En el período comprendido entre mediados de los años 60 y finales de los 70 surgen en Andalucía numerosos grupos teatrales independientes que pretenden revitalizar un teatro distinto al representado por las compañías comerciales mediante una renovación artística y estética de lo que discurría por las tablas andaluzas.
Estos grupos, muchos de los cuales encuentran sus antecedentes en el teatro universitario, se esfuerzan por adquirir una formación más profesional y demandan del espectador una actitud más reflexiva, propia de un teatro que surgió con una clara vocación crítica y política ante la dictadura y las desigualdades sociales. Entre ellos, destaca el Grupo “Esperpento con una veintena de miembros y que está constituido como un colectivo de trabajo. La técnica para el planteamiento de una obra la fundamentan en el procedimiento épico brechtiano y la elaboración del personaje por el actor, en los ensayos, siguiendo el método de creación orgánica de Stanislawski…”

Cuento para la Hora de acostarse supone un paso más dentro de la indagación que comenzara Esperpento sobre La estética de lo Borde. Su trabajo sobre el “Cuento” ha sido un análisis sobre uno de los soportes de los que el sistema se vale para perdurar: la sexualidad y su represión…

La obra está pensada para café-teatro, como sucedáneo de una intención frustrada de cabaret político. Su versión del cuento es una propuesta borde como vehículo crítico de nuestra sociedad”