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Discursos

Discurso del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en el acto central del II Foro Global de Gobiernos Locales

25/01/2019
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Es un gran honor dirigirme a ustedes como Presidente del Gobierno de la Comunidad Autónoma Andaluza. Permítanme agradecerles y felicitarles por su acierto al elegir esta tierra para celebrar el II Foro Global de Gobiernos Locales; y convertir Sevilla, la capital de Andalucía, en referente mundial de nuevas soluciones para los nuevos retos urbanos. Andalucía tiene una profunda vocación universal. Somos un pueblo abierto al mundo. Fusión de culturas y civilizaciones. Exportador y atractivo de talento y de innovación.

En Andalucía empieza Europa. Andalucía abrió la puerta al Nuevo Mundo.

Hace 500 años, Sevilla fue cuna de un proyecto que cambió para siempre la concepción del mundo: la primera circunnavegación a la Tierra de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. Andalucía fue protagonista del primer paso hacia la globalización. Lo hicieron posible el apoyo de la Corona española, el conocimiento científico y la firme convicción de unos marinos audaces e innovadores. Juntos, dieron el primer paso para transformar la concepción del planeta y las relaciones entre sus distintos territorios.

500 años después, la capital de Andalucía vuelve a concentrar aquel espíritu de búsqueda de nuevos desafíos:

-La participación de Su Majestad el Rey, como máximo representante del Estado Español

-Gobernantes de administraciones de diferentes países en varios continentes

-Rectores de Universidades punteras en investigación y transferencia del conocimiento

-Emprendedores en permanente actitud de afrontar cambios llegados o por llegar

En definitiva, éste es un foro de mujeres y hombres que asumimos la responsabilidad de actuar por un futuro mejor.

Las ciudades cobran especial importancia ante los nuevos retos que nos brinda la globalización. Los Gobiernos Locales son agentes de primera línea en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de la Nueva Agenda Urbana de Naciones Unidas 2030.

La acción común y la innovación deben impregnarlo todo. La participación internacional, nacional y autonómica necesitan la presencia local. Las decisiones que emanan del municipalismo provocan un impacto: sus iniciativas, el uso de sus recursos, las modificaciones normativas, la capacidad para atraer o generar empleo y riqueza... La transformación mundial necesita irremediablemente el empuje de la transformación local.

Cumplir con los objetivos globales para el desarrollo sostenible de Andalucía, España, Europa y el mundo, pasa ineludiblemente por el compromiso de sus ciudades. Las ciudades van a ser escenario de muchas de las soluciones que vamos a proponer otros Gobiernos de ámbito de actuación mayor.

Escuchémoslas. Pongámonos en su lugar. Comprendámonos. Y actuemos en la misma dirección puesto que la disgregación nos debilita. Y la unidad es un tesoro para quienes estamos preparados y decididos a cambiar a mejor.

Por eso, en este foro expreso mi compromiso, y el de todo el Gobierno de Andalucía, con la defensa del proyecto común de España. Nuestro compromiso con un impulso reformista para Andalucía y nuestra contribución al posicionamiento líder de nuestro país en el marco internacional. Apostemos por un mundo que combata separatismos, populismos y fractura de las uniones que nos han hecho fuertes.

La amenaza a la convivencia existe. Y Andalucía está lista para asumir un papel protagonista en España y en Europa ante nuevos escenarios como el Brexit, el desafío independentista o el fenómeno de la inmigración.

Demostremos que la unidad y la cooperación son los únicos caminos hacia el triunfo de una sociedad mejor. Estamos llamados a convertir la nueva globalización en una ocasión para mejorar nuestra sociedad y la vida de quienes la forman. La mundialización es una extraordinaria fuente de oportunidades para un intercambio positivo en lo comercial, cultural, social y tecnológico.

Tenemos a nuestro favor una potente capacidad para el desarrollo sostenible; mejorar la calidad de vida; la igualdad real; el respeto a la singularidad que deriva del acercamiento y el compartir con el otro.

Las nuevas formas de relacionarnos nos abren nuevas ilusiones; sé que, con ellas, también surgen nuevos problemas. Pero esos problemas sólo ganarán si nos entregamos en manos de la resignación. Y eso se puede evitar.

Las oportunidades están para mejorar. Los problemas, para resolverlos. Y los retos, para enfrentarlos y superarlos.

Nelson Mandela nos enseñó que "el hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo". Y nuestra tarea, precisamente, es afrontar esos retos con determinación y acierto. Venimos al servicio público a cambiar las cosas a mejor. Poner límites a las oportunidades por sectarismo ideológico es poner límite a la prosperidad de todos.

La sociedad espera más que eso de nosotros. La sociedad merece un nuevo bienestar.