Una joven posa junto a su perro. (Foto EFE)
Si una persona encuentra un animal de compañía perdido o abandonado lo más conveniente es que lo ponga rápidamente en conocimiento de la Policía Local, la Guardia Civil o del servicio competente del ayuntamiento de su localidad (Medio Ambiente o Salud). Una vez haya sido entregado el animal, son esos organismos los que tienen que encargarse de su identificación a través de sus propios medios o de un veterinario autorizado, y posteriormente localizar al propietario.
Si se acredita que es un caso de abandono, ayuntamiento, Policía Local o Guardia Civil tienen que formular una denuncia contra el propietario del animal, a la vez que se inicia un procedimiento sancionador por parte del Registro Central de Animales de Compañía que gestiona la Consejería de Justicia e Interior.
Las denuncias de particulares deben presentarse ante los servicios municipales, Policía Local, Guardia Civil o bien en las capitales de provincia ante la Unidad Provincial de la Policía adscrita a la Junta, los cuales deberán comprobar la demanda y actuar mediante el procedimiento que en cada caso legalmente proceda.
Posteriormente, los agentes deberán remitir a la Junta el acta levantada y en su caso el informe que proceda sobre los hechos denunciados y comprobados para que tramite el correspondiente expediente sancionador de acuerdo con el tipo de infracción y la gravedad que se establece en la Ley de Protección de los Animales.