Cual capitán intrépido, como él mismo se ha presentado vía videoblog en sociedad, el periodista Antonio Avendaño ha renovado su compromiso con el Periodismo en Andalucía.

Mal negocio en los tiempos que corren, dirán quienes solo atienden a la calculadora. Craso error. Porque ignoran que pocas profesiones hay tan nobles y abnegadas como la de ejercer de notarios e intérpretes de la realidad. Y por ella bien vale la pena embarcarse en una aventura empresarial como lo es Andalucesdiario.es, la misma que hoy se presenta en sociedad pero cuya acción y efecto ya hemos podido notar y apreciar.

En esta época de saturación informativa, de impacto sobre impacto mediático imposible de digerir, interpretar las claves de la actualidad y guiar por tanto a la ciudadanía, fomentando su espíritu crítico, resulta imprescindible.

Las nuevas tecnologías han favorecido esa, por decirlo en el argot de moda, viralidad. Pero la labor del periodista es hoy más relevante que nunca. Ya no se trata tanto de ejercer de simple notario de la realidad, sino sobre todo de traductor capaz de aportar a la sociedad, con la que contrae por deontología profesional un compromiso ético de honestidad y veracidad, las claves que nos ayuden, a todos, a comprender lo que sucede, por qué sucede y sus repercusiones.

Y debo decir, y me apena, que la honestidad, la ética y la veracidad se encuentran también hoy seriamente comprometidas por tantos intereses antepuestos e interpuestos como vemos a diario. Por eso, y sin pretender dar lecciones a nadie, me permito recordar las palabras del maestro Gabriel García Márquez: "La ética debe acompañar siempre al periodismo, como el zumbido al moscardón".

Con la noble misión de digerir analíticamente la actualidad andaluza ha emergido Andalucesdiario.es. Una nueva apuesta, y ya van unas cuantas, que deja bien patente cuán errados estaban quienes anticipaban la muerte del Periodismo. El Periodismo está bien vivo, aunque, en demasiados casos, sobreviva en precario y haya dejado atrás un reguero de víctimas inaceptable en forma de cabeceras y profesionales. Vaya desde aquí mi respeto y solidaridad para con ellos, y mi deseo de que puedan encontrar algún 'barco' que les devuelva al oficio.

Los medios de comunicación atraviesan una doble crisis por todos conocidas: la financiera y la tecnológica. Dos crisis a las que quizás se debería sumar una tercera que afecta a la credibilidad de los medios, como resultado de la decisión de las empresas de comunicación de equilibrar balances reduciendo salarios y profesionales, y por tanto, mermando la calidad del producto informativo.

En esta tesitura, hay quienes han decidido jugársela lanzándose de nuevo al ruedo mediático. Lo hacen adaptándose a las nuevas reglas de juego y, sobre todo, sabiendo aprovechar el enorme potencial que para los periodistas ofrece la red.

A esto que habéis hecho en Andalucesdiario.es se llama emprender, innovar. Enhorabuena por vuestra valiente iniciativa. Lo han hecho antes otros y probablemente lo harán más, cada cual con su especialización o su público potencial bien definido.

Vivimos una etapa nueva de periodismo de resistencia, de hacer mucho con poco, de confianza en que algún día vendrán tiempos mejores o se conseguirá, en lo económico, algo más que simplemente sobrevivir... Buena parte de esa legión de periodistas que se nos ha ido cayendo de las empresas, cuando no han sido las mismas empresas las que han caído, está pudiendo encontrar acomodo, bien que por lo general en condiciones económicamente mucho menos ventajosas, gracias a las nuevas tecnologías de la información.

Los medios digitales emergidos en estos tiempos de crisis son, en este sentido, el mejor ejemplo de esa otra acepción de la palabra 'crisis' que tanto reivindican los japoneses y que yo me aplico: crisis como oportunidad para el cambio y, como tal, como algo no necesariamente malo.

Avendaño, un viejo lobo de mar que ha navegado en muchos mares de papel, parece haberse abonado a esta concepción de la crisis. Estamos ante un patrón con mucho oficio, que se hace entender a las claras con elegante ironía. En sus artículos, Avendaño exhibe un sentido común certero, en ocasiones apabullante y a ratos hilarante, como lo demuestra en su blog de referencia 'Al Sur a la izquierda', por lo general bastante bien orientado.

En esta ocasión, Avendaño ha enrolado en su causa a una serie de camaradas selectos, la mayoría de ellos reciclados del papel a lo virtual. Porque, aprendidas las rutinas del oficio en lo digital, lo verdaderamente importante del Periodismo sigue siendo lo de siempre: contar historias, analizarlas y, como bien ha puntualizado Avendaño, "ayudar a la gente a comprender por qué ocurren precisamente unas historias y no otras".

Respetado Avendaño, estimados periodistas y colaboradores, que vuestra travesía os sea provechosa y nos ayudéis a todos, a toda la sociedad, a fortalecer nuestra democracia con vuestro esfuerzo y honestidad profesional. Sin patriotismos y sin los ombliguismos que tanto nos empequeñecen.

Buen viaje y buena suerte.