Los planes de la Junta inciden en la colaboración con las empresas para mejorar la prevención.

Los programas Paemsa y Paere responden al eje de la Estrategia Andaluza 2010-2014 de incidir en la colaboración con las empresas para la mejora de la prevención. Esta iniciativa, que tendrá su aplicación a través de planes bienales, cuenta con una inversión de la Junta de 130,1 millones de euros y tiene como objetivos generales reducir de forma sostenida la siniestralidad y mejorar las condiciones de trabajo, agrupando sus 91 líneas de actuación en nueve objetivos específicos.

Entre ellos destaca el empeño por avanzar en prevención, atendiendo a las actividades económicas predominantes en cada territorio, así como a la individualidad de la prevención, según los riesgos de cada colectivo. A ello se suma la detección y reconocimiento de las enfermedades profesionales.

El I Plan Bienal de Actuación, que desarrollará esta estrategia con medidas concretas y que se encuentra en proceso de aprobación, pondrá en marcha, además del Paere, un catálogo de buenas prácticas para el control de los riesgos psicosociales. Asimismo, se creado un laboratorio-observatorio de condiciones de trabajo desde la perspectiva de género, que estudiará, por ejemplo, los riesgos para embarazadas y la investigación de la accidentalidad laboral en los municipios andaluces atendiendo a sus principales actividades económicas.

En materia de formación, el documento incorpora la organización de cursos para el profesorado de Primaria y Secundaria y de especialistas en Medicina y Enfermería del Trabajo, además de iniciativas formativas para pymes.

Para hacer frente al repunte de accidentes laborales relacionados con tractores, el plan contempla crear un sistema de vigilancia y control en el sector, así como un refuerzo de la formación preventiva en la materia.

Además, persigue mejorar el cumplimiento efectivo de la normativa de prevención de riesgos laborales, a través de los incentivos y el asesoramiento directo a las empresas (especialmente las pymes y los autónomos); las actuaciones de los técnicos habilitados; el programa voluntario de reducción de accidentes o los planes de renovación de equipos preventivos, entre otros. También se favorecerá la prevención en las administraciones públicas, a través de asesoramiento y planes específicos y se trabajará en la mejora de la eficacia y calidad del sistema preventivo, con especial atención a las entidades especializadas.

La estrategia prevé también fortalecer el papel de los interlocutores sociales y la implicación de empresarios y trabajadores en la gestión de la prevención de riesgos laborales, a través de la negociación colectiva y de la constitución de órganos paritarios de promoción de la seguridad y salud en el trabajo.