Según ha recordado Oñate, el fomento de valores igualitarios y de una imagen no sesgada de las mujeres contribuye a la prevención de la violencia de género. La directora ha insistido además en la necesidad de que los medios “aborden siempre el tratamiento de la violencia machista como una violación de los derechos humanos, no como un suceso, ya que así se consolidará la visión de esta lacra como un delito y problema social que requiere de un rechazo global, contundente y permanente”.
Oñate ha hecho mención a dos aspectos en los que el sector de los medios de comunicación “puede seguir avanzando”: la publicidad, con un compromiso empresarial con la defensa de una imagen no sexista de la mujer, y la propia estructura organizativa de los medios, en los que aún existe una escasa presencia femenina en los puestos de responsabilidad. En materia de violencia de género, ha abogado por una formación especializada y por un mayor rigor informativo.
Finalmente, la directora del IAM ha advertido de los nuevos riesgos derivados de las redes sociales, que, aunque ofrecen “grandes posibilidades” en todos los ámbitos (empresarial, político, administrativo, etc), pueden suponer también un nuevo “instrumento eficaz para la transmisión y sustento de toda forma de desigualdad y violencia”. Por ello, Oñate ha apostado por aprovechar las redes sociales como un nuevo “campo de acción y colaboración ciudadana contra la violencia de género”, tanto en la detección de casos de maltrato como en la concienciación y sensibilización de la población en la materia, “ya que las nuevas tecnologías suponen una importante herramienta de difusión, sobre todo en ámbitos juveniles, que son nativos digitales que hacen uso de las redes en su día a día”.