El Consejo Andaluz de Economía Social, máximo órgano de coordinación y participación del sector en nuestra comunidad autónoma, ha aprobado hoy constituir un comité técnico para la elaboración del Plan de Impulso y Modernización de la Economía Social 2021, y un cronograma de trabajo, con el objetivo de impulsar para el próximo año la formulación de este documento estratégico.
El Plan de Impulso y Modernización de la Economía Social Andaluza 2021-2025 tendrá como finalidad aumentar la visibilidad de este sector en la sociedad, impulsar el emprendimiento y el empleo y contribuir a su consolidación, a través de distintas medidas que promuevan el desarrollo sostenible y la competitividad, la innovación, la responsabilidad social y la vertebración asociativa del sector.
El comité técnico constituido hoy cuenta con representantes de distintos departamentos y consejerías de la Junta de Andalucía, así como de cooperativas de trabajo; cooperativas agrarias; sociedades laborales, empresas de inserción y centros especiales de empleo.
La consejera de Empleo, formación y Trabajo Autónomo, que ha asistido a la apertura del pleno del Consejo como presidenta de este órgano, ha destacado la oportunidad de la elaboración de este plan estratégico en estos momentos para adaptarse a la actual situación económica y afianzar las fortalezas del sector de cara a “salir más fuertes si cabe de esta crisis”.
Debilidades
Rocío Blanco ha agradecido expresamente a las empresas de economía social el papel que han jugado durante el estado de alarma, garantizando el suministro agroalimentario y la asistencia social, y ha defendido que ahora hay que afrontar en el plan algunas debilidades del sector, como su escasa visibilidad social, que que trae aparejada consecuencias como que los jóvenes no contemplen a la economía social como una de sus opciones de futuro, o que la presencia de jóvenes y mujeres en los órganos directivos sea muy escasa.
La falta de financiación específica para el sector por su bajo nivel de reconocimiento social, o la necesidad de formación en nuevas tecnologías y de renovación en equipamiento y programas informáticos son otros puntos débiles señalados hoy por Rocío Blanco.
Por el contrario, como puntos fuertes y oportunidades, la consejera ha indicado el impacto social y de cohesión territorial que aporta el sector, y su compromiso social en favor de la igualdad y la lucha contra la exclusión. “Además, la economía social se ha demostrado como un modelo más resistente a las crisis como las que vivimos, y un buen marco donde acoger las principales innovaciones que nos marca la transformación de nuestra sociedad”, ha concluido la consejera.
Actualmente, la economía social en Andalucía reúne a cooperativas, sociedades laborales, centros especiales de empleo, fundaciones, mutualidades, o empresas de inserción, con una facturación que ronda los 14.000 millones, y supone el 10% del PIB andaluz, además de generar más de 82.000 empleos.
El Consejo Andaluz de Entidades para la Economía Social es su máximo órgano de coordinación y participación en materia de economía social con la Administración autonómica, y en el están presentes las organizaciones sindicales y las entidades más representativas de las empresas del sector, además de distintos departamentos de la Junta de Andalucía.
Compartir en