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Intervención del presidente de la Junta en el acto de firma de un convenio de colaboración para la financiación de los parques tecnológicos de Andalucía

22/09/2011
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Es un placer estar hoy en Málaga, en la sede del primer parque científico tecnológico que se constituyó en Andalucía hace ya dos décadas. Desde entonces hemos visto como se ha consolidado en todo nuestro territorio esta figura imprescindible en la generación de innovación y la transferencia de tecnología.

El paso del tiempo, en este caso hablo de dos décadas, ha demostrado que esta apuesta era una apuesta ganadora. La competitividad de una economía se mide por las exportaciones. Pero permítanme  que también aquí haga un matiz. Se puede vender al exterior con productos baratos sin apenas aporte tecnológico y con condiciones arcaicas de producción. Eso no es competitividad sino oportunismo sin futuro.

Se puede también vender al exterior con dumping monetario, devaluando la divisa. Eso no es competitividad sino ventas para hoy e inflación para mañana.

Y, por el contrario, se pueden abrir mercados exteriores con una permanente aportación tecnológica, formación humana, innovación y valor añadido. Esa es la competitividad. Estos son los parques tecnológicos.

Los Convenios que hoy firmamos dotan a los once parques tecnológicos de Andalucía de un marco de financiación estable, de carácter estructural, vinculado a la consecución de objetivos. Un modelo que también se aplica a los centros tecnológicos de Andalucía.

Con estos convenios sumamos más recursos para avanzar en conocimiento tecnológico y en impulso a la capacidad innovadora de nuestras empresas, dos presupuestos que, como antes dije, son básicos para ganar competitividad.

Los parques tecnológicos son aliados estratégicos de las empresas. Actúan de nexo de unión entre el conocimiento y el tejido productivo y concentran servicios y recursos que fomentan la innovación y aumentan el valor añadido de los proyectos empresariales.

Son, a su vez, espacios propicios para la cooperación empresarial y un buen ejemplo de la cooperación público-privada que tan buenos resultados ha dado en el proceso de transferencia del  conocimiento en Andalucía.

Con los parques tecnológicos hemos capitalizado Andalucía. La apuesta del Gobierno andaluz con este modelo de fomento de la innovación ha sido continua, destinándose un total de 440 millones de euros a la financiación de centros y parques tecnológicos en todo nuestro territorio.

A ello se suman medidas de carácter fiscal como la de eximir a los bancos en el impuesto autonómico de las cantidades que presten a empresas para su instalación en parques tecnológicos.

Una red de parques que refleja la diversidad y riqueza de Andalucía y potencia los sectores estratégicos de nuestra tierra: sectores económicos tradicionales que han incorporado la innovación como eje de su desarrollo, como el agroalimentario en Córdoba, la agricultura intensiva en Almería y Huelva, el aceite en Jaén o la acuicultura en Cádiz. Y también sectores económicos de vanguardia como el aeronáutico, en Sevilla, la biomedicina en Granada o las tecnologías de la información en Málaga.

En Andalucía los parques tecnológicos han demostrado ser motores de desarrollo económico y generación de empleo cualificado. En un escenario de crisis como el actual, han logrado mantener una tendencia al alza tanto en el número de empresas como en el de trabajadores, que se han incrementado un 6% respectivamente respecto al año 2009. El empleo es, además, empleo de alta cualificación, ya que el 43,43% de los trabajadores son licenciados superiores o doctores, y un 14% es personal destinado a actividades de investigación.

La facturación agregada es otro de los indicadores que muestra una tendencia al alza. El año pasado se superaron los 4.000 millones de euros (4.121), lo que supone un incremento del 2,4% respecto al año anterior.

Un reflejo de que las empresas que se ubican en entornos innovadores crecen más y compiten mejor en los mercados.

La innovación es el principal atributo de estos espacios, en los que se concentra gran parte de la inversión en investigación y desarrollo que se realiza en Andalucía. De hecho, uno de cada cinco euros destinados a I+D+i en 2010 se invirtió en los parques tecnológicos.

A todo ello, hay que añadir que en las tecnópolis se lleva a cabo alrededor del 40% de la inversión privada en I+D+i que se realiza en Andalucía.

En la actualidad los 11 Parques y los 26 Centros Tecnológicos de Andalucía aglutinan a más de mil empresas e instituciones andaluzas, como patronos y socios y desarrollan más de un millar de proyectos de I+D+I, en los que se movilizan 1.800 empresas.

La importancia de estas infraestructuras de innovación se observa también en su aportación al PIB autonómico, con un 3,13%, y al empleo, con un 3,74%.

Hoy, los parques andaluces son un referente nacional. En ellos se ubica el 21% de las empresas y entidades instaladas en parques españoles: generan el 19% de la facturación total nacional, el 23% del empleo y representan casi el 19% del empleo en I+D+i.

Un dato sustancial que refleja el avance en el nivel de competitividad de estas infraestructuras es que un año más han liderado la captación de fondos nacionales de infraestructuras de I+D en Parques Tecnológicos. En 2010 Andalucía captó el 38% del total de la financiación estatal, lo que supuso 134,6 millones de euros, más fondos que Madrid y Cataluña juntas, que son las dos comunidades autónomas que se sitúan en segundo y tercer lugar, respectivamente, en cuanto a captación de estos fondos. Este porcentaje apenas llegaba al 4% en el año 2005.

Los convenios que hoy firmamos mantienen la apuesta del Gobierno andaluz por impulsar la capacidad de desarrollo y la competitividad de los sectores estratégicos andaluces, ubicados en todas las provincias según la actividad y especialización de su tejido productivo.

Se trata, por lo tanto, de dotarnos de una base de infraestructuras sólida, funcional, y eficiente que garantice la accesibilidad y conectividad de todos los agentes del conocimiento.

En la última década los recursos destinados a la I+D se han multiplicado por dos. El gasto en I+D es ya el 1,1% del PIB. Contamos con más de 2.000 grupos de investigación y cerca de 30.000 investigadores (60% doctores). Este es un gran potencial que hemos de aprovechar. Ahora es el momento adecuado para profundizar en nuestra capacidad de innovar. De ello depende que seamos capaces no sólo de salir de la crisis, sino de reforzar las bases de nuestra recuperación económica.

Los parques representan el paradigma del cambio de modelo económico por el que trabajamos en Andalucía. Su contribución es esencial para impulsar la economía del Conocimiento sobre la base de nuestra tradición empresarial. Un modelo productivo basado en la innovación, la tecnología, la ciencia y el conocimiento que permita a las empresas generar una actividad de valor añadido, garantizando su competitividad y estabilidad.