Buenas prácticas en el puesto de trabajo y en el aula

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También desde la oficina puedes ahorrar y mantener una actitud ecológica y consecuente con el medio ambiente. Actúa de ejemplo para tus compañeros, difunde estas sencillas prácticas.

Entre todos podemos reducir el consumo y luchar contra el cambio climático. 
  • Desenchufa el cargador del móvil cuando no lo uses. El cargador consume aunque no esté conectado al teléfono. Se estima que, si el cargador se deja siempre enchufado, se desperdicia el 95 % de la energía necesaria para cargar el teléfono.
  • Puedes modificar la configuración del sistema de ahorro de energía de tu ordenador. Ten en cuenta que puede variar según el sistema operativo, pero a grandes rasgos, puedes ajustar el periodo de tiempo que trascurra hasta el paso automático al modo de hibernación o suspensión, el apagado del ordenador, y el del monitor. Respecto al monitor, ajusta el salvapantallas para que se active a los 10 minutos de inactividad, y recuerda que el único que ahorra energía es negro sin imágenes. La mayoría de los ordenadores utilizan el doble de energía habitual para activarlo. Ten en cuenta que un monitor gasta un 70% del consumo energético total del equipo, usando de media 60W cuando está encendido, 6,5W en modo de espera y 1W apagado.
  • Incentiva el mantenimiento preventivo de los equipos para garantizar su adecuado funcionamiento y la reducción de los consumibles (tinta, tóner, papel, etc.). Cuando detectes alguna anomalía en el funcionamiento, comunícalo para solucionarla rápidamente.
  • Si tu puesto de trabajo dispone de impresora local, desconéctala cuando no la uses. A su vez, activa el modo de ahorro de la impresora central, de esta forma disminuirás el consumo de tóners de tu empresa.
  • Si haces una parada, deja descansar a tu equipo. Para períodos cortos de tiempo apaga la pantalla, de esta forma ahorrarás energía y al volver a encenderla no tendrás que esperar a que se reinicie el equipo. Y para períodos más prologados (más de media hora), apaga completamente el ordenador o ponlo en modo suspensión.
  • Propón la utilización de bombillas de bajo consumo (lámparas fluorescentes compactas) en tu empresa, consumen un 70-80% menos de electricidad y duran 8 veces más, de 8.000 a 15.000h en algunos modelos, frente a las 1.000 horas de las bombillas incandescentes tradicionales. Si tienes una lámpara de uso individual, sustituye la bombilla tradicional por una de bajo consumo.
  • Enciende las luces que únicamente necesites. A menudo, por comodidad, damos a todos los interruptores a la vez aunque sólo necesitamos iluminación en un área concreta.
  • Aprovecha la luz natural durante el día en las zonas de trabajo cercanas a ventanas. No enciendas las lámparas si es suficiente con la iluminación natural.
  • Antes de encender las luces para paliar los reflejos del sol en los ordenadores, prueba a cambiar de orientación la pantalla o propón la instalación de cortinas orientables en las ventanas o láminas antirreflectantes.
  • Apaga siempre las luces cuando no las necesites. Apagar 5 luces en una habitación puede evitar emisiones anuales de 400 kg de CO2. Al finalizar la la jornada apaga todas las luces y aparatos , y si eres el último, echa un vistazo a los puestos de tus compañeros.
  • Asegúrate de que las luces de despachos y salas permanezcan apagadas cuando no haya nadie dentro.
  • Al salir del trabajo, o en las salas que no se están usando asegúrate de que los sistemas de climatización quedan apagados. Dejarlos por la noche, sin haber nadie en la oficina, es un despilfarro energético fácilmente evitable. También se pueden programar para que funcionen exclusivamente en el periodo de trabajo.
  • En ocasiones, puedes evitar el uso del ventilador con corrientes cruzadas de ventilación natural.
