugado un papel importantísimo como puente entre Europa y América. A su situación geográfica entre dos mares, hay que sumar el colosal esfuerzo por mantener, con las infraestructuras y técnicas del momento, comunicaciones periódicas y seguras con el Nuevo Mundo.

Éste es el gran mérito de la empresa americana: abrir una vía de acceso por el océano, una barrera infranqueable hasta entonces. Un éxito evidente e indiscutible que muestra la enorme vitalidad de la sociedad andaluza. El conocimiento y exploración del continente americano no hubiera sido posible sin el compromiso activo y la aportación de las gentes del Sur, desde los Lugares Colombinos en Huelva hasta el antiguo Reino de Granada.

La UNESCO ha incluido en el registro "Memoria del mundo" los textos históricos que recogen las Capitulaciones de Santa Fe por su excepcional valor y relevancia para la historia de la Humanidad. Este reconocimiento de la riqueza de nuestro patrimonio documental es un estímulo para seguir impulsando cuanto nos une y darlo a conocer como una pieza fundamental para entender el mundo en que vivimos.

La cultura y el patrimonio histórico son algunos de los activos que hacen grande a nuestras comunidades hermanas. Reconocer con orgullo la identidad cultural, conservarla y desarrollarla es el punto de arranque que impulsa a una sociedad a avanzar.

Os animo, por tanto, a trabajar con ilusión en ese nuevo proyecto común en el que ahora os embarcáis por conseguir el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad para los lugares colombinos. Para ello contáis con dos grandes fortalezas: la experiencia organizadora de eventos culturales y turísticos de primera magnitud y el entusiasmo ciudadano.

El objetivo es compartir proyectos culturales e intensificar los contactos entre estas ciudades y reforzar la cooperación institucional. Los granadinos se han fijado el horizonte de 2013, fecha de conmemoración del Milenio de la fundación del Reino de Granada, como un espacio de reencuentro con nuestras raíces y para el intercambio entre culturas.

En más de mil años de historia, esta tierra ha atesorado un patrimonio ingente, diverso y mestizo, de un valor incalculable. La celebración del Milenio nos permitirá dar a conocer, revitalizar el panorama cultural y ampliar a nuevos horizontes toda esa riqueza.

Estos proyectos de futuro requieren del esfuerzo colectivo y el consenso de los agentes políticos, sociales y económicos para acrecentar las capacidades de Andalucía como espacio para la cultura y el conocimiento. Son, además, una oportunidad para ahondar en los retos colectivos de nuestra democracia: fortalecer la sociedad civil y estimular la participación ciudadana en la vida pública.

La experiencia de las ciudades colombinas, en este sentido, es un elemento clave para crecer en proyección cultural. Santa Fe, Palos de la Frontera y Baiona la Real han sabido movilizar a la ciudadanía en torno a nuestra historia común en la aventura americana. Al mismo tiempo, han hecho una apuesta importante por transmitir nuestro legado histórico a las nuevas generaciones. Merecen, por tanto, nuestro reconocimiento y felicitación.