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Intervención del presidente de la Junta en el centenario del municipio de Moriles

18/06/2012
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Es siempre un motivo de alegría venir a Córdoba, donde me siento en mi casa, y hoy esa alegría es doble por poder conmemorar con todos vosotros el centenario de la constitución del Ayuntamiento de Moriles. En el acto de hoy, rendimos un homenaje a todos los alcaldes y concejales que han formado parte del Ayuntamiento de Moriles en las últimas tres décadas, un periodo de tiempo en el que se ha producido una profunda transformación en Andalucía.

La Constitución que nos dimos en 1978 articuló un modelo de Estado basado en la descentralización y la autonomía política de Comunidades Autónomas y municipios.

Con las elecciones de abril de 1979, se restableció la legalidad suspendida durante la dictadura y el pueblo tomaba de nuevo la participación, el poder y la capacidad de decisión en sus ayuntamientos. Esta legitimidad democrática fue la que  empezó a poner los cimientos de la modernidad en nuestros municipios.

En estos 33 años, hemos pasado de instituciones que gestionaban servicios mínimos hasta los ayuntamientos actuales, más profesionalizados y eficaces. Ayuntamientos que ponen en marcha todos los días actuaciones que tratan de mejorar la vida de sus vecinos.

La libertad y la democracia han traído también cambios sociales de especial relevancia, como es la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, la empresa, la cultura y también, como no podía ser de otra forma, de la política.

Desde los primeros mandatos democráticos hasta la actualidad, hemos avanzado en la presencia de mujeres en los ayuntamientos. Hoy, Andalucía cuenta con más de 150 alcaldesas y sobrepasa las 3.200 concejalas.

El Ayuntamiento de Moriles es un fiel reflejo de la sociedad de nuestros días. Felicidades, Alcaldesa, por tu tenacidad y por tu compromiso, por ser un ejemplo de cómo las mujeres, a pesar de las dificultades y los obstáculos que tienen que superar, se van abriendo paso en un camino que ya no tiene retorno: el de la igualdad entre hombres y mujeres. Un proceso en el que no hay que bajar la guardia y en el que todos debemos seguir dando la batalla día a día.

Hoy, nuestros pueblos y ciudades se han transformado profundamente. Moriles es, en la actualidad, un municipio con servicios modernos, que han mejorado la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos. Esto ha sido un logro colectivo, en el que ha tenido una gran incidencia el trabajo y la ilusión de las sucesivas corporaciones locales que han gobernado el Ayuntamiento en estrecha colaboración con el Gobierno de la Junta de Andalucía.

Los valores y los objetivos del municipalismo han contribuido especialmente a la modernización de Andalucía, han hecho posible que hoy precisamente Andalucía sea ese entramado de localidades como Moriles que buscan en el trabajo de sus gentes el poder conseguir un futuro. Un futuro en un mundo como el actual que se debate en una crisis en la que se habla mucho de la prima de riesgo, en la que se habla mucho de los mercados financieros y en la que, desgraciadamente, vivimos todos sometidos a la especulación de los mercados.

Frente a eso hemos de seguir reivindicando el trabajo bien hecho, el trabajo que se hace todos los días, el trabajo que consiste en el esfuerzo de los hombres y de las mujeres y no en la rentabilidad que produce el dinero convertido en mercancía. Esos valores y esos objetivos son los que las políticas locales tratan de hacer que se vean, que son los que satisfacen las necesidades de los ciudadanos. Políticas que además apuestan por la cohesión social, por los equipamientos, por las escuelas, por la protección de la salud, por los servicios públicos como fuente de integración y de igualdad de oportunidades.

Por eso, en Andalucía, tenemos que seguir dando pasos hacia la descentralización política, hacia poner de relieve que la institución básica, la que articula la convivencia entre los ciudadanos son los Ayuntamientos, que son los que permiten profundizar en la democracia.

Tenemos nuevas leyes locales en Andalucía, nuevas leyes que pretenden forzar y reforzar el autogobierno de los municipios, pero también su capacidad de autofinanciación, porque Andalucía es una de las regiones mejor equilibrada en su territorio.

Lo decía el alcalde de Aguilar de la Frontera, ahora que se habla de  reducir el número de municipios, que mientras que en otras comunidades autónomas hay provincias que tienen seiscientos municipios, en Andalucía tenemos 771 municipios, con un equilibrio en la población del territorio admirable.

Con un volumen de servicios que pueden prestar los municipios y las diputaciones que hacen que la vida que se desarrolla en los pueblos y en las ciudades intermedias en Andalucía sea una vida que merece la pena vivir. Esta es la Andalucía más real, la Andalucía en la que viven hombres y mujeres que creen en lo que hacen y que creen en su futuro. Por eso Andalucía tiene que creer en sus pueblos como valores esenciales.

Una extensa red de municipios muy bien conectados entre sí, nuestros pueblos son los que han hecho posible el desarrollo de Andalucía. En ese desarrollo ha sido importantísimo el trabajo de los ayuntamientos.

Los ayuntamientos desempeñan una función cada vez más importante en el impulso de un desarrollo integral; actúan como emprendedores sociales liderando a sus comunidades para estimular y promover acciones conjuntas de desarrollo.

El profesor Tierno Galván decía que "todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y tenemos también la ciudad, que es el hogar público". Esa condición de lo público, de lo que es de todos, es algo por lo que debemos seguir luchando. Nuestro pueblo es el espacio donde se desarrolla lo que hemos construido entre todos para hacer una sociedad más solidaria, más justa, con más igualdad de oportunidades.

Un espacio donde la salud, la educación y la preocupación por aquellos grupos más vulnerables debe ser siempre nuestra prioridad, porque son el corazón de un modelo social que merece la pena vivir.

Hoy rendimos un homenaje a las personas que se han dedicado a la política más cercana, la más próxima a los ciudadanos, la que se identifica más con los problemas de los vecinos. Y quiero aprovechar esta ocasión para reivindicar el papel de esta política, que no es el problema, como muchos pretenden hacernos creer, sino que es parte de la solución.

Quiero por eso destacar, insistir en ello, el papel fundamental de los ayuntamientos, que además son los que permiten crear esos consensos sociales que hacen que la convivencia sea más fácil, que hacen que la convivencia sea capaz de proporcionarnos metas por las que luchar.

Por eso es también el municipio, es también el ayuntamiento donde se ve la ciudadanía activa, donde se ven hombres y mujeres preocupados por los problemas comunes que comparten.

Algunas veces, pudiera parecer que lo local es una escala demasiado pequeña para tener un impacto significativo, pero los gobiernos locales pueden conseguir mucho trabajando con eficacia en lo económico, en lo social y en lo medioambiental.

La celebración de hoy es una ocasión para seguir apostando por ayuntamientos dispuestos a ofrecer cada día mejores servicios a sus ciudadanos, a escuchar todas las propuestas y también a liderar todos los proyectos que vengan a sumar, a crear riqueza y desarrollo sostenible.

Unos ayuntamientos que sean, efectivamente, la casa de todos y de todas; capaces de integrar a todas las personas para lograr una Andalucía mejor, más competitiva, con mayor capacidad de progreso y mayores oportunidades de futuro.

Quiero terminar como empecé, diciendo que éstos son los encuentros donde el presidente de la Junta de Andalucía se siente más feliz, se siente mejor, porque puede dirigirse a quienes estáis haciendo un trabajo diario, cotidiano por hacer una Andalucía mejor, por hacer una Andalucía de todos en la que todos nos sintamos, más allá de nuestras diferencias, partícipes de un proyecto compartido.