  • La función de ventilación del aparato de aire acondicionado por sí sola, o el uso de ventiladores preferentemente de techo, puede ser suficiente para mantener un adecuado confort y para mantener el frío, siendo capaces de reducir hasta 3 grados la sensación térmica. Ten en cuenta que los aparatos de aire acondicionado consumen mucha energía: un aparato de aire acondicionado en una habitación de tamaño mediano funciona a 1.000 vatios, generando emisiones de unos 650 g de CO2; y, además, supone un coste de 0,10€ por hora. Los ventiladores son una buena alternativa. Considéralo.
  • No seas exigente con la temperatura, en muchas ocasiones es realmente difícil mantener un ambiente al gusto de todos. La temperatura a la que programamos tanto el aire caliente como frío, condiciona sobremanera el consumo de energía. En verano, el consumo puede incrementarse un 5 - 10 % más por cada grado que disminuye la temperatura.
  • Al encender el aire acondicionado, no ajustes el termostato a una temperatura más baja de lo normal: no enfriarás antes, pero sí consumirá más energía.
  • Deposita el papel usado (por las dos caras) en el contenedor de papel, quitando las grapas, plásticos, clips, etc. Si se trata de cartones voluminosos, dóblalos para reducir su volumen. Si no lo hay en tu oficina, solicita al responsable en tu empresa que una empresa gestora se encargue de ello. También gestionará la recogida de otros residuos tóxicos como pilas y los cartuchos de tinta y tóner. Si no es posible, propón la colocación de una caja donde cada día se deposite el papel y haya varios encargados de vaciarla en el contenedor azul más cercano.
  • El cartucho de tinta es reciclable. Si tu empresa no puede contratar un gestor para que los retire, puedes acumularlos y depositarlos en el Punto Limpio más cercano.
  • Nunca eches las pilas en las papeleras, ya que por su composición tóxica son altamente contaminantes (por ejemplo, una pila de botón puede contaminar 600.000 l de agua). Recíclalas en los contenedores designados, si tu empresa no dispone de uno, solicita que lo pongan o que se contrate los servicios de un gestor que llevará también otro tipo de residuos tóxicos. Si no fuera factible, llévalas a los contenedores que suelen ubicarse en facultades, supermercados o en los puntos limpios de tu ciudad.
  • Promueve la adquisición de papel reciclado y sin blanquear con cloro para impresos, sobres, cartas, cuadernos, etc. Actualmente el coste de un paquete es el mismo que el reciclado y no da problemas en las impresoras domésticas o de oficina. Los posibles problemas en la impresión suelen darse cuando en una misma máquina se utilizan papeles con distinto gramaje y calidad, no depende del tipo (blanqueado o reciclado).
  • Piensa que cada tonelada de papel que se recicla evita que se talen 3,14 toneladas de árboles y se consuman algo más de 0,5 toneladas equivalentes de petróleo. Además, teniendo en cuenta el ciclo total de fabricación, la incorporación de fibras recicladas en lugar de la utilización de fibras vírgenes, supone emitir un total de 1,5 toneladas de CO2 equivalente menos por cada tonelada de papel producida.
  • Promueve la compra de faxes que utilicen papel normal y no papel térmico. Ten en cuenta que mientras el papel normal es un residuo que se recicla fácilmente, los papeles plastificados, los térmicos para faxes y los autocopiativos no se pueden reciclar.
  • Cuando envíes un fax, reutiliza los papeles usados sólo por una cara. Procura eliminar las portadas y hojas en blanco para ser eficiente con la energía… y con el tiempo.
  • Prepara el material para una reunión con criterio ecológico: es posible que no sea necesario llevar tantas copias de un documento como número de asistentes haya. Se pueden compartir, sobre todo en el caso de documentos que sólo vayan a ser usados de consulta en ese momento y no sean útiles para una tarea posterior. Si es posible, utiliza medios audiovisuales, lleva el guión o propuesta en una presentación para reducir el papel usado.
  • Lleva tu taza al trabajo, en vez de usar los vasos de usar y tirar o por lo menos utiliza el mismo cada día. En una oficina de 20 personas, si cada uno evita usar un vaso al día, al año se habrán evitado generar unos 4400 vasos de plástico.
  • Propón la compra de elementos recargables como tóner y cartuchos de tinta de las impresoras.
  • Cuando imprimas un documento, podrás ahorrar mucho papel y tinta si:
    • Imprimes a dos caras o en folios usados por una cara.
    • Ajustas los márgenes, el tamaño de letra, o el interlineado de menor tamaño y revisas la pantalla para suprimir páginas en blanco.
    • Imprimes varias páginas por hoja, sobre todo en el caso de archivos con mucho espacios en blanco (por ejemplo presentaciones).
    • Ajustas el modo de impresión económica o ecológica (o incluso si imprimes en calidad borrador).
    • Empleas el papel reciclado mayoritariamente.
    • En cualquier caso, se trata de adaptar la calidad del papel al uso que se va a hacer, por ejemplo, utiliza papel usado por una cara para documentos a borrador y papeles de más alta calidad para impresiones con fotografías o presentaciones.
  • No dejes correr el agua inútilmente cuando estés lavándote los dientes o las manos. Un grifo abierto consume de 5 a 15 litros por minuto.
  • Asegúrate de cerrar correctamente grifos tradicionales de rosca, porque el goteo constante puede desperdiciar de 20 a 30 litros de agua al día (casi 11.000 l/año). Si trabajas en una empresa pequeña, propón la adquisición de grifos monomando porque evitan el goteo y mezclan mejor el agua fría y caliente.
  • Si trabajas en una empresa pequeña, propón la instalación de mecanismos de control del caudal del agua como perlizadores, atomizadores, difusores o aireadores en grifos. Su fundamento consiste en mezclar aire y agua para producir la sensación de aumento de la presión del agua, cuando en realidad el caudal de agua disminuye. Su instalación es muy sencilla y su precio asequible, según el modelo puedes ahorrar entre un 50 y 70% de agua.
  • Si trabajas en una empresa pequeña, propón la sustitución de una cisterna convencional por una de doble descarga o de interrupción de descarga, en todo caso con limitador del volumen de descarga como máximo de 6 litros. Esto puede suponer ahorros de hasta un 40%. Si no es factible, una forma fácil de ahorrar agua es colocar una o dos botellas llenas de agua bien tapadas dentro de la cisterna, de esta forma se reduce el volumen y se gasta menos en cada descarga.
  • No utilices el inodoro como una papelera, no arrojes papeles, colillas, algodones, etc., además de gastar agua y dificultar la depuración puedes provocar un atasco. Utiliza la papelera del baño.
  • Avisa con urgencia cuando detectes un reventón o avería en el sistema de conducción de agua.
  • Infórmate de qué transportes públicos podrías emplear en tus trayectos diarios y pruébalos. Una buena conexión autobús-tren, por ejemplo, te permitiría viajar con comodidad y dejar el coche en casa. Haz cuentas, por muy eficiente que sea tu coche, el transporte público, por lo general, siempre será más barato.
  • Más del 75% de los desplazamientos urbanos se realizan en vehículos privados con un solo ocupante, saca el mayor partido posible a tu coche. Coordínate con algún compañero que viva cerca de ti para compartir coche. De esta forma, además de reducir las emisiones de C02, ahorrarás mucho dinero al dividir gastos y contribuirás a mejorar la circulación de tu ciudad.
  • En muchos casos, es más rápido realizar los desplazamientos por ciudad en bicicleta que en coche, dado que al tiempo del recorrido, debes añadir el tiempo que destinas a buscar aparcamiento, sin contar con imprevistos en la densidad del tráfico. Cada año las ciudades disponen de más km. de carril bici, apeaderos y los conductores están más concienciados de esta nueva forma de desplazamiento.
  • Realiza los desplazamientos al trabajo y dentro de la jornada laboral con los criterios de conducción eficiente. Notarás una disminución en el consumo de carburante a la par que ahorro económico y disminución de las emisiones de CO2. Puedes ver las medidas pinchando aquí.